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Cireneos: por una vida digna para todos

La asociación desarrolla diversos proyectos para brindar asistencia a personas de contexto vulnerable.
Inauguración de viviendas en el barrio Santa Eugenia. Fuente: R. Fernández

Simón de Cirene fue un hombre que, según se cuenta en los evangelios sinópticos, regresaba del campo cuando los soldados romanos lo obligaron a cargar la cruz de Jesús. El Hijo de Dios se dirigía hacia el Gólgota, donde posteriormente fue crucificado. Precisamente, en cada viernes santo, durante el vía crucis, recordamos su ayuda en la quinta estación del recorrido.

Este mismo espíritu es el que mantiene la Asociación Civil Cireneos, una organización sin fines de lucro cuyo objetivo es posibilitar una vida digna.

“Cireneos trabaja con voluntarios misioneros, los cuales se ven identificados en el personaje bíblico de Simón de Cirene, un hombre que es obligado a cargar con la cruz de Jesús. Simón se encuentra en esa situación, no era necesariamente cercano ni un seguidor suyo, pero de igual manera se hizo cargo de esa situación. En esta imagen nos basamos, porque también permite que gente ajena a la Iglesia se pueda sentir identificada con ese testimonio. Tenemos que ayudar a los más necesitados a cargar con sus cruces”, explica ‘Jimmy’ Mc Cubbin, laico que dirige a la organización.

Un abordaje integral

¿Cómo se trabaja esta situación de servicio y misión? “Cireneos brinda un apoyo integral a familias que viven en máxima precariedad. Nosotros nos enfocamos en tres pilares: vivienda digna, la educación y la fe. Se busca un abordaje amplio, porque no trabajamos sobre la vivienda sin contemplar la educación, o sobre la educación sin considerar la fe. Se consideran y trabajan de manera interrelacionada”, desarrolla Mc Cubbin.

El director de Cireneos, posteriormente propone, algunas áreas concretas de servicio: “¿Cómo ayudamos al más necesitado a cargar con su cruz? Llevando propuestas de educación, buscando generar una salida laboral y realizando talleres, clases de cocina, herrería o sanitaria, acompañando a los niños durante su período escolar, o proponiendo actividades deportivas para buscar un desarrollo más completo. Desde lo lúdico podemos enseñar valores, la importancia del compromiso, el trabajo en equipo y otras cosas que el deporte nos permite. Con respecto a la vivienda digna, creemos que es un pilar fundamental para que cualquier persona se pueda desarrollar correctamente. Una de nuestras propuestas es un hogar transitorio, que consiste en un container, y luego se trabaja sobre una vivienda definitiva. La primera busca eliminar rápidamente la precariedad, mientras que la segunda procura potenciar a la familia y brindarles una mayor calidad de vida”.

“Cireneos brinda un apoyo integral a familias que viven en máxima precariedad”

‘Jimmy’ Mc Cubbin

Mc Cubbin misionó previamente dentro del movimiento Luceros, en 2017. Ellos iban una vez por semana hacia el asentamiento Santa Eugenia —los lunes, por la noche—, y repartían algo para comer y una chocolatada. También rezaban junto con los vecinos del lugar. “A partir de eso, que fue la primera presencia en el lugar, tratamos de que el barrio nos permitiera entrar un poquito más y nosotros aumentar nuestro apostolado, para lograr transformar verdaderamente su realidad. Arrancamos con apoyo escolar, con una escuelita de fútbol, y con celebraciones como la Navidad.”, recuerda.

Cireneos comienza bajo esa misma base, y ya lleva siete años. Su primer lugar de servicio fue en Santa Eugenia, pero en la actualidad se trabaja de manera simultánea en otras cuatro zonas: Costanera (en Canelones), Humberto Pica (en Melo), y Viejo Berrán y Roberto Mariano (en San José).

Pascua misionera

Es muy conocido el proyecto Colmena de Cireneos, en el barrio Santa Eugenia. Atrás quedó el asentamiento, para dar inicio a un barrio, a una vida más digna para todos. Pero, durante la pasada Semana Santa, Cireneos tuvo un importante rol en la asistencia por las inundaciones en San José, a partir del proyecto Hormigas.

