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Julio Frade, un hombre agradecido con Dios

El músico y comunidador presenta sus memorias en "Gracias, Señor". Una oportunidad para hablar sobre su vida, su carrera y su faceta católica.
Es el conductor de "Frade, con permiso", que se emite de lunes a viernes de 13:30 a 15:00 horas en radio Oriental. Fuente: Romina Fernández

Julio Frade (79) menciona a Dios frecuentemente. En la radio, en la televisión, en las entrevistas, en los conciertos. No se avergüenza hablar de Dios porque considera que es un orgullo en su vida y lo ayudó en momentos difíciles de su vida. Siente que todos los regalos que obtuvo en su carrera fueron un regalo divino. Ahora le dedicó un libro: Gracias, Señor, escrito por Ángel Atienza y de editorial Planeta. 

Frade y Atienza son compañeros de trabajo en Radio Uruguay. Lo que comenzó como una charla informal en el estudio de grabación del medio público derivó en conversaciones grabadas, en las que Frade contó anécdotas sobre su trayectoria como músico, humorista, conductor de radio, actor y empresario. Pero, además, compartió detalles de su vida privada. Así surgió Gracias, Señor

“El libro es un testimonio real de lo que ha sido mi vida. Le doy gracias a Dios por todas las cosas que me dio y me da. Es más que un testimonio. Es la vida real de una persona que da testimonio de la fe porque yo la he vivido en carne propia. Haciendo lo que Dios manda, uno es feliz”, dice Frade en diálogo con Entre Todos

El título de la publicación fue elegido por él mismo: “Tuve el privilegio de haber hecho cosas que Dios me mandó y haberlas transformado en un éxito. Parece que a Dios le gusta cuando las cosas florecen porque él sigue mandando permanentemente”.  

Además, le pidió al cardenal Daniel Sturla que escribiera el prólogo. En una breve charla que mantuvieron, el arzobispo de Montevideo le dijo: "¡Qué lindo conocer a un creyente como usted!". Frade respondió: "Cardenal, yo no soy creyente. Yo estoy seguro. El que cree es porque no está seguro. Yo estoy seguro de que recibí todo de Dios y por eso se lo agradezco". 

"Yo estoy seguro de que recibí todo de Dios y por eso se lo agradezco"

Una referente 

Es el hijo único del matrimonio de Julio Valerio Frade y Delia Pintos, a la que considera una santa. "Ella me dio un amor incondicional, con sacrificio, con entrega, con devoción y abnegación. No es poca cosa”, dice. 

Su madre era una católica devota. Asistía frecuentemente a misa en la basílica de Nuestra Señora del Carmen. Cuando el padre Pablo Coimbra fue designado párroco de la parroquia de Aguada, a los quince días se acercó a Frade y le dijo: "Sinceramente estoy impresionado, su madre era una santa". "Sí, señor. ¿Por qué me lo dice?", preguntó Frade. "Porque todos los parroquianos me hablan de su mamá y le tienen un cariño que es poco común", respondió el sacerdote. Delia vivió hasta los noventa y cinco años de edad. 

Cuando tenía cuatro años, Frade empezó a tocar el piano y con tan solo catorce  empezó a trabajar en un cabaret, el último que hubo en Montevideo y que estaba ubicado en Ituzaingó casi Reconquista. Fue su primer acercamiento con lo profesional y el mundo de la noche. "Aprendí a convivir con las cosas más pecaminosas del hombre y salí ileso de eso, absolutamente. Nunca tomé alcohol y nunca fumé, porque nunca me gustó", reconoce. 

Julio Frade pasó por el programa Ser Feliz de ICMtv en 2017 y habló sobre su vida de fe y su carrera. ¡Reviví el programa!

Otros caminos 

En 1961, con diecisiete años, Frade obtuvo una beca y viajó a Nueva York para estudiar música. En Estados Unidos, vivió con los Roth, una familia judía y amante de las artes plásticas. 

En aquel tiempo, la mayoría de los habitantes estadounidenses eran italianos descendientes de italianos y judíos descendientes de judíos. En la familia Roth había costumbres muy arraigadas y respetaba las de los demás. Por ejemplo, a Frade le sucedió una anécdota muy curiosa que involucró a la religión. “Resulta que en Estados Unidos, los católicos no comen carne los viernes. En mi familia (los Roth) comían cosas riquísimas y a mí me daban un pescado hervido con una papa que a mí no me gustaba para nada”, relata. Un día, Frade preguntó por qué le daban una dieta diferente. “Porque vos sos católico y no podemos dejar que entre un vecino descendiente de italianos católico y te vea comiendo otra cosa que no sea pescado”, le dijeron. Ellos no sabían que en Uruguay el único día en el que los católicos no comen carne es el Viernes Santo. Aunque Frade se los explicó, ellos insistían y argumentaban que los vecinos eran muy prejuicios. Por eso, durante toda su permanencia en Estados Unidos, Frade tuvo que comer pescado todos los viernes. Tenía que cumplir con la realidad. Además, concurría solo cada domingo a misa y llevaba una moneda de un dólar para la colecta. 

