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Unidos en comunidad

San José, esposo de María es una de las últimas parroquias creadas en la Iglesia de Montevideo y tiene una impronta misionera a través de la Sociedad San Juan.
Durante el rito del inicio del catecumenado. Fuente: R. Fernández

Domingo 27 de agosto, 11 horas. La misa que se celebra en la parroquia San José, esposo de María (Avenida de las Instrucciones 1343) es especial por dos motivos. Por un lado, es el punto de cierre de la misión de Volver a Empezar, programa misionero de la Nueva Evangelización animado por la Sociedad San Juan. Por el otro, cinco jóvenes (Milena, Rolando, Rolando, Facundo y Candelaria) reciben el rito del inicio del catecumenado.

Es una misa normal, salvo que el templo está teñido de azul por la presencia de las integrantes de la comunidad apostólica, que se dedican al anuncio del evangelio en el barrio Lavalleja.

El padre Valentín Goldie (46) preside la misa, que dura más de lo habitual ante los dos sucesos. Al terminar, imparte la bendición a los fieles y los invita a compartir un almuerzo comunitario. Dos tercios de los presentes se dirigen a uno de los salones parroquiales, mientras que las misioneras de la Sociedad San Juan animan la bendición.

La comunidad unida celebra la santa misa. Fuente: R. Fernández

Más de medio siglo de presencia en el barrio

Los orígenes de la parroquia San José, esposo de María se remontan al año 1967, cuando los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús —conocidos como Dehonianos— crearon el centro social y cultural “Laura Vicuña”, que se ubicaba enfrente a donde hoy está el templo.

Angélica (79) fue catequista de aquel centro, que era atendido por los sacerdotes que también estaban a cargo del Santuario Nacional de la Gruta de Lourdes. "Teníamos catequesis con ciento veinte niños que iban a recibir la primera comunión”, recuerda.

Fachada del templo parroquial. Fuente: R. Fernández

El territorio parroquial abarca un extremo del barrio Peñarol, se recuesta sobre el arroyo Miguelete hacia el Cementerio del Norte y bordea la jurisdicción de la Gruta de Lourdes. La piedra fundamental de la capilla se colocó el 19 de marzo de 1972. La primera misa y las primeras comuniones se realizaron el 13 de mayo de 1973 y el primer matrimonio se celebró el 28 de julio de 1973.

El templo es una obra del arquitecto Juan Antonio Pérez Mackinnon. En el libro La historia de la misa desde el Renacimiento hasta el Concilio Vaticano (San Benito Editorial, 2004), Mons. Julio César Delpiazzo (1927-2016) definió al templo como “hermoso y moderno” donde “la comunidad, abrazando al altar y al ambón, alaba al Señor mediante la participación activa”. El sacerdote destacó las formas arquitectónicas, las luces y los colores que “envuelven al espacio en un ambiente del todo adecuado para la finalidad cultual de acuerdo a las características que hoy se exigen para ello”.

Portada del quincenario Entre Todos (25 de octubre de 2008) que anunció la creación de la parroquia San José, esposo de María. Fuente: Archivo DECOS Montevideo

En 2006, mientras Mons. Nicolás Cotugno, entonces arzobispo de Montevideo, realizaba una visita pastoral por la zona, un grupo de fieles de la capilla se le acercó y le preguntó si podía establecer la constitución canónica de la parroquia. San José, esposo de María fue erigida parroquia el 19 de octubre de 2008 y su primer párroco fue el P. William Bernasconi. "Antes solo estaba el templo, después se construyeron los salones parroquiales", cuenta Angélica.

La misa de inauguración de la parroquia y toma de posesión del párroco fue ese mismo día. Era un domingo. Según relata la crónica, el sol estaba radiante y fue una fiesta para toda la Iglesia.
En la homilía, Mons. Cotugno exhortó al P. Bernasconi a formar de la parroquia una “familia de familias” para que todos puedan conocer la palabra de Dios. Y después, el arzobispo se dirigió a los fieles y dijo: “¿Se acuerdan cuando hace dos años hicimos la visita pastoral y ustedes me dijeron que querían ser parroquia? ¡Qué obediente que fui, se dan cuenta!”. San José, esposo de María es la parroquia número ochenta de la Iglesia de Montevideo, y fue la tercera creada por Mons. Cotugno.

