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El Sínodo de la Sinodalidad: un camino de escucha y evangelización

La sinodalidad se presenta como una oportunidad para que la Iglesia camine unida y anuncie con claridad la Palabra de Dios. La delegación uruguaya estará integrada por el Card. Daniel Sturla, Mons. Milton Tróccoli y Leonardo Lima.
Presentación del documento para la fase continental del sínodo. Fuente: CNA

La idea de un “sínodo de la sinodalidad” puede resultar, a simple vista, confusa. Pero su espíritu es mucho más claro: una Iglesia abierta, de escucha activa, donde todos encuentren su lugar.

Cuando se suele pensar en los sínodos episcopales, nos remontamos a una práctica implementada por el papa Pablo VI durante el Concilio Vaticano II, cuya finalidad es que los obispos aconsejen al santo padre sobre determinados asuntos de interés para nuestra Iglesia católica.

Este “caminar juntos” presenta dos particularidades durante el llamado Sínodo de la Sinodalidad. Una de ellas es, claramente, su extensión (el proceso iba a durar dos años, desde octubre de 2021 hacia el mismo mes de 2023, pero culminará un año más tarde). La segunda es su composición, debido a que no solo los obispos tomarán las decisiones, sino que religiosos y laicos (hombres y mujeres) también participarán con voz y voto.

El valor de la escucha

Este proceso de reflexión comenzó con una reunión en el Vaticano, y posteriormente se desarrolló, durante varios meses, una etapa de consulta diocesana. Tras el diálogo con las Iglesias locales, inició el año pasado la llamada fase continental, para que todas las conferencias episcopales ahondaran en las conclusiones de dicho proceso.

Esta asamblea de octubre contará con una amplia convocatoria. En representación de Uruguay asistirá el Card. Daniel Sturla como arzobispo de Montevideo y miembro del consejo ordinario del sínodo; Mons. Milton Tróccoli, obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas, y Leonardo Lima, laico vinculado con comunidades de vida cristiana y que integra el departamento de laicos de la Conferencia Episcopal del Uruguay.

El tiempo de los laicos

Sin duda que, de las tres convocatorias, la que presentó una mayor novedad fue la última de ellas. “Todavía sigo con la sorpresa de haber sido convocado para el sínodo”, reconoció Lima en diálogo con el P. Fabián Rovere, en el programa Hoy quiero hablarte de Radio Oriental.

Consultado por el proceso de su llamado, contó que son situaciones inesperadas: “Recibí una comunicación de que el papa elegiría, de una lista de veinte personas, a diez de ellas para participar, y yo estaba en esa lista. La verdad que uno sabe que Uruguay es un país muy pequeño y no imaginaba que hubiese posibilidad de que eso sucediera (…) Eso habla también de una Iglesia, y de un estilo como el del papa Francisco, que trata de acoger a todos, y ese es un camino que hay que seguir transitando”.

“Estoy convencido de que será una gran experiencia. Me gustaría evocar a una compañera con la que fuimos a la preparación del sínodo, que es Beatriz Brites —laica consagrada, que falleció lamentablemente poco tiempo después de haber ido al encuentro de marzo—. Fue una mujer que disfrutó muchísimo de toda esta preparación. Decía una cosa muy linda, que era: ‘Este es el momento de los laicos en la Iglesia’. Ella transmitía que los laicos tenían la misión de contagiar a otros en la comunicación de esta nueva gracia, que es esta modalidad de sinodalidad que el papa Francisco quiere llevar adelante”, recordó.

La semilla de la Palabra

Claramente, el Sínodo de la Sinodalidad enfrenta diversos desafíos. El primero de ellos es haber iniciado en plena pandemia, motivo que limitó los encuentros y la participación de los fieles. El segundo será, indudablemente, la misión posterior a dichas asambleas. No obstante, Lima tiene plena confianza en que los frutos del sínodo estarán presentes en toda la Iglesia. “Es un gran desafío comunicar los resultados, pero confío en que todo eso después se vuelque al pueblo de Dios”, le afirmó al P. Rovere.

Por su parte, el Card. Daniel Sturla, quien también formará parte del Sínodo, destacó en diálogo con Entre Todos, la importancia de la misión y la evangelización. “La Iglesia no existe para mirarse al ombligo, sino para evangelizar. Esa es su misión", subrayó.

Un proceso preparado

El arzobispo de Montevideo, que además integra la secretaría general del sínodo, detalló el proceso de trabajo y su intervención en el mismo: “Me toca participar de esta asamblea sinodal en el mes de octubre y, si Dios quiere, en ese mismo mes del año entrante. También participamos en Montevideo y se impulsó la celebración de las asambleas, reuniones o consultas para responder a las preguntas que se formularon desde la secretaría general. Personalmente también estuve en Brasilia participando del encuentro del Cono Sur, y mantuve reuniones en Roma para la aprobación del Instrumentum Laboris, que llegó a todos quienes integran el sínodo y que es un documento público”.

En esta línea, Mons. Milton Tróccoli declaró a Entre Todos que se trata de un proceso “largamente preparado” a nivel general y diocesano. “Empezamos todos juntos este camino sinodal. Tanto la preparación del sínodo de la Iglesia universal como la organización y ejecución del sínodo diocesano, nos ayudó a meternos —incluso desde lo personal— en este espíritu sinodal que nos pide el papa Francisco”, reflexionó.

El legado del papa

“Creo que es muy grande la responsabilidad. Es grande también el discernimiento que hay que hacer, y la disponibilidad de espíritu que debemos tener para no quedarnos encerrados en lo propio”, aclaró el obispo de Maldonado-Punta del Este-Minas.

Desde el criterio de Mons. Tróccoli, se trata de un desafío gratificante: “Por un lado, debemos estar abiertos a lo que el Espíritu nos quiere decir también a través de nuestros hermanos de distintos continentes, de distintos países, de distintas culturas, que nos aportan luces nuevas del Espíritu y también vivencias diferentes de la fe. Por otro lado, lo vivo con mucha expectativa e ilusión. Creo que este camino sinodal es un regalo y a la vez es el legado que el papa Francisco nos quiere dejar como Iglesia. Lo tomo con mucha esperanza”, concluyó.

La delegación uruguaya

Card. Daniel Sturla

“El Santo Padre tiene mucha expectativa en este tema que, de algún modo, marca este tiempo de su pontificado. Quiere subrayar esa idea de caminar juntos en Iglesia, como Pueblo de Dios, que integramos todos quienes somos parte de ella. Y, por eso también, los tres tópicos que siguen al gran tema de la sinodalidad, son: comunión, participación y misión”

Mons. Milton Tróccoli

“Este sínodo tiene la característica de que será en dos etapas. Esta es la primera, que creo que se basará en la escucha para que luego podamos, a partir de un discernimiento, plantear algunas líneas de acción en el sínodo de 2024. El papa  quiere que seamos una comunidad más sinodal y protagonista, donde todos busquemos juntos la voluntad de Dios y nos sintamos movidos por el Espíritu Santo”

Leonardo Lima

“El sínodo no comienza acá, sino que tiene toda una etapa previa de elaboración, y sobre todo de escucha. Su papado ha tratado de ir a las bases y tener en cuenta a todo el pueblo de Dios en el camino sinodal. También se busca que esta sinodalidad sea, de alguna manera, una semilla que quede para la iglesia del futuro”

Por: Leandro Lia

Redacción Entre Todos

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