No comments yet

Y por casa… ¿Cómo andamos?.....

Vicaría Pastoral de la  Arquidiócesis de Montevideo

La alegría de conocer a Jesús
como Jesús se nos da a conocer

“Estamos llamados a ser una Iglesia “anunciadora” que da testimonio de Jesús Resucitado, de la alegría de ser cristianos, inquieta, que salga a buscar a los bautizados que se han alejado de la fe…. No se trata de ver a la Iglesia como un “club” que busca tener más socios, sino que nuestros hermanos y hermanas que comparten nuestro diario vivir en este mundo no se pierdan la felicidad de ser cristianos”

(Carta Pastoral del Arzobispo, 2)

Invitados a anunciar la alegría de conocer a Jesús. Como la samaritana, a través de sus caminos y propuestas. Pero, antes de salir a anunciar la alegría…. ¿Cómo andamos por casa?

Este simple material nos invita a reflexionar un poco sobre nuestra propia alegría en la fe.

¿Estás enterado que….?

El Papa Francisco nos recuerda que “El Evangelio, donde deslumbra gloriosa la Cruz de Cristo, invita insistentemente a la alegría. Su mensaje es fuente de gozo: «Les he dicho estas cosas para que mi alegría esté en ustedes, y su alegría sea plena» (Jn 15,11). Nuestra alegría cristiana bebe de la fuente del corazón rebosante de Jesús. ¿Por qué no entrar también nosotros en ese río de alegría?

¿Te reconoces metido en ese río de alegría?

¿Estás enterado que….?

Por el amor que nos tiene Jesús desde el principio del mundo, él nos da la vida para que seamos felices y ayudemos a ser felices a los demás. Ese es el único sentido que tiene nuestra vida, nuestro servicio, nuestra entrega y hasta nuestra fe. Es un regalo que nos hace sin exigir nada a cambio. Solamente nos invita a ser felices y en camino es el que Él recorrió: el amor, el servicio a los sufrientes, la confianza total en el Padre. Todo ello no son “obligaciones” sino “oportunidades para ser felices como Dios lo es.

¿Te sentís bendecido por conocer que Jesús te quiere?

¿Estás enterado que….?

Esa alegría no se puede guardar para uno mismo sin que se vaya apagando, sino que es necesario compartirla, en la comunidad, y con todos nuestros hermanos.   Estamos en una nueva etapa de evangelización. Los cristianos tenemos el deber de anunciar la buena noticia de Jesús sin excluir a nadie, no como quien impone una nueva obligación, sino como quien comparte una alegría, señala un horizonte bello, ofrece un banquete deseable. La Iglesia no crece por proselitismo sino «por atracción».

¿Con quién compartís esa alegría hoy?

¿Estás enterado que….?

Esa alegría nadie nos la puede quitar. Es una alegría que asume también el dolor y las dificultades del camino pero que, abriéndose a la confianza, permanece en nosotros como don del Espíritu Santo. Se trata de una alegría que vive y asume de modo serio nuestra realidad personal y social, sin diluirse ni convertirse en superficial, porque es como la que vivió Jesús.

¿De verdad sentís que nada te puede robar esa alegría?

¿Estás enterado que….?

Si no “te pones las pilas” como cristiano, te perdes lo mejor de la fe que es conocer a Jesús. Conocerlo de verdad, orar con Él, encontrarlo en el servicio a los demás, celebrando en comunidad, meditando su Palabra, compartiendo la vida y la fe con otros. Una de las tentaciones más serias del cristiano es convertirnos en pesimistas quejosos y desencantados con cara de vinagre. Eso mata la alegría que Jesús nos trae.

 ¿Cómo sentís que está tu cara hoy?

¿Estás enterado que….?

Por todo eso que sabemos, porque es el centro de nuestra vida, el Lema de este año en nuestra Arquidiócesis es:

“La alegría de conocer a Jesús”

Escribir comentario