Ante la propuesta de Mons. Alberto Sanguinetti, obispo de Canelones, la Conferencia Episcopal del Uruguay, en su asamblea plenaria del 18 de junio, nombró a la Catedral Nuestra Señora de Guadalupe de Canelones como santuario nacional. “Se decidió que fuera santuario nacional porque es el único consagrada a la Madre de Dios en esta advocación que nos une a toda América. A su vez, por el significado que tiene el mismo templo, por su antigüedad, su significado en la historia nacional y eclesiástica”, afirmó Mons. Sanguinetti.

La Virgen de Guadalupe es patrona de América Latina y han sido puestas bajo su protección las Conferencias Generales del Episcopado Latinoamericano. Sus apariciones en México datan de 1531 y, a lo largo de la historia, se fue convirtiendo en imagen del nuevo pueblo de América, mestizo y católico. El santuario del Tepeyac, en México, es el santuario Mariano con mayor afluencia de files, con una presencia de más de 7 millones de personas en su fiesta.

Ahora, Uruguay cuenta con su santuario nacional consagrado a la Virgen de Guadalupe. Se espera que la celebración del acontecimiento se lleve a cabo en la próxima fiesta de esta advocación, el 12 de diciembre de 2020.

Un fresco de Cristo sacerdote eterno domina el templo. F. GUTIÉRREZ

La imagen de la virgen, la Villa y la primera bandera nacional

La imagen de la Virgen de Guadalupe de Canelones está tallada en madera, de unos 60 centímetros de altura y con las manos juntas en actitud de oración. Fue traída desde Cuzco (Perú) por el indio Santos Pérez y Llamac a mediados del siglo XVIII y está documentada su presencia desde 1759. En torno a ella se fundó una parroquia en 1775 y la Villa Nuestra Señora de Guadalupe en 1783, nombre elegido por los habitantes de ese momento para la naciente ciudad, hoy conocida como Canelones.

En 1829 se bendijo, a los pies de la Virgen, la primera bandera nacional, creada por la Asamblea General Constituyente y Legislativa del Estado. Quien estuvo a cargo de la bendición fue el P. Juan Francisco Larrobla, presidente de la Asamblea de la Florida, y se contó con la presencia de Joaquín Suárez, político uruguayo y prócer de la independencia oriundo de esos pagos, que años más tarde sería presidente de Uruguay.

La historia del templo

El mismo Suárez está ligado a la historia del templo, pues el 13 de octubre de 1816 colocó la piedra fundamental de la construcción que sustituiría a las capillas anteriores. Lo hizo en representación del Cabildo Gobernador de Montevideo.

Varios años después, en 1858, Jacinto Vera celebró la finaliza ción de la nave central con los altares menores y el ábside atrás del altar mayor. La primera de las torres quedó terminada en 1865. Éstas no alcanzaban su altura actual hasta que en 1889 el presidente Máximo Tajes las eligió para tomarlas como punto de referencia, por su situación sobre el Río Santa Lucía. En 1916 se levantó el atrio principal y se modificó el frente, y entre 1920 y 1925 se le hicieron reformas e intervenciones de mantenimiento.

El templo parroquial fue elevado a la categoría de santuario diocesano por el arzobispo de Montevideo, Mons. Antonio Barbieri, en 1945. En 1961 el Papa Juan XXIII lo transformó en Catedral, Sede de la Diócesis de Canelones y en 1962 asumió su primer Obispo, Orestes Santiago Nuti Sanguinetti.

Es muy venerada la imagen fundadora de la ciudad, que a su lado tiene la primera bandera nacional, bendecida ahí mismo en 1829. F. GUTIÉRREZ

Algunas reliquias del santuario

La Catedral guarda un importante archivo documental de la etapa fundacional de Villa Guadalupe llevado a cabo por los presbíteros Juan Manuel Laguna, Tomás Gomensoro y Francisco Larrobla, entre otros.

En el primer libro de bautismo hay registros de Villa Guadalupe, cuyo responsable fue el Padre Laguna, que abarcan el período 1773-1774.También se encuentran reliquias que pertenecieron a monseñor Jacinto Vera y al primer Obispo de Canelones, Mons. Nuti.

Este santuario está enriquecido por su iconografía de la historia de la Salvación y un gran fresco de Cristo sacerdote eterno. A su vez, desde el año 1900, cuenta con un órgano de 11 registros, dos teclados y 556 tubos, construido en Sabona (Italia) por Giovanni Battista Dessiglioli.

Otros santuarios nacionales marianos en Uruguay

Dentro de los santuarios marianos en Uruguay están: "Virgen de los Treinta y Tres" (Florida), "Gruta de Lourdes" (Montevideo), "Nuestra Señora del Verdún" (Lavalleja), "Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa" (Montevideo) y "María Auxiliadora" (Montevideo).