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San Juan Bosco: un hombre profundamente humano y de Dios

Celebración de la fiesta del fundador de la Congregación Salesiana.
Don Bosco y su legado en nuestro país.

El pasado lunes 31, en el Colegio Maturana, se celebró la eucaristía en honor a san Juan Bosco. El padre Alfonso Bauer, inspector de la Congregación Salesiana en Uruguay, presidió la Santa Misa.

El P. Bauer comenzó su homilía repasando los inicios de Don Bosco, su inspiración en San Francisco de Sales y su preocupación por el bien integral de los jóvenes. “Don Bosco tenía en su mente y en su corazón una única idea y una sola pasión que eran los jóvenes. Ellos eran las personas a quienes educar, a quienes buscarles trabajo, alimento, vestido, educación e iniciación en el encuentro con el Señor. Quería, en definitiva, la salvación de cada joven”, expresó.

Además, subrayó el trabajo y la entrega de los jóvenes animadores, educadores y consagrados que viven auténticamente su vocación apostólica. Destacó el significado de ese espíritu salesiano que se manifiesta en cada obra, aula, patio y en cada saludo o celebración. Mencionó lo bello que es percibir ese mismo espíritu en cada rincón del país en donde la congregación, de una forma u otra, está presente.

También hizo hincapié en algunas de las enseñanzas que Don Bosco impulsó para con el sistema educativo. “Se puede decir por tanto que el amor educativo es la herencia más hermosa que Don Bosco deja al mundo y a la Iglesia. Somos salesianos llamados a vivir el ‘dame a las personas y llévate lo demás’, con amor y con dulzura”.

Para finalizar, pidió por Wilson —quien renovó su profesión religiosa—, y por Martín y Nico, dos jóvenes del Voluntariado Misionero Salesiano, que se irán a misionar a Ecuador y Perú respectivamente. “Pidámosle al Señor, con el auxilio materno de María Santísima, que nos encuentre a cada uno de nosotros disponibles para vivir este año haciendo todo por amor con todo el corazón”, fueron las palabras con las que el P. Bauer cerró la homilía.

Fiesta de Don Bosco./ Fuente: Comunicación salesiana

Palabras del P. Alfonso Bauer sobre Don Bosco

Por su parte, ICM le pidió P. Bauer que nos expresara cuáles son las características que más admira de Don Bosco, de su carisma y su legado. El inspectaor salesiano nos dijo lo siguiente Estas fueron sus palabras:

“En primer lugar, su espíritu de familia. Esa cercanía y amabilidad en el trato, en sentirse integrado a ese espíritu de cordialidad, de sentirte amado, querido y valorado. Otra característica es el protagonismo de los jóvenes, la confianza que él deposita para compartir con ellos y hacerlos protagonistas de la misión, en el servicio, en la entrega y en el apostolado.

Es un hombre profundamente humano y de Dios; con palabras más técnicas: él vive la gracia de unidad , totalmente comprometido con las realidades de la gente, principalmente de los jóvenes. Encuentra en la realidad en la que vive la presencia de Dios. No es un hombre dicotómico sino profundamente unificado, comprometido con la realidad humana y profundamente en la dimensión de Dios.

Otra característica es que dio toda su vida para el bien de los jóvenes y buscó una promoción integral. Se preocupaba de la realidad de todo joven: “los quiero felices ahora, en el tiempo y también en la eternidad”. Es una espiritualidad que cautiva, que hace de la alegría un camino de santidad. Es un carisma que sigue vivo y busca reinventarse ya que tiene siempre en el centro la vida de los jóvenes y ellos van cambiando, van teniendo nuevos desafíos que llevan a uno a ser creativo en las respuestas hacia ellos para que, como Don Bosco, en un tiempo nuevo, poder hacerles el bien, brindarles las herramientas para que puedan transitar su vida de manera responsable y que descubran a Dios en los compromisos de cada día”.

Haciendo historia

San Juan Bosco nació el 16 de agosto de 1815 en Castelnuovo (Italia) y falleció el 31 de enero de 1888 en Turín (Italia). Fue beatificado en 1929 y canonizado en 1934. A sus 26 años fue ordenado sacerdote. Dedicó su vida a ayudar a los jóvenes más necesitados. En ese transcurrir se especializó en la educación, escribiendo varios libros con un enfoque pedagógico, impulsando talleres, escuelas y oratorios, entre otras iniciativas educativas aún vigentes. Una de esas iniciativas es el denominado “sistema preventivo”, que presenta en una obra escrita por él en el año 1877 y que se sustenta enteramente en la razón, la religión y el cariño como pilares para alcanzar la globalidad de la persona.

Don Bosco fundó en 1859 la Congregación Salesiana, nombre que recibe en honor a san Francisco de Sales, en quien Don Bosco se inspiró para llevar adelante la misión en favor de los jóvenes. Esta congregación tenía como misión que el camino marcado por su fundador pudiese continuar una vez que él no estuviese. Y así fue. En 1875, Argentina se convirtió en el primer país fuera de Europa en recibir a los misioneros salesianos.

Otra obra de Don Bosco fue la fundación de las Hijas de María Auxiliadora. Esta vez junto a María Dominga Mozzarello, quien también compartía esa devoción y compromiso de trabajar junto y para los jóvenes. De esta manera, las mujeres también tuvieron su espacio para crecer en el carisma salesiano.

En 1876 la Congregación Salesiana llegó a Uruguay. El P. Juan Cagliero fue fundamental para que esto ocurriese. Un año más tarde, instalados en Villa Colón, empezó a funcionar el Colegio Pío. Ese mismo año se instalaron las Hijas de María Auxiliadora y de esa forma el carisma salesiano comenzó a expandirse por el país.

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