Frade regresó a Uruguay a principios de 1962. Extrañaba su lugar en el mundo, su casa. Al volver, conformó a los Chicago Stompers, banda que estaba integrada por Federico García Vigil, Osvaldo Fattoruso y Berugo Carámbula, entre otros.

Su madre anhelaba que él hiciera una carrera universitaria porque creía que no le iba a ir bien en la vida. Frade se inscribió en la Facultad de Derecho para estudiar abogacía, y así darle el gusto a su madre. Pero dejó los estudios para dedicarse de lleno a la música y a la televisión. 

Una forma de hacer humor

Frade tenía un televisor pequeño que le habían regalado sus padres. Todo se veía blanco y negro, al contrario de lo que había visto en Estados Unidos. De repente, vio que en una tanda de Canal 12 un locutor dijo: “Próximamente Telecataplum, el suceso humorístico de Los Lobizones, de la página de los Lunes”. Ese anuncio le llamó la atención y empezó a averiguar de qué se trataba, hasta que descubrió que se trataba de un proyecto de Jorge y Daniel Scheck, dueños del diario El País.

Su referente era Spike Jones (1911-1965), artista que le puso música humorística a la mayoría de las producciones de Hollywood, a través de la música dixieland. "Les dije (a los hermanos Scheck) que yo tenía la mejor dixieland de toda sudamérica. Ellos habrán pensado que estaba loco", recuerda. Finalmente, Jorge y Daniel lo convocaron un miércoles a las 21 horas para tocar en el Centro de Artes y Letras, donde actualmente está el Teatro del Centro. Aquel día Frade se presentó con los Chicago Stompers y quedó seleccionado para ser parte del elenco humorístico.

Esa noche, Frade conoció a los compañeros con quienes compartiría medio siglo de trabajo: Ricardo Espalter, Enrique Almada, Eduardo D´Angelo, Raimundo Soto, Andrés Redondo, Henny Trayles, Alberto Monteaguado, Carlos Bonavita, Alfredo Peña y Emilio Vidal. "Eran personas nobles y grandes humoristas. Se dedicaban a algo difícil. Todos fallecieron, ¡qué increíble! Hasta Berugo, que era el guitarrista de mi orquesta y tenía un año menos que yo. Los últimos años de su vida fueron malos debido a la enfermedad (de Parkinson)”, dice con cara triste. 

Julio Frade junto al elenco de Telecataplum en sus inicios. Fuente: Archivo El País

"El humor de Telecataplum fue único. Jorge y Daniel Scheck eran personas muy cultas y muy buenos libretistas. Su humor era realmente bueno. Se hizo humor con calidad, con altura, con clase y con gente que contribuyó a eso”, agrega. Telecataplum se estrenó el 4 de mayo de 1962, dos días después de que Canal 12 iniciara sus transmisiones, y llegó a tener elevados puntos de rating

Después vino Jaujarana, Hupumorpo, Comicolor, Hiperhumor y Decalegrón. Este último empezó a transmitirse en 1977 en Canal 10 y fue bajado en 2001. El rating promediaba los veinte puntos. Frade opina que en el último tiempo hubo una “degradación” en el humor porque no hay límites: “Sugerir algo es más inteligente y cómico que mostrarlo. El humor que hacíamos se diferenciaba del humor más chabacano”. 

Volver a la fe 

Frade recibió la primera comunión cuando era niño y después se alejó de la fe. Se convirtió en un verdadero creyente a los treinta y pocos años. "Me di cuenta del magnífico regalo que me hacía Dios y de la protección que tenía de él, que es mucha", dice. 

En 1972 se casó por primera vez en la parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, ubicada en el barrio Punta Carretas. Fruto de esa relación, nacieron Virginia y Florencia. Pero se divorció en 1977. Al año siguiente, Frade se casó en segundas nupcias con María Cristina. "Es una gran mujer que me acompaña en la vida desde hace cuarenta y seis años. Una compañera de tanto tiempo hay que apreciarla y agradecerla. Gracias, Señor, por la compañera que me diste”, expresa.  

"Yo soy el más católico de mi familia y rezo todos los días a Jesús y a mi madre”, admite, pero al mismo tiempo reconoce que no va seguido a misa.

El próximo 3 de noviembre, el músico y comunicador cumplirá ochenta años de edad. Para celebrarlo a lo grande, tiene pensado hacer un concierto en el que participarán sus seres queridos y colegas. Además de conducir Frade con permiso (Radio Oriental) y ¡Música, maestro! (Radio Uruguay), es director del Centro Nacional de Documentación Musical Lauro Ayestarán. También participa en diversos conciertos, como artista principal o como acompañante y director musical de otros colegas. Está jubilado, pero su vida se mantiene activa.

 

Por: Fabián Caffa

Redacción Entre Todos 

Commentario(1)

  1. mari says

    Grs x la nota❗ q humor sano q lo veíamos en familia y esperábamos q llegara el día para verlos con gran ansiedad❗ grs mtro❗👏🏼👏🏼👏🏼🙏🏻🙏🏻..

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