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Un verdadero encuentro con la Reina del Cielo

Miles de personas visitan año a año el Santuario Nacional de la Gruta de Lourdes
Miles de personas concurren por año a la Gruta de Lourdes./ Fuente: Federico Gutiérrez

En la Avenida de las Instrucciones 2223, en la denominada periferia del departamento de Montevideo, se encuentra el Santuario Nacional de la Virgen de Lourdes. Con más de ochenta años de historia es uno de los lugares de la capital que más gente reúne en torno a la fe. Los días 11 de cada mes, devotos de la Virgen María peregrinan hacia la gruta para poner a sus pies la salud de sus seres queridos y ofrendar la propia vida a Jesús a través de su Madre, la patrona de los enfermos.

“Ahí tienes a tu Madre”

La tarde caía lentamente y la brisa se transformaba en un viento frío. Desde que ingresamos al santuario se percibía un clima especial. El padre Manuel Laurenço junto a dos feligreses nos esperaban para conversar sobre la intensa vida del lugar.

El sacerdote, procedente de Recife, Brasil, es miembro de la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús, más conocida como Padres Dehonianos. Actualmente vive con el vicario, el padre Joaquín, de origen español, y con Nahuel, un seminarista uruguayo.

En el mes de setiembre de 2020, el padre Manuel llegó a Uruguay para seguir la obra que comenzó su Orden: “hace más de ochenta años que estamos aquí, fuimos los fundadores del Santuario. Además de la gruta con la imagen de María, está el Calvario, la Cruz de la Paz (bendecida por san Juan Pablo II en su segunda visita), la Capilla de la Luz y las fuentes con agua bendita”, cuenta.

Con un gorro de lana y guantes se acercó Ángela, vecina del barrio Lavalleja. Todos los días, desde 1977, visita a María. “Soy muy devota y fui catequista. A mis hijos los bautizaron acá y también recibieron la primera comunión”. Ella es una de las “todo terreno” del lugar, de las que habla el Card. Sturla, siempre dispuesta a dar una mano en lo que sea necesario.

También vemos llegar a un hombre con tranco lento que se acerca a darnos la bienvenida; es José, quien vive en el barrio Piedras Blancas y es padre de cinco hijos. Participa de las actividades todos los días 11. Actualmente colaboro con el P. Manuel, este predio es muy grande, siempre estamos manteniéndolo y viendo cómo mejorarlo; me siento muy bien aquí”.

Un lugar que inspira

Todas las personas con las que hablamos coinciden en el mismo sentimiento: entrar allí es como entrar a otro mundo. El canto de los pájaros, los árboles, las imágenes y el perfecto estado del predio juegan un papel fundamental.

La imagen principal de la Virgen de Lourdes está ubicada sobre una roca, que a su vez, forma parte de la famosa gruta. Allí se encuentran pequeñas piedras traídas especialmente desde aquel lugar solitario, de suelo árido y seco y de rocas seminegruzcas, en el sur de Francia, donde se produjo la primera de las dieciocho apariciones. “Las trajo la esposa de Steverlinck, quien donó este predio. La gente pasa y las toca; para mí tienen un significado especial, estuvieron donde estuvo la Virgen”, afirma la vecina del barrio Lavalleja.

“La imagen fue traída de Francia, hace poco la restauramos, tenía siete capas de pintura. Las cenizas de la familia que donó este espacio están detrás de la gruta. Le pidieron a sus hijos que al morir fueran depositadas aquí. Como ellos hay mucha gente que lo desea y sus allegados cumplen con ese pedido”, relata José.

Los domingos es el día de más concurrencia: “vienen a buscar agua bendita, encienden velitas, la gente pasa mucho rato rezando; también reciben el sacramento de la reconciliación y celebramos la misa”, cuenta el padre Manuel.

Los lunes el horario es de 10 a 17. De martes a domingo de 9 a 18. El rezo del santo rosario se realiza de martes a domingos a partir de la hora 16 y posteriormente se celebra la eucaristía. Las confesiones se solicitan en santería de martes a domingos.

Mediadora de todos

Los testimonios son miles en todo el mundo; Uruguay integra la lista de milagros y gracias obtenidas por mediación de María.

