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La ciencia como motor para el aprendizaje

Sophia Investiga, una feria que promueve en los chicos la búsqueda de soluciones a problemas cotidianos
Participaron niños de Inicial, Primaria y Liceo de todo el país. /F. GUTIÉRREZ

Publicado en Entre Todos N° 460

Miden menos de un metro de altura, tienen túnica blanca de Tnt perfectamente cosida y lentes de laboratorio, de plástico transparente. “Somos científicos”, dice uno de ellos disfrutando las palabras, y sigue su camino apurado entre otros chicos de su edad. Su grupo es de Carmelo y vino a pasar el día a Montevideo con algunos compañeros del colegio, maestras y papás.

La Feria de Ciencias de la Fundación Sophia es un espectáculo. Reúne a una buena representación de esta gran familia que abarca a 24 colegios en todo el país, un amplio cuerpo de docentes y funcionarios, familias, amigos y colaboradores. Los protagonistas son los chicos y sus stands, donde exponen sus hallazgos de manera creativa. Se nota el entusiasmo. “¿Querés que te explique?”, le dicen con una sonrisa a cualquiera que se les acerca. Y si no hay nadie en la zona salen en su busca, le dan folletos y lo llevan a su rincón.

En total, son 42 los proyectos que se presentan en esta oportunidad, la tercera en la historia de la Fundación. Es que la Feria de Ciencias surgió en 2016 pero en los colegios, y al año siguiente se realizó, además, una instancia nacional. Es por eso que en este encuentro en la sede de la Fundación (el Colegio Elisa Queirolo de Mahilos en el Cerrito de la Victoria) había una selección de los trabajos que ya habían sido destacados en sus colegios.

“Es una instancia que disfrutamos mucho y año a año los directores y docentes ponen lo mejor para motivar a los chicos a investigar y buscar soluciones a problemas de la vida cotidiana”, resaltó Verónica Trías, directora pedagógica de la red de colegios. A principio de año entregaron a las instituciones los criterios de evaluación y niveles de logro esperado para cada categoría, así como la consigna general. De esta forma, los educadores pudieron encarar el trabajo desde el comienzo.

Feria Ciencias Sophia

Problemas y soluciones

En todos los casos las investigaciones partieron de un problema de la comunidad identificado por los propios chicos. Los del colegio Virgen de las Flores (Estación Floresta) se preocuparon por el derroche de agua y los de El Carmen (de Carmelo) procuraron buscar mayor eficiencia en las composteras. Los alumnos de Santa Bernardita (en el Borro) se preocuparon porque habían roto el tejido perimetral de la casa del párroco, y los de la Obra Social y Educativa Don Bosco (Villa prosperidad) plantearon el problema de la contaminación.

Después aplicaron el método científico, evaluaron acciones y llegaron a propuestas. De ahí surgió un filtro casero para el agua, un acelerador del proceso de compostaje o unos ecoladrillos que van a sustituir el cerco del padre Ricardo.

Los problemas identificados iban desde lo más dramático hasta lo más terrenal. Los niños de 1° de primaria Santa Bernardita, por ejemplo, idearon unas bombas de semillas para ayudar a que sus vecinos tengan alimentos y a que se conservaran mejor las abejas. “Porque si no hay abejas nos vamos a morir”, sentenció una alumna muy compenetrada. Con la misma seriedad, los chicos de 4° de Ntra. Sra. Del Perpetuo Socorro (Sayago) expusieron su preocupación en una cartelera: “Nuestro proyecto se enmarca en una problemática social visualizada en nuestro colegio y de la cual todos formamos parte. La hora del recreo en lugar de ser un momento de disfrute se ha convertido en un espacio donde solo es posible jugar a la pelota, donde no se comparte y se discute todo el tiempo porque el fútbol domina el patio y no deja espacio para otros juegos. Esto comenzó a preocuparnos y nos pusimos a pensar posibles soluciones. Comenzamos estudiando las características del método científico que nos sirvió como guía para solucionar nuestra problemática”.

Feria Ciencias Sophia

Cristhian Clavijo, biólogo que colabora con el dictado de talleres en Sophia y que ayudó en la organización de la feria, explicó que se reflejó muy bien el contacto con la comunidad. “Todos tenían una referencia a los abuelos, a los vecinos, a los inmigrantes.. estas referencias estaban muy claras en los proyectos”. Por su parte Trías, que conformaba el jurado junto con Clavijo y otras cuatro personas, señaló que este año hubo mucho énfasis en la contaminación del medio. “Qué mejor que los chicos nos ayuden a los grandes a generar conciencia de la importancia de cuidar la Casa Común”, destacó.

