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Primer anuncio en Piedras Blancas

La parroquia San Lorenzo es atendida por una comunidad de religiosas, son tres Hijas de María Auxiliadora y una Hermana Misionera Cruzada de la Iglesia.
Las religiosas Leda Delgado, María Luisa "Marisa" Piastri e Iris Etchechoury. Fuente: Romina Fernández

La parroquia San Lorenzo (Camino Repetto 3937) tiene una particularidad con respecto a las demás. No hay un párroco, sino una encargada parroquial. Sí, una mujer está al frente de la comunidad. Es la Hna. María Luisa Piastri (66), más conocida como Marisa. "Fui directora de primaria durante cuarenta y seis años. Ahora estoy 'jubilada' del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora”, dice. 

La Hna. Piastri llegó a San Lorenzo el pasado 26 de enero, tras vivir dos años en la parroquia San Pedro, en Rivera. El resto del equipo lo integran las religiosas Ana María Marchesoni (85), Iris Etchechoury (78) y Leda Delgado (62). 

Una mirada al pasado

Según relata la crónica, en enero de 1919 la comunidad salesiana que atendía la parroquia Cristo de Toledo comenzó a hacerse cargo del barrio Piedras Blancas. Hasta la década del 40 no hay más datos. En 1946 se propuso crear la capilla, que quedó habilitada en 1949 y fue erigida como parroquia en 1953. 

En 1994, el entonces arzobispo de Montevideo, Mons. José Gottardi (1923-2005), solicitó al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora hacerse cargo de la parroquia San Lorenzo, que desde 1973 estaba a cargo de las Hermanas Misioneras Cruzadas de la Iglesia. “Su pedido había sido un desafío en tiempos de dictadura, no respondía a la carencia de sacerdotes sino a una nueva mirada pastoral de Ia Iglesia”, señala la crónica. En febrero de 1995 se concretó el retiro de las Hermanas Misioneras y la llegada de las Salesianas. 

La Hna. Delgado entró a la vida religiosa en 1986. Estuvo en Uruguay hasta 1993, después se fue a España y recorrió varias partes del mundo. Regresó al país en 2019, y a la comunidad de San Lorenzo a principios de este año. "El territorio parroquial ha cambiado mucho. Ahora está mucho más poblado porque se han construido más casas y asentamientos. Antes había mucha más zona rural”, sostiene la religiosa. Su vuelta a Uruguay se debió a que sus padres están mayores. 

“Los protagonistas son los laicos, ellos tienen hasta la llave del templo”, comenta la Hna. Piastri. Emilio (60), más conocido como Ciriaco, forma parte de la comunidad desde que era niño. Fue monaguillo y tocaba el órgano en la celebración. Después, por un tiempo dejó de hacerlo y siguió colaborando desde otro rol. Un día, siendo ya adulto, preguntó si podía volver a acolitar y lo dejaron. "Me gusta servir en el altar y a Jesús”, dice.

Emilio, más conocido como "Ciriaco", colabora en distintas actividades de la comunidad, especialmente en las misas. Fuente: Romina Fernández

Durante varios años, las comunidades de base tuvieron una fuerte presencia en la parroquia. Estas dejaron de funcionar debido a que la mayoría de los integrantes eran adultos mayores, se mudaron o fallecieron. Quienes todavía están quieren volver a formar un grupo. 

La diversidad que enriquece 

Las tres hermanas salesianas viven en la Casa Provincial de las Hijas de María Auxiliadora —ubicada en Villa Colón— desde enero de este año. "El viernes de mañana venimos las tres hermanas y atendemos las tres capillas y el club. Leda viene ese mismo día de tarde y se une a la actividad pastoral”, cuenta la Hna. Piastri. 

"Aunque tenemos distintos carismas, es como si hubiéramos vivido juntas toda la vida. Esto es una riqueza. Celebramos la fiesta de María Auxiliadora y de María Reina de los Apóstoles. Es la misma Virgen María pero con distinto vestido. Tenemos mucho en común y las mismas preocupaciones. Laudes, rezo del rosario y misa son lo mismo para todos", dice la Hna. Delgado. 

Son dos las capillas que dependen de la parroquia San Lorenzo: Nuestra Señora de la Esperanza, en Terminal Manga; y María Auxiliadora, en Capra. Cada lugar tiene sus propias actividades y referentes. La Hna. Etchechoury está en la primera capilla y la Hna. Marchesoni en la segunda. En la parroquia se quedan las Hnas. Piastri y Delgado. 

