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Trabajo conjunto entre la Iglesia y la Intendencia de Montevideo

La comuna tiene acuerdos con obras eclesiales que permiten un trabajo más coordinado y con mejores resultados
Tacurú es pionera en convenios con el gobierno departamental.

La Intendencia de Montevideo (IM) y diferentes obras de grupos de la Iglesia Católica cuentan con convenios y acuerdos de trabajo conjunto, que buscan contribuir en el logro de objetivos más eficaces y coordinados en temáticas como educación, inserción laboral, salud, cultura, grupos de acción social y deporte. En este informe se presentan algunas de estas acciones que cuentan con convenios con la IM, en proyectos puntuales en los que trabajan. Por ejemplo, están los casos de El Achique, la obra Acción Promocional 18 de Julio, así como del Movimiento Tacurú Salesianos y Ñandé. 

El Achique  

El Achique es un centro de tratamiento diurno para personas con consumo problemático de drogas. Atiende directamente a una población con vulnerabilidad social y se ubica en el Barrio Casavalle. Surgió en el año 2010, ante la demanda de vecinos de la comunidad por la creciente realidad del consumo problemático de drogas, principalmente en adolescentes del barrio. Los proyectos se basan en generar procesos de autonomía, laboral-social, y de revinculación socioafectiva. Por año se atiende a un promedio de entre 100 y 150 personas.  

La obra comenzó a funcionar en la policlínica "Padre Cacho", pero como la misma no era un lugar adecuado para trabajar de modo estable, el párroco ofreció la capilla "De la Luz", donde se ubica en la actualidad El Achique. Es decir, el centro funciona en un predio de la Iglesia Católica en el barrio Las Acacias y es gestionado por la organización civil "Hermana Marta". Depende tanto de la Intendencia Municipal de Montevideo como de la Junta Nacional de Drogas: la primera asume los gastos del centro, y la segunda se encarga de los pagos de sueldos de los funcionarios. Así se integra y gestiona El Achique. 

“Mejorías de la persona con sus vínculos, incluido el vínculo problemático con sustancias”  

La población que asiste allí es únicamente masculina, desde los 20 hasta los 50 años aproximadamente, la mayoría se encuentra en refugios con escasas redes de contención vincular. Las derivaciones de personas provienen de la Red Nacional de Drogas y de centros de referencia de salud o sociales del barrio o de zonas cercanas.  

Javier Guariglia, coordinador de El Achique, cuenta que “el Centro funciona como lugar de referencia, pertenencia para su cotidianeidad (…). Es un sitio que ofrece contención y pertenencia, así como satisfacción de necesidades básicas para personas que no tienen cubiertas las mismas”.  

A su vez, Guariglia explica: “Nuestros usuarios, personas con carencia vincular, con escasa formalización ciudadana y estados de exclusión social, hacen que nuestro Centro intente cubrir estas carencias, allí radica la importancia del proyecto. El Achique busca dignificar a las personas, promoviendo proyectos de autonomía o de autosustentaciónrevinculación afectiva y adaptación al medio social que vivimos (…). Los logros se basan en todas aquellas mejorías de la persona con sus vínculos, incluido el vínculo problemático con sustancias”. 

Acción Promocional 18 de Julio  

La Acción Promocional 18 de Julio nació en el año 1966 en el barrio 18 de Julio, zona del Cerrito de la Victoria, y es una obra que colabora en el desarrollo de la comunidad mediante la asistencia y el apoyo gratuito a la gestión de comisiones vecinales, grupos de acción social, de educación, deportivos y culturales.  

En el área laboral llevan adelante diversos planes de capacitación e integración que ofrecen oportunidades de crecimiento laboral, educativo y personal. El Centro trabaja en convenio con el MIDES, la Intendencia de Montevideo, INAU, ASSE, CODICEN y particulares. En concreto, con la Intendencia de Montevideo hay convenios en tres proyectos. Por un lado, el de Planta de Tratamiento de Residuos Orgánicos, por el cual la IM dispone de dos cuadrillas de la Acción Promocional 18 de Julio para desarrollar las tareas pertinentes a su propósito. Luego, el convenio para Limpieza manual de cursos de agua, con cuatro cuadrillas mixtas (con igual número de hombres y mujeres). Finalmente, está el arreglo para el Mantenimiento de taludes y cauces de agua en Montevideo, con tres cuadrillas mixtas de limpieza y mantenimiento.  

