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Un año bisagra para la vida de la arquidiócesis

Cada año el Card. Daniel Sturla comparte una carta anual donde hace una “memoria agradecida” de lo vivido en el año anterior y un planteo de los desafíos del año pastoral que se inicia. La carta para este 2024 tiene la particularidad de enmarcarse en los diez años de Sturla como arzobispo de Montevideo. En julio el cardenal cumplirá sesenta y cinco años, por lo que estaría cumpliendo la mitad de su servicio al frente de la Iglesia Católica de Montevideo, dado que los obispos presentan su renuncia a los setenta y cinco años.
El Card. Daniel Sturla reflexiona sobre los desafíos de este 2024. Fuente: Archivo DECOS

"El Señor me ha regalado mucho en este tiempo y, sin duda, tengo que dar gracias a Él y a tanta gente buena que me rodea, pero, al mismo tiempo, experimento la necesidad de pedir perdón por mis pecados y por las veces que no he cumplido cabalmente con mis responsabilidades”, expresa en su introducción.

El don de la beatificación de don Jacinto

Como es esperable, Sturla destaca la celebración de la beatificación de Jacinto en el Estadio Centenario, como un momento de gran alegría, un hito significativo para la Iglesia uruguaya, marcado por la presencia de miles de fieles, líderes políticos y religiosos. Además, destaca otros eventos vinculados a la beatificación, como el reconocimiento del cuerpo (para la obtención de reliquias de primer grado), la publicación de una biografía completa del beato —obra del P. Gonzalo Abadie— y el homenaje en el Seminario de Villa Devoto, en Buenos Aires, donde Jacinto se formó, lo que resalta la importancia y el impacto de Mons. Vera como modelo de fe y servicio, incluso más allá de fronteras.

Memoria agradecida en la vida de la arquidiócesis

La carta continúa compartiendo vida y proyectos de las diversas vicarías y servicios de la Iglesia montevideana. Destaca varios logros pastorales, como el fortalecimiento de la Vicaría de Catequesis, la apertura de la carrera de Ciencias Religiosas en la Facultad de Teología y el trabajo continuo en la pastoral juvenil, social, penitenciaria y de la salud.

Se celebran los diez años de la Fundación Sophia, que con nueva dirección busca de forma creativa responder a la necesidad de una formación integral y de calidad para los treinta y cuatro centros que forman parte de la red. Así también como la continuidad del servicio en el liceo Jubilar, ya un centro de referencia para la zona de Casavalle.

Valora diversos proyectos desarrollados por laicos, gestados en 2023, como el Hogar Cardoner, para el trabajo con hombres liberados de centros de rehabilitación; el Hogar San Marcos Ji, un hogar para exadictos, en la parroquia de la Aguada, que procura su acompañamiento y reinserción social; la transformación del antiguo hotel de Kolping en una casa hogar para madres con hijos. Asimismo, menciona el avance del proyecto Cireneos en el barrio Santa Eugenia y la construcción del nuevo templo en Carrasco Norte: la iglesia de la Transfiguración.

Otras agrupaciones e instituciones celebraron aniversarios importantes en 2023: 25 años de Ceprodih y de la obra Los Pinos, 40 años de la fundación de la Fazenda de la Esperanza, 50 años del diaconado permanente en Uruguay, 65 años de la Confraternidad Judeo-cristiana, 120 años de la fundación del Hogar Sacerdotal.

Se dedican varias líneas de la carta a la realidad del presbiterio, el diaconado, la formación de los seminaristas y la vida consagrada de la diócesis. Se despide a congregaciones que se retiran y se recibe a algunas nuevas. Se mencionan los cambios y renovaciones en servicios pastorales y nombramientos de párrocos para este 2024.

La Iglesia que se sostiene entre todos

El arzobispo aborda, por otra parte, las dificultades financieras de la Iglesia y la confianza en la Providencia divina. Se observa un crecimiento en las contribuciones, pero aún no alcanzan para cubrir los gastos básicos. Se resalta la concientización creciente de los fieles sobre su responsabilidad para sostener la Iglesia y la necesidad de transmitir este compromiso a las generaciones futuras.

Para los próximos meses

Se destaca la importancia de la participación sinodal, la construcción comunitaria de las nuevas recomendaciones pastorales 2024-2030, y la invitación a transitar un año vocacional, intensificando la oración por las vocaciones al sacerdocio y la vida consagrada, tan necesarias para la vida de la Iglesia. Luego de casi diez años, en setiembre se celebrará una nueva Jornada Nacional de la Juventud, en Pando.

La carta también señala la necesidad de prepararse para un Año Santo en 2025, año en que también se conmemora el bicentenario de la declaratoria de la independencia.

Antes de concluir con un mensaje de agradecimiento y esperanza en la intercesión de la Virgen de los Treinta y Tres y los santos patronos, se invita al pueblo de Dios a participar de dos eventos arquidiocesanos: la fiesta arquidiocesana, en el marco de las fiestas patronales de San Felipe y Santiago y el beato Jacinto Vera, a comienzo de mayo; y la procesión de Corpus Christi para comienzo de junio.

CARTA ANUAL 2024

Commentario(1)

  1. Pablo Garcia Pintos says

    Muy buena

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