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“Una Iglesia en salida, evangélica y transparente”

La nueva carta pastoral se presentó durante el encuentro del presbiterio de Montevideo
El Cardenal Daniel Sturla durante la presentación de la carta pastoral / Fuente: DECOS Montevideo

Este lunes 27 de marzo se presentó en el encuentro de presbiterio, en el Aula Magna de la Facultad de Teología, la carta pastoral “Una Iglesia en salida, evangélica y transparente”. El documento se lanzó como la continuación de las dos cartas anteriores del Cardenal Daniel Sturla “Transparencia de evangelio” y “Ser la alegría de Dios”. “Esta carta que presentamos hoy tiene la particularidad de que son orientaciones prácticas” destacó el Arzobispo de Montevideo.

Impulso a la catequesis y la pastoral social

El Cardenal Daniel Sturla anunció que en “2017 queremos continuar en la ejecución de los anteriores programas e impulsar las recomendaciones pastorales que aún debemos atender: la catequesis y la pastoral social”. Y enfatizó: “Con este proyecto queremos responder a la pregunta 'Señor, ¿a qué nos invitas hoy a nosotros?, ¿Qué harías en nuestro lugar?'".

Otra de las preguntas que motivó la carta pastoral, según el Arzobispo de Montevideo, fue “¿cómo seguir trabajando hacia el futuro para lograr que el Evangelio a todos (...), especialmente a aquellos hermanos que se han ido alejando de la práctica de la fe?” . También sostuvo que para la elaboración del documento compartió ideas con el Obispo Auxiliar, Monseñor Milton Tróccoli, y el equipo de Curia, integrado por el Vicario Pastoral Daniel Kerber, el ecónomo el Padre Pablo Coimbra y el Secretario Canciller, Padre Juan González.

Carta Pastoral Una Iglesia en salida evangélica y transparente

Resumen de la carta pastoral “Una Iglesia en salida, evangélica y transparente”

Objetivo general

Ser Iglesia en salida, evangélica y transparente.

La Iglesia no existe para sí misma. La Iglesia vive por Jesús y para Él. Lo anuncia, proclama su Palabra, celebra los signos palpitantes de su presencia en los sacramentos, sobre todo hace actual cada día, en el altar, el sacrificio eucarístico.

Somos iglesia en salida cuando: movidos por el Espíritu, vivimos la alegría de encontrarnos con Jesús, lo servimos en el prójimo y en la sociedad, lo anunciamos a todos y así, siendo transparencia de su presencia, convocamos a ser comunidad que vive y celebra el amor del Padre.

Objetivos específicos

  1. Anunciadora (kerygmática): Una Iglesia “anunciadora”, que da testimonio de Jesús Resucitado, de la alegría de ser cristianos, inquieta, que salga a buscar a los bautizados que se han alejado de la fe.

  2. Que vive la comunión (koinonia): Una Iglesia que vive la comunión. Capaz de vivir la diversidad con cariño. Donde haya una coherencia pastoral sin pretensiones de uniformidad.

  3. Servidora (diakonía): una Iglesia servidora que se pone del lado de los últimos.

  4. Que celebra el Domingo (liturgía): Una Iglesia que se reúne cada domingo a celebrar la Eucaristía. La iglesia que es comunión y servicio, también es una Iglesia celebrante. No podemos menos que celebrar a Aquel que se hace presente en medio de nosotros y con nosotros, unidos en el mismo Espíritu, glorifica al Padre. Entre las diversas celebraciones de la Iglesia, quiero detenerme particularmente en la celebración del Día del Señor, el domingo.

¿Cómo alcanzar los objetivos?

  1. Anuncio: formar un equipo diocesano que apoye a las parroquias en el primer anuncio, y propicie la formación de equipos locales (parroquiales o zonales). Priorizar en la pastoral arquidiocesana los procesos discipulares.

  2. Comunión: Implementar a través del IAF (Instituto Arquidiocesano de Formación) la formación de discípulos misioneros.

  3. Servicio: Repensar el rol de la Iglesia en relación a la problemática social.

  4. Liturgia: Dar al año litúrgico un lugar central en la vida de la Arquidiócesis. Promover diversos tipos de celebraciones comunitarias de la fe.

Criterios de acción

  1. Una Iglesia participativa: Donde presbíteros, diáconos, consagrados y laicos encuentren su lugar, y donde los organismos de participación sean efectivos y fecundos intrumentos para la nueva evangelización.

  2. Ubicada en la sociedad plural: Una Iglesia ubicada en la sociedad plural en la que vivimos, que diga su palabra sin pretensiones hegemónicas, capaz de escucha y diálogo, pero sí anunciando a Jesucristo y las implicancias éticas de su seguimiento, con humildad y sin complejos.

  3. Una Iglesia capaz de hablar en un lenguaje comprensible.

Aquí puede leer la carta pastoral

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