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“La Academia de Líderes te da herramientas y te anima a ser parte del cambio”

Graduada de la Academia de Lideres Católicos Uruguay cuenta su experiencia y anima a que más personas se sumen a vivirla
Nicole pertenece a la Comunidad Católica Shalom. F. GUTIÉRREZ

Publicado en el Quincenario Entre Todos, n° 474

Nicole Massonnier es graduada de la primera generación de la Academia de Líderes Católicos Uruguay, una institución que busca formar líderes desde una perspectiva católica a partir de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, para contagiar los valores cristianos en el mundo social, político y económico. En la siguiente entrevista con ENTRE TODOS, Nicole habla de cómo fue su paso por la Academia de Líderes, qué le aportó para su vida de apostolado y cómo ha plasmado lo aprendido en su día a día.

¿Cómo comenzó tu vida de fe? ¿Qué formación fuiste recibiendo a lo largo del tiempo?

Mi vida de fe comenzó en el colegio al que fui, el Poveda de la ciudad de Paysandú, de donde soy. Allí comencé mi camino en la fe pero luego, cuando salí del colegio, me volqué a otras cosas y me alejé mucho de Dios, dando por sentado que no existía como tal. Si bien creía en que había algo superior a mí, separaba esto totalmente de la Iglesia como institución.

En 2012, por medio de una amiga, conocí la Comunidad Católica Shalom. Recuerdo que estaban preparando un evento en la rambla, con música, teatro y otras actividades... esto me fue acercando a la Comunidad y a los misioneros. La experiencia de ellos me cuestionaba la existencia de Dios. Fue así que cuestioné a Dios y lo desafié a que se manifestara en mi vida. Dios, que es tan bueno y tan grande, lo hizo.

En ese momento comencé a dar pasos en la fe, porque había quedado muy atrás lo que había aprendido en el colegio. Aprendí a vivir la Misa, a rezar y, en poco tiempo, sentí que Dios quería más de mí... no entendía muy bien cómo eso podía darse, pero fui escuchándolo a Él. Acompañada por otros hermanos en la fe, fui descubriendo que Dios tenía un llamado particular para mí. Así fue que en 2015 ingresé en la Comunidad Católica Shalom como misionera, como laica consagrada. Es en la propia comunidad que somos formados tanto en la doctrina como en la expresión propia de nuestro carisma para vivir la fe. Como laica, he decidido profundizar en mis promesas bautismales y vivir mi trabajo y mi vida familiar también como parte de la misión que Dios me confía.

¿Cuál es el carisma de la Comunidad Católica Shalom? ¿Cómo vivís el día a día y la fe?

Shalom es un carisma dedicado con especial atención a los jóvenes. Buscamos, por varios medios, poder hacer que Dios se haga presente en todos los jóvenes, y con ellos, en todas las familias. Nuestro llamado es a reconciliar al hombre con Dios, esto se da a través de trabajos de promoción humana, a través de brindar espacios para jóvenes y adultos para crecer en la fe, a través del arte, y también, a través de una cafetería... así nació nuestra comunidad. Nuestro fundador quería acercar los jóvenes a Dios y fundó una cafetería pensando que muchos de ellos no irían a la Iglesia o a un retiro, pero sí a comer, a compartir, y allí fue buscando sabidurías para poder testimoniar a Cristo.

Mi día a día, primero que nada, se basa en buscar alimentarme de Él. Por ejemplo, creando espacios de oración, de estudio de la Palabra, yendo a la Misa y rezando el Rosario. Luego, vivo mi vida ordinaria como todos, trabajo, familia, pero a partir de la oración todo se vuelve un desbordar lo que Dios me da. Por eso es que buscamos ser sal y luz.

Como Iglesia creo que no hay mayor tesoro para compartir que la alegría de saberse plenamente amado, y desde ese amor es que vivimos nuestro trabajo como un servicio, y nuestra vivencia familiar también con ese deseo de traslucir a Dios en todo y en todos.

¿Por qué decidiste entrar en la Academia de Líderes Católicos Uruguay? ¿Qué fue lo que te motivó a hacerlo?

Cuando vino José Antonio Rosas, el director de la Academia de Líderes Católicos de Chile, escuché una de sus charlas y no tuve dudas de que quería ingresar. Desde nuestro lugar en la Iglesia tenemos una gran capacidad de anuncio, justamente como laicos. Veo el liderazgo como ese abrir puertas, y la Academia de Líderes es una oportunidad de crecer en herramientas para eso.

¿Cómo fue cursar en la Academia de Líderes Católicos Uruguay?

Fue increíble. Fue un semestre exigente, pude crecer en conocimientos sobre nuestra fe y nuestra doctrina, pero también sobre aspectos prácticos para poder ejercer ese liderazgo. Para mí, fue importante descubrir en mis compañeros distintas expresiones de nuestra fe que, sin duda, alimentaron la mía. Se formó un hermoso grupo humano que nos devolvía la fuerza de ser Iglesia, con todas sus riquezas, y como dice nuestro Cardenal Daniel Sturla, nos animaba a salir de nuestro "rinconcito católico".

¿Cómo es la modalidad de las clases y el diálogo con los profesores?

Las clases se dan una vez a la semana, los sábados de mañana. Allí hay tres módulos: formación espiritual y doctrinal, testimonios, y talleres, como por ejemplo de negociación, oratoria y medios de comunicación.

El diálogo con los profesores es excelente, la mayoría se quedaban a charlar con nosotros en los cortes para profundizar algún tema, y muchos dejaban sus contactos para poder seguir profundizando. Con el grupo de compañeros se formó un hermoso clima, mate de por medio y entre un trabajo que otro en equipo se forjaron buenas amistades, incluso muchos nos seguimos viendo y seguimos en contacto con la Academia de Líderes.

¿Se cumplieron tus expectativas?

Sobrepasó mis expectativas, el nivel de profesores es excelente, las temáticas son muy buenas y las personas que fueron a dar su testimonio siempre nos dejaban con ganas de más.

¿Cómo has volcado tus conocimientos de la Academia de Líderes?

Creo que las instancias por excelencia en las que he podido volcar los conocimientos que la Academia me dio son en los cursos que dicto semanalmente en la Comunidad Católica Shalom. También en el aula... como catequista, estar mejor formada me ha ayudado a formar mejor.

¿Por qué recomendarías la Academia de Líderes a jóvenes? ¿Qué le decís a los que están en duda de si hacerlo o no?

Si eres un joven que vive su fe, y que en su corazón siente que eso necesita buscar nuevas formas de expresarse, la Academia de Líderes te da herramientas y, sobre todo, te anima a ser parte del cambio que buscás. A veces querés hacer algo nuevo y no sabés por dónde empezar. Acá seguro que, con todas las vivencias y aprendizajes, vas a encontrar el camino para poder levantar vuelo.

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