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Esther y Nicolás, dos historias que merecen ser contadas

Son los primeros protagonistas de "Queremos seguir contando historias", la serie de videos de Iglesia de Todos

Iglesia de Todos es una campaña que busca fomentar los aportes de los fieles para la labor de la Arquidiócesis. Fue lanzada en 2015 y todos los años recibe un nuevo impulso.

En este 2020 se decidió mostrar historias de personas reales que tuvieron un cambio positivo de la mano de la Iglesia. Son rostros y personas concretas las que cuentan de este impacto y agradecen los aportes, al tiempo que los hacen visibles.

En los próximos meses se podrán ver nuevos capítulos. Por ahora están disponibles los de primeros.

Esther Duarte, encontrar a Dios tras las rejas

Para Esther la vida no ha sido nada fácil. Un serie de hechos trágicos la llevaron a tomar las decisiones incorrectas. Pero fue ella quien decidió enfrentar sus adversidades con nuevos ojos, aún estando privada de libertad en la cárcel de Cabildo.

Su testimonio:

Soy María Esther Duarte. Tengo 60 años. Nací en Malvín Norte, fui nacida y criada acá con mis padres. Cuando hacían la procesión de la Virgen la llevaban a casa.

Por consecuencias de la vida, perdí todo. Estaba trabajando en el Pasteur, se me prendió fuego la casa a las tres de la mañana. Tuve que dormir en la calle, porque no tenía donde vivir. Un 5 de enero me mataron un hijo que andaba en malos pasos. A raíz de eso caí en un pico de depresión. Fueron, me ofrecieron para vender droga, acepté. Tuve un allanamiento. Tuve diez meses de detenida en Cabildo.

Fue mala experiencia, porque estuve separada de los míos, pero al mismo tiempo una linda experiencia, porque aprendí muchas cosas. De muchas iglesias iban, de muchas religiones, pero siempre me llegó más la gente de Belén.

Cuando salí, el compromiso que había hecho era volver a Belén. Yo al mismo tiempo me sentía que tenía las rejas en la cara, con que toda la gente me miraba como diciendo: esta persona estuvo presa, puede hacer algo. Y el Padre Elizaga me vio, me llamó y me dijo "El que esté libre de pecado, que tire la primer piedra" ¿Dónde está Dios? Decía yo, y ahí me hicieron encontrarlo. Nunca más salí de Belén.

Si yo pude salir, creo que muchos podemos salir. Hay que tener fe, confianza, y tanto acá como en otras parroquias, digo yo, que se puede encontrar, a la mano para salir adelante. Y siempre donde pueda ayudar, mientras mis brazos y mis piernas me den, trato de dar mi mano, ¿no?

Nicolás Parreira, salir de la droga a través de Cristo

En 2012 Nicolás estaba durmiendo en un hotel abandonado. Era adicto a la pasta base y sus padres ya no sabían qué hacer para recuperar a su hijo. Fue entonces que ingresó a la Fazenda de la Esperanza y su vida cambió para siempre.

Se testimonio:

Yo soy Nicolás Parreira. Conocí la Fazenda en el 2012. Ingresé con un problema de adicciones, de consumo de la pasta base. La Fazenda fue el último de mis...este... de mis intentos por salir, ¿no? Porque antes de entrar en la Fazenda, yo estaba viviendo en la calle y mi padre me había echado de casa. Y bueno, el último cartucho que mi madre conocía, fue el que le dijo mi tía... Y ahí ingresé a la Fazenda.

Cuando estás adentro de la Fazenda, te das cuenta de que la droga no era el problema: la droga era la consecuencia. La Fazenda no hace grandes cosas pero Dios hace las cosas grandes, la Fazenda pone el lugar. El disfrute de la vida que yo había aprendido dentro de la Fazenda era otro. Al conversar, a mirar a los ojos cuando hablo. A agradecer lo que uno es y agradecer lo que uno tiene.

Y una de las grandes oportunidades que me dio Dios fue volver a hacer una experiencia de voluntariado. Ayudar a gente que nunca pensé que iba a ayudar. Y bueno, después fui a hacer una formación...Conocí a mi esposa, paraguaya, que también estuvo dentro de la obra, pero en calidad de voluntaria. Ella no fue adicta. Y ahora estamos casados acá en Uruguay, con tres hijos, y trabajando en la labor de La Fazenda, ¿no? Yo quedé como referente acá de la Fazenda de Montevideo. Y bueno, acompañando y intentando hacer... lo que se puede, ¿no?

Quienes deseen aportar para que estas y otras historias puedan ser contadas, pueden ingresar a la web de Iglesia de Todos www.iglesiadetodos.org.uy y enterarse cuáles son los medios para hacerlo.

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