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Es Navidad y en casa hay una silla vacía

Orientaciones para personas y familias en duelo.
Empatizar con el dolor del otro es clave ante cualquier duelo, más aún en este tiempo./ Fuente: Cathopic

El 16 de diciembre se realizó vía Zoom una interesante conferencia titulada: “Es Navidad y en casa hay una silla vacía. Orientaciones para personas y familias en duelo”, brindada por las licenciadas María Claramunt y Mariela García.

María es trabajadora social, asesora en Duelo en el ciclo de la vida, asesora Stillbirth Support (duelo gestacional y perinatal) y diplomada en intervención en duelo normal y duelo complicado. Mariela es psicóloga, también asesora en Duelo en el ciclo de la vida, diplomada en Psiconcología y magíster en Cuidados Paliativos.

Sentimientos y emociones ante la Navidad

Entre Todos tuvo la oportunidad de conversar con las conferencistas para entender cómo viven estas fiestas las personas que están transitando un duelo. Les preguntamos acerca de los sentimientos y emociones que se despiertan, en esta época, en aquellas familias que han experimentado la muerte de un ser querido.

“Si bien el dolor por la ausencia de un ser querido se sufre diariamente, hay fechas significativas como cumpleaños, aniversarios, vacaciones y también, por supuesto, el tiempo de Navidad y Año Nuevo, que reactivan el dolor. Son tiempos donde la carga emocional es elevada y para muchas personas muy difíciles de transitar. 

”La Navidad, más allá de las creencias religiosas, implica un tiempo de celebración, de reencuentro familiar, de alegría. Durante todo diciembre, e incluso antes, observamos cómo todo habla de un clima de fiesta: decoraciones, publicidades, regalos y también conversaciones familiares, la organización de la cena y el encuentro de Navidad. Los hogares también se decoran; se arman arbolitos, pesebres y se colocan luces.

”Todo esto confronta con el dolor que muchas personas y familias están atravesando por la muerte de un ser querido, ya sea en este o en los últimos años. Implica un tiempo doloroso y también temido, donde surge la pregunta: ¿cómo voy a afrontar la Navidad?, ¿cómo puedo juntarme a celebrar en medio de este dolor? 

”En algunas personas aparece el miedo de no ‘arruinar’ el momento a familiares y amigos. Otras pueden sentir que no tienen derecho a disfrutar o sonreír. Una persona en duelo puede sentirse muy triste, abrumada o incluso enojada al observar cómo el resto del mundo continúa su vida y planifica en un clima de fiesta.  El entorno, familiares, amigos, compañeros de trabajo, no siempre dimensionan lo difícil que es el día a día de una persona en duelo. Si además el duelo es reciente, lo que llamamos duelo agudo, el dolor es más intenso y por momentos muy difícil de gestionar. La energía corporal y emocional es muy baja y es probable que quieran que esos días pasen lo más rápido posible. 

”Muchas personas en duelo experimentan un gran bajón en estas fechas, pueden sentir que están retrocediendo en el proceso, porque resurgen o se intensifican emociones y sentimientos que antes parecían más controlados. 

”Claro que según el momento en el que se está en el proceso de duelo, y también de acuerdo a la personalidad y la forma de afrontar el dolor, cada persona y cada familia vivirá este tiempo navideño de diferente manera”.

"Muchas personas en duelo experimentan un gran bajón en estas fechas, pueden sentir que están retrocediendo en el proceso, porque resurgen o se intensifican emociones y sentimientos que antes parecían más controlados". 

Las opciones menos recomendables para vivir la Navidad

Les consultamos sobre cuáles serían las opciones menos recomendables para vivir estas fiestas. ¿Suprimir la Navidad? ¿Hacer como si no hubiera pasado nada?

“Lo más natural para muchas personas en duelo es pensar que la mejor opción es suprimir las Navidades. Es comprensible y también muy tentador. Y lo cierto es que hay algunas familias que toman esta decisión, ante el dolor de lo que les espera. Prefieren cancelar la Navidad, no organizar nada que les recuerde estas fechas y/o hacer algo distinto: un viaje por ejemplo, o dentro del mismo país ir a otro lugar distinto del de siempre; un lugar que no les recuerde nada de lo sucedido, donde nadie les conozca, lejos de la casa, los amigos, los rituales. 

”La opción de intentar huir de los recuerdos y las obligaciones de la Navidad es una opción natural y humana. Qué importante no quedarse en decisiones definitivas, como ‘nunca más voy a hacer tal cosa’, sino saber que hoy no tengo la disposición para tal o cual celebración, lo que no significa que el año que viene no necesitaré otra cosa. 

