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Iniciativas del Seminario Interdiocesano Cristo Rey en tiempos de COVID-19

Los seminaristas de todo el país se las han ingeniado para seguir en contacto, rezando y sirviendo a sus comunidades desde su casa
Los jóvenes tienen las clases de Facultad de Teología de manera online. F. GUTIÉRREZ

Publicado en el Quincenario Entre Todos, n° 472

Josué María Hernández, que está cursando el penúltimo año antes de ser ordenado sacerdote, cuenta que al inicio de la pandemia tuvieron “un período de desconcierto y de cierta desconfianza. Todo lo que estaba pasando en el mundo era muy raro y como sacado de una película futurista, pero, poco a poco, fuimos encontrando la paz y desde el Seminario hemos tratado de ir ayudando, de acuerdo a nuestras posibilidades, a todos aquellos que nos lo piden”.

En la actualidad, en el seminario Cristo Rey viven 18 seminaristas y hay cuatro más que están viviendo su experiencia de año pastoral en alguna parroquia, de Montevideo y del interior del país, para conocer el estilo de vida de los sacerdotes. Desde el Seminario han puesto en marcha iniciativas sociales y de formación para aportar desde su casa.

“Más creativos y solidarios”

Las primeras semanas de la pandemia tuvieron adoración Eucarística por turnos para pedir a Dios por todas las personas que les escribían y les confiaban sus inquietudes. “Creo que esto es lo que más nos piden las personas, que recemos y que le presentemos a Dios sus intenciones”, señala Josué. En paralelo, comenzaron con sus clases de la Facultad de Teología en formato online, lo que les ha permitido no atrasarse en el plano académico y aprovechar más el tiempo.

“Sin duda este tiempo de dificultad nos ha hecho ser más creativos y solidarios, a no quedarnos con los brazos cruzados y a compartir en la medida de nuestras posibilidades”, confiesa el seminarista. En este sentido, una de las iniciativas que realizaron fue la confección de frazadas polar para repartir entre varias parroquias y familias carenciadas de Montevideo. A partir de rollos de tela polar recortaron rectángulos grandes, del tamaño de una cama, que pueden ser utilizados como frazadas abrigadas.

También, han salido a repartir ropa y alimentos que los fieles acercan al Seminario para que los jóvenes entreguen a familias que saben que los necesitan, así como a las Misioneras de la Caridad de la Madre Teresa de Calcuta, con las cuales trabajan como voluntarios durante el año. Junto con el Movimiento Sembradores, que consiguió ayuda del Estado, de parroquias y de colegios para entregar entre 800 y 1.000 cenas todos los días, los seminaristas han salido a colaborar en la entrega de estas cenas, en compañía del Card. Daniel Sturla y de otros voluntarios de Sembradores.

Cercanos a sus comunidades

Gracias a la tecnología, los seminaristas han implementado una serie de charlas online, “para estar más cercanos con nuestras comunidades dando algunas charlas de formación o dirigiendo espacios de oración”, de acuerdo con lo que explica Josué a ENTRE TODOS. En el seminario Cristo Rey se forman jóvenes de diferentes diócesis del Uruguay, por lo que los han ido invitando desde muchos rincones del país para que participen de sus reuniones o encuentros de pastoral juvenil, así como para dirigir momentos de oración para distintas comunidades parroquiales en diversos lugares.

A su vez, han realizado charlas online para grupos de confirmación con temas concretos sobre la fe católica, así como para equipos de apostolado como Movimiento Luceros —que hace entrega de alimentos y un acompañamiento semanal a personas en situación de calle— para hablar de temas como la “libertad interior” o “cómo pasar del miedo a la confianza”; por mencionar algunos. “Creo que este es un servicio muy grato que podemos ofrecer, ya que nos permite estar cerca, aunque sea de manera virtual, con nuestra gente, parroquias y movimientos en los que somos voluntarios”, cuenta Josué.

Rogelio Pampillón – Seminarista 2° año
 “Tenemos que tener fe en este tiempo duro que estamos pasando. Esto nos permite vivir más aferrados al Señor, tener mayor confianza de que está vivo, de que nos ama y de que se preocupa por nosotros. Esa misma fe nos impulsa a testimoniar su presencia. Las aplicaciones online nos ayudan a llevar a Cristo, son una herramienta… por eso es importante que las comunidades las utilicen. Los encuentros online con las comunidades nos permiten estar cerca de Él, compartir, dialogar y escuchar a los hermanos. Pero cuando todo esto pase, espero que las aplicaciones sean una herramienta más. No hay que perder el estar cara a cara”.

Josué de María – Seminarista 3° año
 “No es lo mismo pasar un mal momento solo, que bien acompañado. Por la fe sabemos que estamos siendo acompañados por Dios en este y en todos los momentos de nuestra vida. Que camina con nosotros, que llora, que consuela y que está a nuestro lado. En lo bueno y en lo no tan bueno. Esta es la gracia de la fe: el saber que no estamos solos y que de todo esto saldremos, Dios mediante. Sin duda este es un momento importante de apostolado y de acompañamiento a nuestras diócesis y comunidades... que sepan que no estamos lejanos. Hoy más que nunca estamos cercanos en la oración y por los encuentros virtuales. Ese es el objetivo principal, compartir la fe, la experiencia de Cristo, sostener con la oración y compartir lo que vamos aprendiendo a través del estudio”.

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