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La infinita misericordia de Dios

Decenas de fieles participaron de la fiesta de la Divina Misericordia en el Cerro, en el mismo lugar donde se erigirá un santuario.

Todos los años, en cada domingo de la Divina Misericordia, en la intersección de las calles Filipinas y Holanda, en el Cerro de Montevideo, se crea —por ahora— un templo a cielo abierto. Los integrantes de la Pequeña Obra de la Divina Misericordia preparan cada celebración con cariño y devoción. 

El domingo 16 de abril, la jornada comenzó a las 14 horas con el rezo del santo rosario y los sacerdotes se ubicaron en distintos puntos del lugar para confesar. El espacio es reducido y estrecho, pero permitió reunir a decenas de fieles que llegaron de distintos puntos de la capital e incluso del interior del país. 

Al llegar, cada uno recibía un kit que contenía una imagen de Jesús Misericordioso, un rosario y una guía informativa. Además, tenía la oportunidad de escribir una intención o petición y depositarla en una urna que más tarde, en el momento de las ofrendas, fue colocada a los pies del altar. 

La tarde continuó con la exposición al Santísimo, el rezo de la Coronilla y la meditación de la Pasión. La animación musical estuvo a cargo del dúo Hinneni, integrado por José Luis y Alicia. Entre los presentes se podía ver alguna bandera que decía "Jesús, en vos confío" y varios rosarios. Todos querían demostrar su amor a Jesús Misericordioso. 

Devoción hacia Jesús Misericordioso. Fuente: Romina Fernández

A las 15.15 horas inició la santa misa, presidida por el cardenal Daniel Sturla que estuvo acompañado por varios sacerdotes del barrio y de la arquidiócesis. El altar estaba preparado de una forma sencilla, sin grandes objetos lujosos. Había dos balconeras de Jacinto Vera y, minutos antes de que comenzara la celebración, una voluntaria agregó una de "Sí a María". También se colocaron una imagen de san Juan Pablo II y el logo de la Jornada Mundial de la Juventud 2023, que se realizará del 1 al 6 de agosto en Lisboa. 

Antes de la primera lectura, comenzó a llover. Por ese motivo, la homilía del Card. Sturla fue breve. El pastor de la Iglesia de Montevideo lamentó que tras colocar la piedra fundamental el año pasado del futuro santuario dedicado a la Divina Misericordia, el templo no se pudo construir debido a la falta de fondos. 

No obstante manifestó su alegría porque se pudo avanzar en la primera fase de construcción de la capilla. "Esto nos llena de alegría y esperanza de que acá habrá ese santuario de la Divina Misericordia, desde donde se derramarán bendiciones para todo Montevideo y todo el Uruguay", dijo. 

Maqueta del santuario dedicado a la Divina Misericordia que estará ubicado en el Cerro de Montevideo. Fuente: Romina Fernández

El Card. Sturla manifestó su alegría debido a que el día anterior, en Maldonado, se hizo la dedicación de un santuario de la Divina Misericordia: "Esto nos habla que crece entre nosotros esta confianza en que Dios nos ama, se acerca a nuestras miserias. No con una vara, un látigo o con la mano, sino que se acerca con los brazos abiertos como el Padre del Hijo Pródigo para recibir a su hijo, perdonarlo y hacer fiesta porque estaba perdido y retornó al hogar. Esta es nuestra certeza, esto es lo que queremos vivir y por eso nosotros decimos una y otra vez: ´Jesús, en vos confío´". 

Más adelante, el Card. Sturla mostró la balconera que tiene la imagen de Jacinto Vera y que fue diseñada por fieles de Bella Unión, lugar donde el futuro beato misionó. El arzobispo de Montevideo, aprovechó para invitar a la beatificación del primer obispo de Montevideo, que tendrá lugar el próximo 6 de mayo en el Estadio Centenario. "Van a venir devotos de Jacinto Vera de todo el país. Es un ´regalazo´ para el Uruguay tener un beato que precisamente confió en la misericordia de Dios y por eso la derramó abundante a través de los sacramentos por todo el Uruguay", señaló. 

En el ofertorio hubo un momento particular pues, además del pan y el vino y las intenciones de los fieles, se presentó un busto de Jacinto Vera, un dibujo de los niños expresando su amor a la Divina Misericordia y la imagen de colaboradores de la Pequeña Obra de la Divina Misericordia que fallecieron. 

Antes de concluir la celebración, el Card. Sturla expresó que le gustaría que el año que viene se pueda realizar la consagración del Santuario de la Divina Misericordia del Cerro. Además, bendijo la imagen de Jesús Misericordioso que fue entregada a la capilla Niño Jesús de Praga y Corazón de María, que depende de la parroquia Santo Cura de Ars y Santa Elena. Tras la despedida, se colocaron dos cajas que contenían pequeñas botellas con agua bendita. Algunos solo se llevaban una y otros se llevaron dos o más para sus seres queridos. 

Ofrendas de la misa. Fuente: Romina Fernández

 

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