Antes de las 21 horas, más de un centenar de personas ya estaban ubicados en el interior de la parroquia Stella Maris. El fuerte viento no impidió que la convocatoria mostrara un templo lleno, mientras que los presentes —muchos, con su teléfono en mano— grababan los ensayos del coro.
El motivo era fundamentalmente solidario: colaborar con las parroquias y comunidades más necesitadas de la Arquidiócesis. Específicamente, todo lo que se recaude en el concierto se destinará a tres parroquias de la cuenca Casavalle: Parroquia de los Sagrados Corazones, Nuestra Señora de Guadalupe y Virgen de los Treinta y Tres.
La propuesta artística, bajo la dirección del maestro Martin Bergengruen, ofreció una alternativa para ir preparando el corazón hacia una fiesta importante para toda la comunidad católica: la Navidad.
ICM comparte el siguiente fotorreportaje, a partir del registro fotográfico a cargo de Romina Fernández.
Mucho antes de la hora de inicio, los músicos ya estaban ensayando junto con su director, el maestro Martin Bergengruen. También se escuchaban los primeros cantos que conformarían el concierto sinfónico coral. Los primeros en llegar fueron —en muchos casos— familiares de los artistas, además de vecinos que buscaban una ubicación privilegiada. El movimiento sobre Gabriel Otero y Arocena era cada vez mayor.
Como era de esperarse, los teléfonos celulares fueron una constante a lo largo de toda la noche, incluso durante los ensayos. Videos y flashes de fotos desfilaron conforme se desarrollaban las distintas interpretaciones musicales.
La realización de este concierto se enmarca dentro de diferentes actividades por parte de la campaña Navidad con Jesús, que nos guía en este tiempo de Adviento a preparar nuestro corazón para la llegada de Cristo. Precisamente, este concierto a beneficio fue una herramienta más para recordar la base de esta festividad tan popularizada: la alegría de que Dios se hace hombre para caminar entre nosotros y entregarse por amor.
RefReferirnos al concierto “Navidad para la Paz” no resulta particularmente novedoso. Esta propuesta artística, bajo la dirección del maestro licenciado Martin Bergengruen, lleva varios años de desarrollo por distintos templos de nuestra iglesia. Hace más de veinte años que Bergengruen comenzó este proyecto y conformó un equipo con numerosos cantantes y músicos.
La realización del concierto sinfónico coral, que colmó las instalaciones de la parroquia Stella Maris, será replicado en otros sitios de nuestro país. Pero su principal valor no radica específicamente en su desarrollo artístico —por más que se trata de una puesta en escena de unos veinte músicos y ochenta coreutas, tanto adultos como niños— sino en su impacto solidario, destacado en varios momentos de la noche.
Antes de finalizar la actividad, hicieron uso de la palabra el P. Pablo Coímbra y el P. Luis Ferrés, párrocos de Nuestra Señora de Guadalupe y de la parroquia de los Sagrados Corazones de Possolo, respectivamente.
La iniciativa del concierto surgió para apoyar al Fondo Común Diocesano de diciembre, cuyo objetivo era colaborar con las parroquias y comunidades más necesitadas de la Arquidiócesis. Más específicamente, todo lo recaudado durante esta nueva edición de "Navidad para la Paz" se destinará a tres parroquias de la cuenca Casavalle: las dos citadas anteriormente, además de la parroquia Virgen de los Treinta y Tres.
Por: Leandro Lia
Redacción ICM