Quien es muy asiduo al santuario es el exfutbolista, arquero de amplia trayectoria en el fútbol uruguayo, Jorge Contreras. Consultado por su reconocido amor por la Virgen María, relató su experiencia de sanación. “Hasta hoy mis amigos me dicen que no lo pueden creer. Yo siempre estuve convencido de que iba a salir adelante y que no iba a tener que usar una urostomía. Gracias a Dios, a la Virgen y a todos los santos estoy bien y se achicó el tumor. Tengo algunas pequeñas secuelas pero no tengo cáncer, no tengo ganglios, eso para mí es volver a vivir. Tengo tatuada a la virgencita y todos los días 11 me voy caminando hasta la gruta, ella es todo para mí”, cuenta emocionado.

Ángela recuerda, con lágrimas en los ojos, que su nieta estuvo al borde de la muerte cuando era muy pequeña. “Tenía cinco meses, tuvo muchas complicaciones; vine a rezarle a la Virgen, ahora tiene diecisiete años, tiene muy buena salud y viene conmigo los días 11 a agradecer”.

Por otra parte, José comparte el testimonio de un amigo: “Desde que entró sintió algo distinto, no es lo mismo que se siente afuera; se sentó en un banco y lo invadió una paz inexplicable”. “Acá pasa eso”, afirma.

Un pedido de María

El 19 de febrero de 1858, santa Bernardita llegó a la gruta, en un pequeño pueblito del sur de Francia, con una vela bendecida que mantuvo encendida en sus manos hasta el final de la aparición. Antes de marcharse, la Virgen María le pidió que dejara que la vela se consumiese allí. Esta fue la primera de millones de velitas que peregrinos del mundo entero continúan ofreciendo a lo largo de estos más de ciento cincuenta años.

En la gruta de Montevideo existe un lugar llamado Capilla de la Luz, que se construyó el 8 de febrero de 1947. El 11 de febrero de 1958 se inauguró el primer lugar para encender velas, bendecido por el cardenal Antonio María Barbieri. En mayo de este año el cardenal Daniel Sturla bendijo la capillita donde cada peregrino deja encendida la suya.

Ángela cuenta que la mayoría de la gente que va a rezar deja una velita encendida. “Hay una devoción muy grande. Vienen familias con niños, muchos pasan el día cuando el tiempo acompaña. Tenemos que estar atentos porque las personas pueden dejar velitas encendidas en otros lados”.

José, junto a integrantes de la comunidad, colabora en la refacción de dicha capillita. “Siempre estamos atentos a las necesidades del santuario. Es un predio muy grande que requiere dedicación y compromiso. La capillita de la luz es un lugar muy lindo porque la gente deja su pedido a la Virgen a través de ese gesto”.

El padre Manuel reflexionó sobre la religiosidad del uruguayo. “Los cristianos uruguayos son como los de las primeras comunidades. Hay un hambre muy grande de Dios en esta zona de la capital. Como comunidad mariana nos gusta salir a visitar a las personas como ella lo hizo con su prima Isabel; trabajamos para ser cada día una comunidad atenta, solidaria y fraterna”.

Una espina entre tantas rosas

El pasado 20 de mayo el santuario fue visitado por los amigos de lo ajeno. La pequeña imagen de la Virgen de Lourdes, ubicada al ingreso del predio, donada por Radio María Uruguay y bendecida por el arzobispo de Montevideo, cardenal Daniel Sturla, desapareció de su ermita.

El lugar de mayor devoción de Montevideo fue noticia. El padre Manuel nos aportó datos de lo acontecido: “La imagen está siendo buscada aún. Quien la robó ya está detenido. Por la información que obtuvimos es una persona de la zona; rompió el vidrio y se la llevó”.

Ángela y José reconocen estar muy tristes por lo sucedido: “La virgencita acompaña al barrio y también a los que van de camino. ¡La gente se detiene allí cuando el predio está cerrado; cómo hay gente que puede hacer estas cosas!”.

Por su parte el exfutbolista dijo sentirse con mucha amargura e impotencia por el hecho: “No puede ser que lleguemos a este extremo. Es una cosa increíble. Ya no hay respeto por nada”.

Commentario(1)

  1. Layla says

    Siempre crei en la Virgen Maria y su amado Hijo , visite la gruta miles de veces con mis padres y a veces con companieras de estudios.
    hoy soy abuela y vivo muy lejos de mi querido Uruguay al que nunca, habia pensado dejar, pero lo deje siendo muy joven, tenia 27 anios , este fin de semana voy a Oregon a visitar la Gruta aca en Estados Unidos , espero llegar ya mis piernas, no son fuertes como antes , y mi hija que ya la a visitado quiere llevarme , voy a ver a LA MAMITA Y PEDIR SU BENDICION PARA TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
    SALUDOS DE
    LAYLA LAIN

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