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Un espacio socioeducativo de reconocimiento

Por los Niños Uruguayos, una ONG que comenzó en un viejo vagón de tren donde se brindaba apoyo escolar
La ONG en acción/ Fuente: Por los Niños

El proyecto surge en el año 2002, en plena crisis económica y social, donde había muchos niños bajo la línea de pobreza, con rezago escolar, o que directamente abandonaban sus estudios”, cuenta Sebastián Mas, actual coordinador general de la ONG Por los Niños Uruguayos. Las maestras fundadoras —Mercedes Grecco y Mary Próspero— y un gran equipo fueron quienes diseñaron el proyecto original que estaba orientado fundamentalmente desde el apoyo escolar y la realfabetización de adultos en el barrio Esperanza, más conocido como Acosta y Lara, que bordea el Arroyo Carrasco en la zona de Carrasco Norte, el límite departamental de Montevideo y Canelones.

A su vez, el momento de la fundación fue impulsado por la búsqueda de compromiso social del grupo de Vida Ascendente de la Parroquia San José de la Montaña. Las fundadoras eran maestras de instituciones educativas de la zona y conocían muy bien las necesidades de la comunidad. Consiguieron un viejo vagón de tren, lo acondicionaron y comenzaron a brindar apoyo escolar y educación para adultos, y así surgió el proyecto El Vagón.

El Vagón, Proyecto Mochila y Apoyo Liceal

“La propuesta socioeducativa de El Vagón pone a la persona en el centro, confía en cada ser humano, en los niños, en los adolescentes y también en sus familias. Eso es lo fundamental y esta es una perspectiva eminentemente cristiana. El Proyecto Mochila y el Apoyo Liceal, por cómo están diseñados y por la dinámica que poseen, son propuestas innovadoras con altos resultados educativos”, señala Sebastián. Además del apoyo académico, los jóvenes participan de espacios recreativos, deportivos y artísticos de forma semanal, para así desarrollar otro tipo de habilidades y valores.

En la actualidad, El Vagón funciona gracias al esfuerzo de 90 voluntarios que participan en forma semanal de los diferentes proyectos. También hay una maestra, un referente de proyectos y una persona que trabaja en el área administrativa.

Creciendo en equipo

Fundamentalmente, los coordinadores constatan la permanencia de los niños y adolescentes en el sistema educativo formal, buenos resultados académicos y proyección de la continuidad educativa. “Nuestros alumnos mayores ya están en 3° y 4° de liceo y se han propuesto para ser voluntarios de los niños de 1° y 2° de escuela”, explica Sebastián.

Otro aspecto a destacar es la relación que se establece con las familias a través de diferentes espacios educativos para los padres, tíos y abuelos. Esto enriquece la propuesta, el sentido de pertenencia y los vínculos, tanto dentro de las propias familias como con El Vagón. Por ejemplo, está el proyecto “Hogar y Huerta” que, a través del armado de una huerta y la promoción de una alimentación saludable, fortalece el vínculo entre los vecinos y los voluntarios.

La relación con las instituciones educativas públicas de la zona también se trabaja, y se busca hacer un proceso de intercambio que favorezca a los alumnos. “Entendemos que la educación no formal tiene que fortalecer los puentes para que los estudiantes se mantengan en la educación formal, por el recorte cultural que existe en ésta y por la acreditación”, puntualiza el coordinador general de El Vagón. Es por eso que la institución trabaja "codo a codo” y en equipo con la ONG Las Violetas (que tiene proyectos sociales para las mujeres del barrio) y con la Asociación Civil Esperanza, que tiene proyectos de vivienda.

Junto a la Asociación Civil Esperanza estuvimos muy cerca en todo el proceso de regularización que se viene llevando a cabo desde la Intendencia de Montevideo y el MVOTMA. Se construyeron viviendas, se erradicaron los pasajes, se instalaron el alumbrado público y las veredas, se levantó la nueva policlínica y el salón comunal, en donde desarrollamos el Proyecto Ludoteca. En este marco nos presentamos a los fondos de iniciativas barriales logrando gestionar el Proyecto junto al barrio. Se desarrollaron siete nuevos talleres el año pasado, insumos para los talleres de percusión, guitarra y psicomotricidad, cocina y la construcción de un escenario barrial”, agrega Sebastián.

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