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Encuentro ecuménico

Varias iglesias se dieron cita esta tarde, en el marco de la Marcha del Silencio 2021.
El encuentro se realizó de forma virtual.

Este año, la tradicional Marcha del Silencio se realiza de forma virtual, al igual que el año pasado, debido a las restricciones sanitarias por la pandemia. Se están desarrollando acciones particularmente en redes sociales y algunas intervenciones en espacios públicos, con los símbolos tradicionales de las margaritas, las fotografías y las balconeras.

A las 17 horas se realizó una celebración ecuménica, donde participaron referentes y fieles de diversas iglesias. Entre los convocantes estuvieron: Amerindia, Parroquia Santa Gema, Fe en la Resistencia, Iglesia Valdense, Iglesia Luterana, Iglesia Metodista, Los Dioses están locos, OBSUR, Parroquia Universitaria, JPC, Centro Cristiano Nueva Vida-No Mataras, SERPAJ, Cristianos en Red, MPC, Centro Martin Luther King Uy.

Trabajar por verdad y justicia, para llegar a la reconciliación y el perdón

Al inicio del encuentro, se compartieron mensajes y saludos de varios referentes. En ese marco el cardenal Daniel Sturla expresó: "me uno de corazón a la oración, para acompañar en el dolor a todas las personas que sufren por no saber dónde están sus seres queridos". Manifestó su deseo de que esta causa se constituya en una causa nacional, más allá de ideologías, para trabajar por la verdad y la justicia. Y en un paso posterior, por la reconciliación y el perdón, entre todos los orientales, reforzando la importancia del encuentro con el otro.

Monseñor Heriberto Bodeant compartió una oración al Espíritu Santo; al Espíritu que 'les recordará todo', por una sociedad más justa y más fraterna; al Espíritu de la verdad, que nos guiará a la verdad completa; al Espíritu defensor, que nos ayude a defender cada vida humana. Por su parte, el Presidente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, Mons. Arturo Fajardo, se unió también a la oración comunitaria, enviando un mensaje grabado. 

El encuentro contó con una reflexión a cargo de Macarena Alvariza, misionera franciscana del Verbo Encarnado, que partiendo de la lectura de Génesis 4, 10, repasó el vínculo entre Caín y Abel, y su trágico desenlace.

Reflexionó acerca de esta alerta que ofrece la Palabra sobre esa violencia, cargada de odio y sinrazón que lleva a la muerte, y sobre la necesidad de bregar por un camino más fraterno para la resolución de los conflictos y las diferencias en nuestra sociedad, tanto en hechos del pasado como en el hoy.

Luego, el pastor metodista Raúl Sosa compartió su reflexión a la luz del texto bíblico de Proverbios 10, 6 y 7, centrando su mensaje en la memoria: "la memoria cuando se erige como memoria histórica, no ata al pasado, como a veces se dice, sino que la memoria histórica es la materia prima de la conciencia histórica, y por lo tanto, ilumina el presente y el compromiso en el presente con las luces de lo vivido, y de lo que vendrá. Esta confluencia de pasado, presente y futuro es la médula del carácter pascual de nuestra fe, que recuerda, compromete y suscita esperanzas. Compartió una visión sobre la memoria colectiva, como “una fuerza de dignidad, que reivindica a los que son negados y también una fuerza de resistencia contra el individualismo, la apatía y el desinterés. 

Esperanza activa

Lucía Gómez, integrante de Cristianos en Red, forma parte del equipo que elaboró la oración final del encuentro, hablando sobre el contenido del mensaje expresó: “creo que como cristianos y cristianas tenemos dos mensajes fundamentales para aportar. En primer lugar, nuestro compromiso ineludible con la memoria, la verdad y la justicia”.

El segundo mensaje es que “como cristianos y cristianas creemos que no hay muerte sin resurrección; creemos en la capacidad humana de transformación La esperanza es una espera activa, no es simplemente esperar a que la verdad histórica se revele o decidan revelarla. Es trabajar activamente para encontrarla, manifestando la importancia de una actitud de compromiso y esperanza.

Por su parte, Carola Tron, Pastora - Moderadora de la Iglesia Evangélica Valdense del Río de la Plata, compartió el porqué es importante que personas de diferentes credos participen en este tipo de celebraciones: “si hay algo que nos reúne de manera ecuménica y trasciende aún al cristianismo es el valor del amor al prójimo como bien común. Desde varias comunidades cristianas católicas y protestantes y organizaciones basadas en la fe nos reunimos desde hace ya muchos años para celebrar juntos y juntas la Palabra. Jesús dice que la verdad nos hace libres. Esa verdad que permanece oculta… sigue siendo clamor no solo en madres y familiares, pero también en nuestras comunidades de fe, que confiamos y creemos en un Reino de Justicia y de Verdad”.

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