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Llamados a construir juntos las nuevas recomendaciones pastorales

Al cumplirse diez años del Card. Daniel Sturla como arzobispo de Montevideo, se plantean diversas consultas al pueblo de Dios para buscar juntos los próximos pasos de nuestra vida eclesial.
La Iglesia de Montevideo se reúne. Fuente: Romina Fernández

El pasado 15 de febrero, la Vicaría Pastoral envió a las distintas comunidades de la Arquidiócesis de Montevideo un documento como forma de invitación a caminar juntos hacia la elaboración de nuevas recomendaciones pastorales para el sexenio 2024-2030.

En la misiva se recuerda el trabajo realizado el pasado año, en el que se procuró dar una mirada en dos sentidos: por un lado a la realidad; y por otro, a los anhelos y las aspiraciones que tiene la Iglesia de Montevideo. En el documento aparece la síntesis de dichos trabajos.

A partir de la lectura del material, se pide a las distintas comunidades —y a quienes las componen— que formulen cinco urgencias pastorales que la Iglesia en Montevideo debería abordar en este periodo; es decir, las acciones pastorales que son necesarias para que la realidad se encamine a concretar nuestros anhelos; no se refiere a actividades concretas sino a líneas de acción.

Según el documento, para identificar las urgencias pastorales a realizar se deben seguir los siguientes pasos: leer las síntesis del análisis de la realidad y de los anhelos y aspiraciones;
hacer una lluvia de ideas de posibles urgencias pastorales; y elegir las cinco que parezcan más necesarias.

Estas reflexiones deben ser enviadas al correo electrónico de la Vicaría Pastoral (pastoral.montevideo@gmail.com), antes del 15 de marzo de 2024.

¿En qué lugar nos encontramos?

La síntesis de la realidad se realizó sobre la base de la consulta del segundo semestre de 2023, donde se proponía realizar un análisis FODA. Las respuestas fueron agrupadas por temática y se consolidaron indicando la cantidad de veces que se menciona cada una.

Es importante destacar que se recibieron ciento treinta respuestas, la mitad de ellas desde las parroquias, pero también participaron casi una quincena de colegios, así como movimientos, grupos de encuentros de responsables laicos, un coordinador pastoral zonal y más de cuarenta respuestas individuales.

Oportunidades para transmitir la fe

Dentro de las oportunidades se destacan tres: el uso de la tecnología, a través de los medios de comunicación social y las nuevas tecnologías para la evangelización; la búsqueda espiritual de las personas, que quieren encontrar un sentido de vida y una conexión con la dimensión espiritual y trascendente, así como los jóvenes ávidos de vivir experiencias de fe que colmen sus vidas; y la incorporación de migrantes, que con su fe y compromiso enriquecen la vida de la Iglesia y su dinámica celebrativa.

También se habló de la valoración de la diversidad, sobre todo en el plano de las creencias y el diálogo interreligioso; y la oportunidad de asumir a Montevideo como tierra de misión, en particular los barrios carenciados.

La mayoría de las respuestas recibidas hasta el momento coinciden en que es fundamental utilizar los medios de comunicación social y las nuevas tecnologías para la evangelización. Fuente: Romina Fernández

Estar atento a las amenazas

En cuanto a las amenazas, sobresalen: la disminución de la religiosidad, notándose una creciente indiferencia hacia lo religioso y una pérdida de confianza en la Iglesia, en parte debido a los casos de abuso y acoso. Asimismo, se observa como amenaza la secularización de la sociedad y el relativismo moral y filosófico; los cambio culturales y sociales, como la ideología de género, la disgregación familiar, el consumismo y el materialismo, la inmediatez; así como los problemas sociales que enfrentamos en Uruguay (la violencia, la inseguridad, la delincuencia, las adicciones, la salud mental), el alto índice de suicidios en poblaciones jóvenes, y trastornos de depresión y soledad.

También se notan como amenazas la diversidad de religiones y creencias; la situación económica; el impacto de las tecnologías y las redes sociales; y la relación Iglesia - Estado.

Firmes sobre lo construido

A la hora de de evaluar las fortalezas, se priorizaron: lo trabajado en la formación de agentes pastorales y la elaboración de materiales de catequesis para la preparación de los sacramentos, atendiendo a diferentes edades. Además, se ha mejorado la oferta de cursos para agentes pastorales, lo que fortalece la preparación de quienes trabajan en la Iglesia; también las respuestas claras a las realidades sociales, como la Fazenda de la Esperanza, el Liceo Jubilar y programas de alimentos en invierno. Esto muestra un compromiso con las comunidades y las personas en situación de vulnerabilidad; así como la presencia en los medios de comunicación, lo que le permite difundir el mensaje de la Iglesia y llegar a un público más amplio.