Hormigas es una iniciativa que se construye desde el antecedente de un grupo de jóvenes voluntarios, que recorrían algunas zonas del departamento. “Somos misioneros que hace un tiempo veníamos trabajando en dos barrios carenciados, pero necesitábamos darle una estructura a ese servicio. No teníamos una organización. En ese momento el padre Emiliano, que es un sacerdote de acá, armó un proyecto para consolidar un trabajo más coordinado entre todos los grupos misioneros. Ahí aparece el proyecto Hormigas, que se lanzó el pasado 3 de marzo. Después de ese inicio se oficializó que Cireneos va a llegar a San José, y que nosotros vamos a ser parte de esa misión”, repasa Nicole Peña, una de sus voluntarias.

Uno de los principales objetivos de Cireneos es promover una vivienda digna, que permita una mayor calidad de vida. Fuente: R. Fernández

“Cuando llega todo esto de las inundaciones, nosotros ya veníamos ayudando en los barrios y conocíamos algunas familias. Empezamos a visitarlos y ver qué se necesitaba, y la realidad era que faltaba ayuda, más que nada desde lo material: conseguir donaciones de ropa, muebles, etcétera. De a poquito nos fuimos organizando y desde ahí empezamos a sumar gurises que son de la zona o que estudian en San José. ¡Se generó una movida grandísima!”, afirma Peña.

Los grupos misioneros enfrentaron el desafío de consolidar su nueva red de asistencia para hacer frente a las necesidades del departamento, durante la última Semana Santa: “Fue una experiencia preciosa, porque visitamos y acompañamos a gente que habíamos ayudado hace poco tiempo, que obviamente no estaban recuperados del todo, pero con quienes ya teníamos un vínculo previo, y además en una época del año muy especial. Sin dudas fue una misión diferente a las demás, no solo por estar próximos a la Pascua. A veces misionar implica recorrer, ir al encuentro de los vecinos y hablar con ellos, prestarles un oído. Pero en este caso ellos precisaban una ayuda concreta, que va mucho más allá que una palabra de aliento. Fue una misión de mucha oración, en la que intentamos rezar bastante y compartir en comunidad todo lo que Jesús vivió en esa semana. Terminamos el Sábado Santo con un festejo entre nosotros, y el Domingo de Resurrección estuvo espectacular. El Viernes Santo había sido un día fuerte, intenso para todos. Cada misionero estaba metido en el momento de la semana que transitábamos”.

Cifra: 50 misioneros colaboraron en las inundaciones, provenientes desde San José, Melo y Montevideo.

Las tareas que desarrolla el proyecto Hormigas son en sintonía con el plan de acción de Cireneos. El grupo mantiene los mismos enfoques de trabajo, y los adapta según la necesidad de las personas. “Acá, por ejemplo, en lo que se necesita más apoyo es en la educación y en la fe. En la parte de la vivienda digna, hay muchas cosas para colaborar, pero también la intendencia está trabajando para asistir en esos barrios, así que no estamos solos. Creo que en educación y fe nos queda demasiado trabajo por delante. Nos vamos a centrar un poco en eso, viendo qué necesidades hay. Algunos vecinos nos dijeron que precisan ayuda con las clases de apoyo o en los merenderos, así que debemos ocuparnos de eso. En cada caso, tenemos que coordinar el trabajo para ver la disponibilidad de los voluntarios y en qué rol cada uno puede aportar”, complementa.

¡Todos podemos contribuir para generar una vida más digna!

Desde el proyecto Hormigas, en San José, reciben donaciones de comida, muebles, camas, colchones, acolchados, almohadas y electrodomésticos. Por el momento, no se necesitan donaciones de ropa.

Quienes estén interesados en colaborar, se pueden comunicar al número 092 665 488.

Por: Leandro Lia

Redacción Entre Todos

Comentarios(2)

  1. Alicia Coppo. says

    Hermosa obra! Necesito el número de cuenta bancaria para hacer donacion a Cireneos.Que Dios nos bendiga.

  2. Roberto Mezzera says

    ¡Adelante muchachos!
    La obra de Cireneos es un ejemplo magnífico, a ser seguido por otras asociaciones o grupos de apostolado y acción social.
    ¡Que Dios los bendiga!
    ¡Hasta el Cielo no paramos!!!

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