El mediodía del lunes 3 de mayo se celebró, en la Catedral Metropolitana, la Fiesta de San Felipe y Santiago —apóstoles y mártires—, patronos de Montevideo. La Misa fue presidida por el Card. Daniel Sturla, acompañado por el Obispo Auxiliar, Mons. Pablo Jourdan, y el P. Juan González. La celebración fue transmitida a través del canal de Youtube de ICMtv.
La fiesta en el origen de la ciudad
Al comenzar la homilía, el Card. Daniel Sturla hizo una breve recorrida histórica por los años de fundación de nuestra ciudad y el origen del patronazgo de los apóstoles. Narró que: “en 1723 el Rey de España, Felipe V, le escribió al Gobernador de Buenos Aires, Bruno Mauricio de Zabala, instándolo a que fundara una ciudad en este lugar, en esta bahía de Montevideo. Zabala se demoraba porque no tenía gente. Finalmente cuando pasa un barco español y ve que aquí estaban fundando los portugueses, al igual que había sucedido en Colonia del Sacramento, entonces Zabala viene y empieza el proceso fundacional de Montevideo”.
El Arzobispo contó que “el 1° de enero de 1730, cuando formalmente se instituye la ciudad, se le pone el nombre de San Felipe y Santiago de Montevideo, ya que en la Iglesia se celebra de forma conjunta a estos dos santos; discípulos y apóstoles de Jesucristo. Y la fiesta principal de la ciudad era precisamente esta —que no se celebraba el 3 de mayo, sino el 1°—."
Los apóstoles en nuestra Catedral
Explicó que durante el siglo XX, teniendo en cuenta que el Día de los Trabajadores se celebraba el 1° de mayo, el Papa Pío XII trasladó la fiesta al día 3 —y el 1° la Fiesta de San José Obrero—. “Durante muchos años, la fiesta de todas las fiestas en Montevideo fue la San Felipe y Santiago”, enfatizó.
El Card. Daniel Sturla mencionó que durante los últimos años quiso recuperar esta fiesta y celebrar como Iglesia en torno a los apóstoles. Y agregó “ tuvimos la inmensa gracia, que en el año 2016, en Roma —en la Iglesia de los Doce Apóstoles—, se iba a hacer la Recognitio de los restos de San Felipe y Santiago. Entonces le pedimos al párroco si nos permitía traer algunas reliquias insignes de los apóstoles y que él mismo las trajo en 2017. Y las tenemos aquí, en nuestra Catedral, en el altar de San Pedro”.
Recordó, además, que ambos apóstoles tuvieron especial relevancia en los primeros años de la Iglesia. Santiago el Menor, era pariente de Jesús y fue la cabeza de la Iglesia de Jerusalén, donde murió martirizado, se estima, en el año 62. Por su parte, Felipe predicó la palabra de Cristo por muchos territorios de lo que hoy es Turquía y los países del este europeo. Fue apedreado y crucificado en Hierápolis, donde murió.
El rostro de Dios
Más adelante, haciendo referencia al Evangelio de Juan, el Arzobispo de Montevideo recordó la respuesta que da Jesús a Felipe cuando le pide que le muestre al Padre: “Quien me ve a mí, ve al Padre”. “Para nosotros, remarcó el Arzobispo, Dios no es una entelequia, no es una serie de definiciones —omnipotente, omnisciente, simplicísimo— , para nosotros el Dios en que creemos se ha manifestado, se ha revelado, de un modo inaudito, encarnándose. Dios Trinidad — Padre, Hijo y Espíritu Santo—”.
El Card. Daniel Sturla insistió en que “leyendo el Evangelio, guiados por la Iglesia, podemos conocer al Dios hecho Hombre, podemos darle un rostro y saber que Dios quiso encarnarse en el seno purísimo de María Virgen. Compartió en todo nuestro Ser Humano, menos en el pecado, y entregó su vida en la cruz. Y de ese modo nosotros podemos acercarnos al misterio de Dios y poder descubrir su rostro en el de Cristo Jesús; en el rostro sufriente del Señor, pero también en el Cristo Resucitado que vence a la muerte”.
Para el final de su alocución llamó a los fieles a poner la esperanza. “En las manos de un Dios providente, que siempre nos ama con infinita ternura”. Y pidió para que “los que siguen a la distancia la celebración o están enfermos en casa, puedan experimentar la cercanía del Señor que nos acompaña y nos muestra el rostro de su Padre”, concluyó.