El trabajo de la Iglesia de Montevideo junto a los más necesitados. Fuente: Federico Gutiérrez

Un lugar especial ocupa la beatificación de Mons. Jacinto Vera, que ha tenido un buen impacto pastoral, fortaleciendo la fe de la comunidad. Se destacan también: Rosario de Bendiciones, Corpus, San Felipe y Santiago, Vía Crucis en el Cerro y Congreso Mariano.

Las experiencias misioneras; el compromiso de laicos y religiosos; la participación juvenil en actividades solidarias. El trabajo de vicarías, movimientos, asociaciones, colegios y comunidades a nivel pastoral y social son fortalezas a tener en cuenta.

Seguir adelante a pesar de las debilidades

También se pudieron constatar debilidades a la hora de la evangelización. La que se prioriza es la disminución de vocaciones sacerdotales, y la preocupación que esto acarrea. A su vez, se suma la falta de compromiso y la participación limitada de los fieles en las actividades de la Iglesia. Otro punto preocupante es la poca formación, tanto del clero como de los laicos. Hay una carencia de formación sólida en la doctrina y la práctica de la Iglesia, así como en aspectos pastorales y sociales.

A estas debilidades se suman algunas otras como que a veces las celebraciones religiosas se describen como poco atractivas, ritualistas o anticuadas y la falta de espacio de acogida en las celebraciones pueden dificultar la participación activa de los fieles. Y se agregan algunos comentarios sobre la falta de pertenencia y experiencia de comunidad, pocos encuentros fraternos intra-parroquiales, entre otros.

La disminución de las vocaciones sacerdotales y religiosas es una de las preocupaciones planteadas. Fuente: Federico Gutiérrez

Las cuatro claves para caminar juntos

En cuanto a las aspiraciones y anhelos para el sexenio 2024-2030, la síntesis recoge las respuestas de los coordinadores pastorales zonales. El trabajo se realizó siguiendo el esquema de las cuatro notas de la Iglesia — el anuncio (kerigma), la comunión fraterna (koinonía), el servicio (diakonía), la celebración (liturgia)—.

Kerigma: “Y allí predicaba a Cristo” (Hch 8,5)

El texto destaca que se sueña “con una Iglesia que vaya al encuentro de la sociedad a anunciar a todos, sin exclusión, el amor de Dios manifestado en Jesucristo. Donde la comunidad cristiana manifieste la alegría del Evangelio y acoja a los convertidos”.

Koinonía: “En esto todos reconocerán que son mis discípulos, en el amor que se tengan los unos a los otros” (Jn 13,35)
En el documento se refleja el anhelo por “comunidades donde todos se sientan parte, y sean unidas, en la diversidad de carismas que las conforman, formando comunidades fraternas que sean fuente de fe, esperanza y caridad”.

Una Iglesia que sale al encuentro de la sociedad. Fuente: Federico Gutiérrez

Diakonía: “Estoy en medio de ustedes como el que sirve” (Lc 22,27)
En la misiva se sueña con “ser una Iglesia servidora, que se comprometa con los hermanos necesitados, reconociendo en ellos a Cristo, tanto con los miembros de nuestras propias comunidades como con aquellos que no participan de las mismas”.

Liturgia: “Ellos alababan a Dios y eran queridos por todo el pueblo” (Hch 2,47)

También se habla de la aspiración “a desarrollar más momentos de oración, adoración, contemplación, escucha de la Palabra” y el anhelo por una liturgia bien vivida y celebrada, donde todos puedan participar.

Respuesta al Sínodo

En otro orden, se pide a las comunidades contestar la consulta que llegó desde la Secretaría del Sínodo, en Roma. La misma se pregunta: “La sinodalidad significa la corresponsabilidad de todos en la vida y misión de la Iglesia: ¿Cómo podemos crecer en sinodalidad en nuestra Iglesia?”. Se pide a las comunidades que señalen tres modos o propuestas que ayuden a crecer en sinodalidad. Las respuestas también deben enviarse a la Vicaría Pastoral, con el plazo máximo del viernes 15 de marzo, al correo electrónico pastoral.montevideo@gmail.com.

Commentario(1)

  1. PEDRO RUiZ says

    Soy de la ciudad de Paysandú, pertenezco a la Diócesis de Salto. quiero felicitarlos por el
    trabajo de preparación Pastoral para sexenio 2024-2030.
    Soy miembro del Club Católico y leo por lo tanto vuestro quincenario Entre Todos.
    Creo que el intercambio entre las Diocesis es muy importante.

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