A su vez, el Centro cuenta con proyectos socioeducativos como el Centro Juvenil Integral “Ombú” y el Centro Juvenil “Quillapi”, que atienden a jóvenes entre 12 y 18 años y brindan actividades de apoyo a la reinserción educativa, artes, cultura, recreación y deportes. Referido a los proyectos del área de desarrollo local, hay una biblioteca, sala de informática, peluquería, jardinería y Acreditación por la Experiencia (Primaria), donde se imparten cursos que forman parte de un programa en convenio con el Consejo Directivo Central (CODICEN), dirigido a la población de la zona que no está inserta en sistema educativo formal. 

Movimiento Tacurú Salesianos  

En 1992 el Movimiento Tacurú fue pionero en este tipo de experiencias de educación dual en convenio con la comuna.  En la actualidad, 350 jóvenes participan de los convenios, que son con la Intendencia, los Municipios C y CH y con Presidencia de la República. Algunos implican la tarea de recolección de residuos, otros de barrido de calles, reparación o construcción de viviendas, mantenimiento de espacios públicos como plazas de deportes y limpieza de ferias vecinales. En su mayoría, participan jóvenes de entre 18 y 29 años de edad, y, durante el transcurso del proyecto, Tacurú les propone la participación en espacios formativos.    

“La idea es que aprovechen la experiencia, que como máximo tiene dos años de duración, por lo que queremos seguir creciendo y buscamos la posibilidad de una mayor formación en oficios e incluso la posibilidad de que puedan finalizar el ciclo básico durante el transcurso de la propuesta. Buscamos acompañar a los jóvenes desde el equipo de educadores para que desarrollen competencias que luego faciliten la inserción al mercado laboral (…). Nuestros proyectos son viables gracias a los recursos económicos que nos facilita la ciudadanía a través de la Intendencia”, explicó el P. Néstor Luis Castell, director Movimiento Tacurú.   

La herencia de Don Bosco se materializa en la actitud de los educadores: hablan de ser “casa” (como lugar de encuentro fraterno, de  

cuidar al otro), también del “patio” (espacio de encuentro y compartir con alegría), “escuela” (allí donde se desarrollan y sacan a la luz lo mejor que cada uno tiene) y “parroquia” (donde aparece la dimensión de la fe, dándole sentido a lo que allí se hace).   

El P. Castell expresó que “Tacurú es una oportunidad para muchos jóvenes en situaciones de contexto crítico y vulneración de derechos, oportunidad de tener una experiencia laboral y un salario, oportunidad de encontrarse a sí mismos, de encontrarse con otras miradas que los ayudan a crecer, de contar con alguien que los escuche, de conocer otros barrios de su propia ciudad, oportunidad de ser solidarios con otros jóvenes, y también, oportunidad de crecer en la fe yendo al encuentro con Jesús”. 

Ñandé  

Ñandé es una organización que brinda soluciones tecnológicas para la construcción de viviendas sociales, incorporando alternativas de gestión y organización. Junto con otros sectores de la sociedad interesados, públicos y privados, promueven el desarrollo integral de personas y comunidades, la capacitación laboral de jóvenes de escasos recursos y el desarrollo de tecnologías alternativas que mejoren el acceso a una vivienda digna a personas de bajos recursos económicos. Ñandé trabaja en convenios junto al Movimiento Tacurú desde el año 2011.  

En el marco de Proyectos Educativos de Acompañamiento Laboral (PEAL), que el Movimiento Tacurú realiza en convenio con la IM, participan jóvenes que reciben una capacitación teórico-práctica introductoria por parte de Ñandé para diversas tareas dentro de la industria de la construcción. Ñandé aporta los proyectos arquitectónicos, los kits de viviendas prefabricadas, la capacitación técnica y el personal especializado para realizar las tareas constructivas y acompañar a los jóvenes en el desarrollo de esta pasantía. Con este proyecto se ha trabajado en los realojos de varios asentamientos de Montevideo, entre ellos en La Manchega, Río Guayas, Áreas Centrales y Brazos Unidos.   

Ñandé brinda trabajo a cerca de 50 personas, y en estos años de trabajo, desde 2011, han pasado por esta experiencia unas 70 personas. Lo que reciben quienes pasan por Ñandé es una formación dual: capacitación teórica y acompañamiento para incorporar competencias técnicas y habilidades transversales (actitudinales, emocionales y más). 

Otros proyectos conjuntos 

La Iglesia Católica de Montevideo ha cedido predios a la Intendencia de Montevideo para la instalación de plazas públicas en los barrios Cruz de Carrasco, Cerrito de la Victoria y Punta de Manga. 

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