”Es importante saber que esto no está bien ni mal, cada cual lo lleva como puede; seguramente tenga una función en esa ocasión para esos padres. Y quizás al año siguiente no necesiten hacer lo mismo. Esa primera Navidad, necesitaron eso. 

”Lo que comparten las familias es que el dolor te acompaña vayas donde vayas, y que la próxima Navidad van a tener que afrontar la misma decisión con la diferencia de que pasó un año, pero el dilema va a ser el mismo: ¿cómo organizar la Navidad sin él o ella?

”En otras ocasiones puede pasar que hay familias que deciden hacer lo de siempre, en un intento de seguir la vida como si nada hubiera pasado. Para algunas familias funciona el lema: ‘hay que hacerse fuerte y lo mejor para sobrellevar la situación es no hablar de ello’. No se tiene en cuenta a la persona ausente y se intenta evitar todo lo que pueda suscitar algún recuerdo emotivo. 

”En estas familias el dolor se esconde, se controla; se muestra al mundo que ‘lo estoy llevando bien’ y el entorno se coloca en un intento de protección. Pero es muy probable que en algún momento estas defensas no funcionen, que alguien se emocione y aparezcan lágrimas o un nudo en la garganta. 

”Este intento de negar o evitar todo lo que sea emocional, termina siendo contraproducente. Cuando tapamos los sentimientos, pueden salir de forma distorsionada. Se construyen estos muros de silencio de los que hablábamos: las personas en duelo no mencionan a su ser querido para no preocupar a los demás, y el resto tampoco habla para no preocupar a los dolientes. Todos sufren en silencio y esto incrementa los sentimientos de inadecuación y de aislamiento. Esto implica un gran esfuerzo personal y familiar, se genera una tensión que puede traducirse en situaciones de agotamiento, irritabilidad y mucha ansiedad”. 

"La opción de intentar huir de los recuerdos y las obligaciones de la Navidad es una opción natural y humana"

Sugerencias para vivir una Navidad diferente

Las profesionales brindaron sugerencias para vivir una Navidad diferente, aun en tiempos familiares complejos como es el de transitar un duelo.

“En la charla sobre Navidad y Duelo, compartimos algunas orientaciones fruto de nuestro trabajo con las familias que han sufrido la muerte de un ser querido. Pero queremos destacar que cada persona en duelo es la más indicada para decidir qué es bueno o mejor para su proceso de duelo. No hay recetas cuando hablamos del dolor.

”La posibilidad que se puede plantear es construir una nueva Navidad. Sabiendo que nunca nada volverá a ser como antes, la familia puede empezar a afrontar las fiestas de una manera distinta. Pueden empezar eligiendo mantener todo lo que los ayude en este proceso, sacar lo que no los ayuda y crear nuevas formas de vivir estas fiestas”.

También compartieron algunas de estas ideas para pasar las fiestas, haciendo la salvedad de que algunas quizá sean acertadas para unas familias y no para otras:  Planificar las fiestas con antelación; buscar un momento familiar para hablar de las fiestas: ¿qué vamos a hacer?; animarse a nombrar al ser querido; repasar los rituales habituales de la familia; integrar a los niños en las decisiones; planificar tiempo para descansar; estar preparado para lo que pueda suceder en las reuniones sociales; tener en cuenta que habrá momentos donde surgirán recuerdos insospechados; simplificar las obligaciones; buscar una manera simbólica de recordar a la persona fallecida a lo largo de las fiestas. 

Sobre esta última sugerencia, señalaron: “la invitación es a crear una manera, un espacio o un tiempo específico para recordar. Algunas familias lo hacen a través de la decoración, otros, de la comida; para algunos, tener una foto del ser querido cerca del pesebre o del arbolito es una manera de tenerlo presente en el encuentro familiar”. 

“Como familiares y amigos de personas en duelo, queremos transmitir la importancia de cambiar el concepto que tenemos sobre los procesos de duelo: la tristeza por la ausencia de un ser querido no es algo para superar, sino algo para acompañar. Y para ser acompañada, necesita ser vista y reconocida por otros. Para acompañar a un doliente, necesitamos aprender a estar en silencio, acompañar, habilitar las lágrimas, validar la ausencia. En esta Navidad, así como en el día a día, podríamos cambiar el chip con el que venimos andando y hacerle un lugar al dolor del otro. 
”Es posible construir una Nueva Navidad donde la alegría sutil, e incluso la alegría auténtica de los niños, se tome de la mano con las lágrimas de la añoranza por nuestros seres queridos”.

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