En la capilla Nuestra Señora de la Esperanza se dicta catequesis semanalmente. Además, funciona un oratorio animado por jóvenes y un grupo de adolescentes. En María Auxiliadora funciona desde hace veinticinco años el "Campito Alegre", un oratorio que es animado por voluntarios del colegio Salesianos de la Costa "Mons. Jacinto Vera" los sábados cada dos semanas. En cada encuentro se realizan juegos, se entrega la merienda y se dona ropa. 

El templo, lugar de encuentro con Jesús y la comunidad. Fuente: Romina Fernández

Actualmente la misa principal se celebra los domingos a las 10 horas en la sede. La administración de los sacramentos en la parroquia está a cargo de los sacerdotes salesianos Nicolás Soto y Pedro Silva. Mientras tanto, en las capillas está el P. Mateo Méndez. 

"Es una comunidad muy pobre económicamente porque los recursos son limitados. Pero es una comunidad de mucha fe", dice la Hna. Piastri. Los adultos mayores se comunican por un grupo de Whatsapp y piden rezar por las intenciones de cada uno. Por su parte, para la Hna. Delgado "es una riqueza tener niños y adolescentes, porque en todos los lugares no es fácil encontrarlos”. 

Cada quince días se reúne el grupo orientador, que tiene representación de las dos capillas y la sede, y es el encargado de organizar la vida parroquial. También con esa frecuencia hay reunión de catequistas. 

Los sábados de tardes hay grupos de catequesis para niños, adolescentes y adultos. El lunes es día de descanso. El martes la jornada comienza a las 9 horas. Atienden la secretaría parroquial. El miércoles se quedan porque hay reunión del Club de Niños y de Alcohólicos Anónimos, que actualmente tiene veintisiete miembros. 

"Cada tanto participo de las reuniones y rezo con ellos. Yo no invado su espacio. Ellos son quienes piden orar y charlar. Aunque se recuperen y superen su adicción, los usuarios necesitan el apoyo constante. Siguen en el grupo porque necesitan ser sostenidos", dice la Hna. Piastri. 

El jueves de tarde, las salesianas vuelven a Villa Colón y regresan el viernes de mañana para quedarse todo el fin de semana. Cuatro días duermen en la casa inspectorial y tres en San Lorenzo. 

Evangelizar en modo salesiano 

El Club de Niños "Centro Puertas Abiertas" se creó en enero de 1996 y es un convenio con el INAU (Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay). La directora del centro es la Hna. Piastri y hay un grupo de educadores. Actualmente participan cincuenta y cinco chicos. "No hay catequesis explícita, pero hay una evangelización constante", explica la salesiana. 

En cada encuentro se realizan las buenas tardes salesianas, variados talleres y momentos de oración. “Invitamos a rezar juntos. El que no quiere rezar, respeta con el silencio y no reza. Rezamos el Ave María y el Padrenuestro. Tomamos gente de todas las confesiones. Hay personas que también van a otros cultos”, plantea la encargada parroquial. 

La Hna. Piastri señala que los niños que concurren al centro “se sienten muy identificados con la parroquia” y que “muchos de ellos terminan asistiendo a la catequesis y piden recibir el sacramento del bautismo”. 

Todos los sábados de mañana se realiza la venta económica, que permite cubrir algunos gastos de la parroquia. “Es un servicio solidario. Lo que sobra de ropa lo llevamos a los tres asentamientos de la zona. Esto permite generar un vínculo con la gente”, cuenta la Hna. Piastri. 

Esta actividad es apoyada por los voluntarios de los movimientos Horneros —del colegio Seminario— y Magis —del liceo San Ignacio—. También dan una mano colaboradores de la parroquia. Nadia (33) integra San Lorenzo desde hace seis años y vive casa por medio a la parroquia desde que tiene doce años. "Siempre vine con mi mamá a la venta económica a comprar. Después de ser clienta, empecé a dar una mano a las monjas”, cuenta. Su trabajo es clasificar y guardar las prendas.

Nadia es vecina de la parroquia San Lorenzo y colabora con la venta económica. Fuente: Romina Fernández

La ropa se consigue a través de donaciones. El precio que se le pone a cada prenda es barato. “Cuando la venta económica cae los dos primeros fines de semanas del mes se recauda bastante”, explica Nadia. 

Del 11 al 13 de agosto próximo, el Card. Daniel Sturla realizará la visita pastoral en San Lorenzo. Se tiene previsto que visite a los enfermos, mantenga un encuentro con los niños y celebre la misa junto a toda la comunidad. Lo que más le preocupa al equipo de religiosas es el contexto de los asentamientos y la realidad de los niños y adolescentes. Ellas quieren que todos conozcan a Jesús.

Por: Fabián Caffa

Redacción Entre Todos 

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