“Hay una institución en Montevideo que desde antes que se formara el Uruguay, con el aporte de todos, está colaborando para construir un país mejor”. Así se presenta la Iglesia Católica, que este miércoles 23 lanza su campaña Iglesia de Todos, con la que busca fomentar la corresponsabilidad en el sostenimiento de sus iniciativas.
Tal como se afirma en el video que presenta la campaña, está “a la vista de todos” que la Iglesia tiene una presencia indiscutida en centros de atención a la discapacidad, instituciones de educación formal y no formal, rehabilitación carcelaria, acompañamiento comunitario y atención a la salud, entre otros.
Todo esto ha sido y es posible gracias al aporte de muchas personas, que se comprometen a destinar algo de dinero -mucho o poco, según sus posibilidades- para ayudar a algunas de estas necesidades.
Este año la propuesta de Iglesia de Todos tiene tres objetivos muy ambiciosos. Por una parte, cubrir lo que no se llega a recaudar con el Fondo Común Diocesano, con el que se sostiene la formación de los futuros sacerdotes, la atención de los más ancianos y a aquellos que viven en las zonas más carenciadas. En segundo lugar, financiar a los programas evangelizadores, lanzados en 2016 como modo concreto de acercar día a día el mensaje de Jesús. En tercer lugar, los fondos se usarán para el Programa Misionero Jacinto Vera: Casa de Todos, con el que se hará una gran misión en toda la ciudad.
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo a través de varios mecanismos: tarjeta de crédito, débito de la factura de ANTEL, colectivos en redes de pagos y depósito bancario. El ideal es que los donantes hagan aportes sistemáticos, pues eso garantiza una mejora constante del aporte de la Iglesia a la sociedad.
La actualidad de la Iglesia
La campaña fue presentada en un desayuno con aportantes. El Cardenal Daniel Sturla hizo una presentación sobre la actualidad de la Iglesia, destacando lo que se realiza en los diversos ámbitos. Fue un modo de mostrar, a través de imágenes y ejemplos, cómo se está invirtiendo actualmente el dinero que se recibe.
A continuación uno de los miembros del Consejo de Asuntos Económicos (CAE) de la Arquidiócesis resaltó la necesidad de “despertar” en los uruguayos la conciencia de la responsabilidad en el aspecto económico de la Iglesia. Otro de los presentes resaltó que los costos de vida han aumentado y que, muchas veces, quienes aportan dinero no tienen esto en cuenta y no “actualizan” las cifras de esa contribución.
Desde el CAE también se señaló el hecho de que la Iglesia es una institución en la que confiar, incluso si no se tiene una perspectiva de fe. “También los que no son católicos y tienen preocupación social pueden verlo: acá está la institución más sólida, presente en las situaciones más duras de Montevideo. Desde una u otra óptica tenemos que ser conscientes de que la Iglesia requiere del apoyo económico (y no sólo ese) de todos”, indicó el exponente.
A esto se suma el hecho de que la Iglesia, además de llevar su afán apostólico a sus múltiples iniciativas evangelizadoras, ha “puesto en orden” sus cuentas y transparenta todo. Los donantes reciben una rendición de cuentas que indica cuánto se recibió y a qué se destinó, así como otro tipo de informes económicos.
Esta campaña está pensada para todas las personas. No hace falta tener grandes ahorros para colaborar, y de hecho son muchos quienes lo hacen mensualmente con $100 o $200, lo cual a fin de cuentas se convierte en una cantidad importante. Otros podrán hacer aportes más grandes y mucho se valorará. Lo importante es que todos esos aportes ayudan a cambiar la realidad hoy. Porque la Iglesia es de todos.