Según José María Lodeiro en su libro Nuevo París. Fundación Capuchina. Historial de los 100 años. 1886-1996, este lugar se destacaba por ser un paraje yermo y maloliente de las afueras. Las curtiembres, industria nacional en crecimiento, los mataderos cercanos y las fábricas que se establecieron no propiciaban los mejores aires. Tampoco los caminos irregulares y fangosos, la falta de saneamiento, los mosquitos omnipresentes que completaban la realidad de un hábitat de pequeñas chacras, pobres ranchos de quinteros, peones…, buena parte de lo que era el territorio parroquial lo constituían ranchos de lata y madera o casas de material de estructura pobre y sencilla.  

En la época de la asignación como parroquia, inmigrantes y desplazados de zonas céntricas o más aristocráticas iban a Nuevo París constituyendo núcleos de población económicamente pobres y intelectualmente escasos de cultura. 

El templo dedicado a San Francisco de Asís 

La construcción del templo fue parte del proyecto de los frailes capuchinos y comenzó con la erección de un seminario y noviciado, respondiendo a la cantidad de vocaciones que recogían en su impulso misionero y de formación.  

Los cimientos de la iglesia y del campanario de Nuevo París se colocaron en el año 1898. El cuerpo de la iglesia, desde el frente hasta el arco del presbiterio, se construyó entre los años 1899-1901. En enero de 1902 se dio comienzo al segundo tramo de edificación que comprendió al presbiterio, las tribunas laterales, la sacristía y el campanario.  

Ya en 1901, finalizados parcialmente los trabajos de construcción, se libró el templo al culto público, y el 28 de abril de 1903, festividad del patrocinio de San José, quedó habilitado totalmente y fue Mons. Mariano Soler, arzobispo de Montevideo, quien bendijo el nuevo templo.  

La iglesia de Nuevo París estaba bajo la jurisdicción parroquial del Paso Molino. Pero en 1919 quedó constituida en parroquia. Se le asignó el territorio que se extendía desde La Teja hasta La Barra y desde el Paso de la Arena hasta el Rincón del Cerro. Por decreto del 30 de octubre de 1919, fue erigida en parroquia con el nombre de San Francisco de Asís. Consagró el templo Mons. Antonio Ma. Barbieri el 8 de diciembre de ese año.  

El 1° de febrero de 2017 la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos entregó la Parroquia al Clero secular, designando el arzobispo de Montevideo al P. Álvaro Rodríguez Marengo como párroco. 

Arquitectura y ornamentos  

Algunas notas al momento de su construcción hablan del altar mayor construido según planos del artista italiano José Mazi, en el establecimiento de Casterán. La estatua del Corazón de Jesús, que estaba en la parte superior, las tallas de varios santos capuchinos, obras del famoso artista tirolés Stuflesser, el importante juego de arañas...hoy son solo memoria. Alguna foto desvaída de antaño certifica la nutrida presencia de aquella rica imaginería. Nuevo París era una iglesia con todo.  

Las capillas laterales lucían todas altares tallados en madera, dedicados a la Virgen lnmaculada, San José, San Antonio, Santa Teresita, la Virgen del Carmen y San Roque. Posteriormente, en 1955 se realizó la decoración de la iglesia a cargo del profesor Venancio Sorbi, miembro de la Academia Florentina de Pintura, que en la actualidad ya no están debido a que fueron retiradas.  

El templo actual y el campanario son los originales, las puertas principales, los pisos de la nave y del presbiterio también lo son. Una obra de marquetería en madera que representa la Última Cena en la que aparecen los nombres de los bienhechores de la iglesia Arturo Heber Jackson y su esposa Blanca García de Heber, también se conservan obras en marquetería en puertas y presbiterio. 

¿Cómo es la vida de la comunidad en la actualidad?  

El P. Álvaro Rodríguez Marengo, actual párroco, cuenta que la comunidad es pequeña y perseverante, y que la Misa de domingo a las 10.30 h. es el momento de reunión fraterna. La parroquia cuenta con catequesis de todos los sacramentos y para todas las edades, en especial para adultos. Además, es sede de encuentros de devoción para el rezo del Rosario, grupos bíblicos de Lectio Divina y los días 19 de cada mes la iglesia permanece abierta para los devotos de San Expedito, que visitan su imagen en el templo.