Entusiasmo

Benjamín está en 4° en el Colegio de la Presentación, en Varela (Lavalleja). Explicó que su grupo llevó adelante el proyecto Biocompost, que buscó comprobar si las bolsas biodegradables eran efectivamente así. Hicieron experimentos donde sometieron los materiales (las bolsas nuevas y las de plástico tradicionales) a estímulos como el calor, el agua, el tiempo o la tierra. Luego compararon los resultados y vieron que algunas no se degradaban fácilmente. En su stand hacían explicaciones, mostraban los símbolos que identifican las bolsas, invitaban a participar en juegos y hasta daban muestras de un plástico que habían elaborado ellos mismos en base a glicerina.

“Fue muy complicado, tuvimos que hacer muchos experimentos porque no teníamos mucha información”, declaró. El proceso de trabajo fue divertido, “estuvo bueno pero también fue difícil, a veces nos divertíamos, y a veces no porque teníamos que trabajar”. Su proyecto fue seleccionado en el colegio y esa mención lo llenó de orgullo: “Estoy muy contento por lo que logramos construir con mis compañeros”. Y su investigación recibió el premio a nivel nacional en la categoría B, que reunió a chicos de 3° a 6° de primaria.

La Mtra. Patricia Píriz trabaja en Cultura Científica en el Ministerio de Educación y Cultura, en aprendizaje basado en proyectos y apoyando clubes de ciencia. Fue invitada a Sophia Investiga como jurado y destacó “sobre todo, el entusiasmo de los chiquilines y chiquilinas comunicando lo que estaban haciendo, con pasión, con ganas”.

Feria Ciencias Sophia

En efecto, uno de los objetivos de la feria es generar motivación para investigar, aprender y poder comunicar con espontaneidad el proceso de trabajo. “Además de acercar a los niños a las realidades que vivimos, utilizamos los proyectos para trabajar transversalmente los otros contenidos”, aportó Lucía Piñeyro, maestra que acompañó a los niños del Santa Bernardita, que con sus bombas de semillas ganaron el primer premio en la categoría de inicial, 1° y 2° de primaria. El grupo trabajó con ciencias de modo concreto a través del estudio de las semillas. Usaron las matemáticas para calcular los porcentajes de los ingredientes, la lengua para redactar el proyecto y la geografía e historia para ver cómo se había forestado la Amazonia.

“Están muy contentos con el proyecto. Realmente están viviéndolo y sintiéndolo mucho. Se pusieron todo el proceso en los hombros. Pudieron empatizar con el problema que estamos teniendo con las abejas y también les hace mucha ilusión poder compartir alimentos con los vecinos”, contó la maestra mientras los niños regalaban sus bombas de semillas a los que visitaban su mesa.

Fiesta completa

Aunque la mayoría de los niños no se conocían entre sí porque eran de distintos colegios, todos disfrutaban juntos. Mientras algunos recorrían stands, otros jugaban en el patio.

Después fue el momento de desarmar y, en el Santuario del Cerrito de la Victoria, asistir a la Misa presidida por el Card. Daniel Sturla. Luego fue el almuerzo y la entrega de premios y menciones.

“Nos parece vital poder generar instancias de encuentro de toda la Fundación; generar sentido de pertenencia. Jugando, aprendiendo de otros, rezando juntos”, evaluó Trías.

La próxima instancia de este tipo, aunque diferente, será la “María Fest”, el primer encuentro artístico mariano. Participarán los colegios y otros grupos católicos, y cada uno presentará algún tipo de expresión artística en torno a la Virgen María. Esto se desarrollará el 1° de noviembre entre las 18 y las 21 hs. en el anfiteatro del Colegio Santo Domingo (Palmar 2288 esq. Acevedo Díaz) y las entradas se pueden adquirir a $100 cada una.

En la voz de_

"Hay que hacer sinergia"

Patricia Píriz, de Cultura científica del MEC y miembro del Jurado
Tengo muchos años de ferias de ciencias, tanto en Montevideo como en el interior y el área metropolitana. Me sorprendió encontrar grupos de colegios de diversos lugares del país. Destaco, sobre todo, el entusiasmo de los chiquilines y chiquilinas comunicando lo que estaban haciendo con pasión, con ganas. Se notaba que habían venido para contar. También se notaba el trabajo de las colegas maestras: se ve con claridad que hay un apoyo del proceso y sabemos que eso lleva mucho tiempo.

Estoy muy agradecida por la invitación. Creo que hay que hacer sinergia entre el Ministerio de Educación y Cultura, la cultura científica y la Fundación Sophia porque tenemos muchas cosas en las que somos afines (...). Me sentí como en casa.

 

Feria Ciencias Sophia

Últimos días para comprar la rifa

La rifa es una de las grandes fuentes de financiamiento de la Fundación Sophia, que cumple cinco años al servicio de la educación católica en Uruguay. Cada número cuesta $350 y se puede adquirir a través de alumnos o funcionarios de los colegios, así como por internet, en la web www.fundacionsophia.net/rifa . Para esto hay tiempo hasta el viernes 31 de octubre, día en que se realizará el sorteo en las oficinas de Loterías y Quinielas. El primer y segundo premio son dos autos Volkswagen Up cero kilómetro. El tercero es un viaje a Europa para dos personas, y en total son 18 regalos

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