El P. Valentín Goldie durante la celebración de la santa misa. Fuente: R. Fernández

Una comunidad unida

Los almuerzos comunitarios después de la misa dominical es una idea del P. Goldie, quien se mudó a la parroquia el 22 de agosto de 2022 y el 1°. de febrero de 2023 asumió como párroco. "Me encontré con una comunidad pequeña en número. La gente se conoce y se quiere", dice. La parroquia está integrada, a nivel general, por adultos mayores. "Saqué la cuenta y hay gente de siete nacionalidades distintas. Hay colombianos, italianos, españoles, argentinos, cubanos, venezolanos y uruguayos", comenta el párroco.

Los sábados la misa se celebra en la capilla San Francisco (José María Silva 3980), que depende de la parroquia y se ubica a siete cuadras del templo. Los lunes, la eucaristía tiene lugar en casas de familias. "Muchos fieles están enfermos y esta es la única posibilidad que tienen de ir a misa", explica el P. Goldie. Entre siete y ocho fieles participan y son cinco casas las que se turnan una vez por mes. El resto de los días las misas se celebran en el templo.

Los miércoles de tarde hay un espacio formativo para aquellos que tienen un proceso de fe avanzado. Además, hay catequesis para adultos y niños, que se realiza los sábados de tarde. "Vienen pocos chicos. No sabemos si es un espacio que continuará con el tiempo ante esta realidad", dice el párroco.

Cifras

1972 año en el que se colocó la piedra fundamental de la capilla. 

2008 año en el que la capilla fue erigida a parroquia. 

Primer anuncio en el barrio

La Sociedad San Juan comenzó a misionar por el barrio Lavalleja en 2018 a través de Volver a Empezar, un programa de común acuerdo entre la parroquia y la comunidad apostólica. "Es el brazo misionero de la parroquia. A partir de ahí formamos grupos de adultos que se integran a la vida comunitaria", cuenta el sacerdote.

En tanto, Carmela (23) manifiesta que: "Misioneros, junto con sacerdotes y religiosas de la Sociedad San Juan, empezamos a ir casa por casa para contarle a las familias del barrio quiénes éramos y qué íbamos hacer, pero lo principal era llevarles el amor de Dios”.

Karina (50) integra la comunidad desde niña. Fue animadora e hizo todo su proceso de fe en la parroquia. Después fue invitada por la Sociedad San Juan a formar parte del programa de evangelización: "La propuesta era novedosa para mí porque es carismática. Empecé a hacer el camino. Después, acompañé a los muchachos en las visitas casa por casa".

Integrantes de la Sociedad San Juan y fieles de la comunidad comparten el almuerzo. Fuente: Romina Fernández

La Casa de la Palabra, que está ubicada en la capilla San Francisco, se inauguró a principios de 2019. Los encuentros se realizan los jueves y consisten en leer el Evangelio, cantar, escuchar una prédica y rezar una oración. El párroco señala que muchas personas que se acercan a la Casa de la Palabra, después se integran a la parroquia.

"En las familias del barrio, hay realidades muy difíciles y oscuras. Por eso, es muy importante la presencia de Dios ahí", cuenta la misionera. Es un barrio con un contexto complejo en lo que respecta a la seguridad: "Vamos con mucha paz porque estamos muy confiados en que Jesús está con nosotros y él nos lo pide. El miedo y la falta de confianza quedan a un lado porque ponemos la confianza primero en Dios".

Carmela explica que hasta hace unos meses, el barrio era considerado zona roja debido a la inseguridad y tanto policías como médicos no ingresaban a la jurisdicción: "Es increíble que no vayan ellos, pero sí vaya el Señor. Entramos en nombre de Él. Damos gracias a Dios que en seis años de misión nunca haya pasado nada malo. Como vamos en nombre de Jesús, la gente nos respeta mucho y hasta nos pide una bendición".

El domingo avanza y la sobremesa continúa. Las misioneras de la Sociedad San Juan animan con música y tocan la guitarra. Por eso para el párroco el almuerzo cada domingo es una instancia pastoral fundamental: "En esta parroquia hace tiempo murió la propuesta clásica. No decimos 'abrimos catequesis para niños' y con eso la gente se arrima sola. Eso ya fue. Tenemos que salir a buscarlos y focalizarnos en que la comunidad esté linda”. Su objetivo es que en la comunidad se mantengan las relaciones humanas, y que eso sea un factor de atención para los que están alejados.

Fiesta en la comunidad

El próximo 20 de octubre, la comunidad San José, esposo de María celebrará el décimo aniversario de la dedicación del templo parroquial que realizó Mons. Milton Tróccoli, entonces obispo auxiliar de Montevideo. 

Por: Fabián Caffa

Redacción Entre Todos 

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