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Iglesia de Todos invita a seguir contando historias

La campaña busca que cada vez más uruguayos crezcan gracias a la Iglesia y su mensaje

Esther nació en el barrio Malvín Norte. Bautizó a sus hijos pero no iba a Misa. En un momento, su vida se complicó: perdió su casa en un incendio y mataron a su hijo. Agobiada, deprimida, empezó a vender pasta base, y así tenía algo de dinero y podía alimentar a los suyos.

Pero hicieron un allanamiento y fue presa. En la cárcel conoció a algunas personas de la Parroquia de Belén, que le mostraron que otro camino era posible y que ella era hija de Dios. Al recuperar la libertad fue a la iglesia. Y aunque se sentía menos que los demás, el sacerdote la acogió en seguida: "El que no tenga pecados, que tire la primera piedra”, le dijo. Esther se sintió en su casa y nunca más se fue. "Ahora estoy en el grupo de madres, mando a mi hijos al club de niños. Tampoco me pierdo de salir a la repartida de comida. No tengo mucho, pero lo que tengo son mis brazos para ayudar. Y a donde me ayudaron, yo quiero ayudar también".

La de Esther es una de las historias que mueven la campaña de Iglesia de Todos, que ahora se relanza con renovado impulso. A través de distintos testimonios -disponibles en el sitio web y redes sociales-, se hace patente la presencia de la Iglesia en favor de las personas.

¿Por qué Iglesia de Todos?

La respuesta es directa: porque la Iglesia es de todos. Es decir, porque todos los fieles son corresponsables con la evangelización y con los recursos necesarios para que esto sea posible.

En concreto, los aportes a través de Iglesia de Todos se destinan a cubrir lo que no se llega a recaudar con el Fondo Común Diocesano, con el que se sostiene la formación de los futuros sacerdotes, la atención de los más ancianos y la de aquellos que viven en las zonas más carenciadas. Hoy en día un sacerdote recibe una contribución mensual de $ 7.000.

Asimismo, los aportes de los fieles hacen posibles muchas actividades pastorales de la Iglesia, como son por ejemplo las educativas (los colegios de Fundación Sophia y el Liceo Jubilar) o las que fortalecen a las parroquias: Misión Casa de Todos, Talleres Jacinto Vera, el Ministerio de Música.

Para este año, además, se proyectan grandes eventos que requerirán de más apoyo por parte de todos los fieles. Es el caso del V Congreso Eucarístico Nacional, las propuestas de Iglesia Joven Montevideo y la campaña de Navidad con Jesús. El funcionamiento de los medios de comunicación de la Iglesia es, asimismo, uno de los destinos de los aportes de los fieles.

Cuantos más sean los aportantes, más actividades pastorales se podrán llevar a cabo, para mayor beneficio de las almas.

¿No alcanza con la colecta de los domingos?

Sí y no. Porque lo ofrendado por los fieles se destina al sostenimiento de la parroquia donde se hace la colecta, y esto no siempre es suficiente.

Desde la Administración del Arzobispado han ofrecido dos ejemplos del costo mensual de funcionamiento de dos parroquias. Esto incluye los gastos por luz, mantenimiento, agua, seguridad, etc. Un caso es de un templo ubicado en la periferia de la ciudad. Es un lugar sencillo y las cuentas a pagar suman $18.930 por mes. Debería recolectarse $4.700 cada domingo en las colectas de las Misas, algo que no suele suceder.

Otro ejemplo es el de una parroquia más grande, con más gente y ubicada en la costa de la ciudad. Allí los gastos son mayores, ascienden a $142.300 por mes. Cada domingo los fieles deberían ofrendar más de $35.500 en total para que las cuentas cierren a fin de mes. Algunas lo logran. Pero otras no, y necesitan que más personas aporten por otras vías, como por ejemplo a través de Iglesia de Todos.

Por otra parte, hay gastos que son imposibles de afrontar sin la colaboración generosa de muchas personas. Es el caso de las grandes obras edilicias o restauraciones, fundamentales para mantener los templos en buen estado. Cuanto más añejas y dañadas las estructuras, mayores son los cuidados necesarios. En las últimas dos semanas el Arzobispado recibió dos presupuestos que sirven de ejemplo. En un caso hay que reparar el techo porque caen escombros, hay humedades y la estructura está en riesgo. Las obras costarían US$ 152.000. En otro caso hay que acondicionar baños y muros laterales de los que se desprenden escombros. Allí las reparaciones costarían unos US$ 158.000.

El óbolo de la viuda

Los números pueden desalentar, pero se usan para estimular la generosidad. Algunos podrán aportar grandes cifras y esto será muy bienvenido. Pero igual de bienvenidas serán las sumas más discretas pero constantes. Estas últimas son igual de agradables a Dios y, sumadas, representan un aporte más que valioso; necesario.

Los aportes a través de Iglesia de Todos se pueden realizar de distintas maneras. Ya se habilitó una sección en el sitio web www.iglesiadetodos.org.uy para poder ahí mismo concretar a través de tarjeta de crédito y débito. También se puede hacer por medio de las cuentas "Iglesia de Todos" en Abitab Net (nº 4294) y Red Pagos (nº 44748).

Quienes prefieran que se les debite mensualmente de la cuenta de Antel, pueden hacerlo a través de los siguientes números: 0908 4142 ($100 mensuales), 0908 4143 ($200) y 0908 4144 ($ 500 por mes). Asimismo, hay cuentas en los bancos BROU, BBVA, Itaú y Santander. Los números están disponibles en el sitio www.iglesiadetodos.org.uy

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