El pasado 28 de mayo, asumieron las nuevas autoridades del consejo directivo de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE) para el período 2021 - 2023, presidido por la Cra. Rosario González Stewart. Por este motivo ENTRE TODOS dialogó con la nueva presidente de ACDE. Compartimos con ustedes la entrevista.

¿Cómo recibió la noticia de que sería la presidente de ACDE?

Me tomó por sorpresa y la he asumido con humildad, esperando estar a la altura de lo que ACDE representa para mí y para cada uno de sus socios personales, institucionales, patrocinadores y la sociedad, para la cual queremos ser referentes a la luz de un accionar coherente con nuestros valores.

Agradezco a los socios de ACDE por darme la oportunidad de liderar una asociación con sesenta y nueve años de reconocida trayectoria y una loable misión. Integro la lista de un consejo directivo que seguirá trabajando para cumplir con los desafíos que tiene ACDE.

¿Cuál piensa que puede ser su mayor aporte a la institución?

Pienso que el aporte puede venir de mi experiencia profesional como Gerente General de una empresa de servicios. Desde la fijación de la estrategia hasta la ejecución de cada acción, hacer que las cosas pasen, trabajando con los equipos, generando confianza y poniendo siempre a las personas en el centro de la actividad. Mi vocación y sensibilidad por los temas sociales, centrado en el bien de las personas es un aspecto que también sumará pues es compartida con ACDE. Esperamos, apoyados en estas experiencias y las de mis colegas integrantes del consejo directivo, lograr los objetivos que nos hemos propuesto. Estos son, entre otros, la incorporación de nuevas generaciones de jóvenes que son los actuales y futuros líderes de empresas. También aspiramos llevar los pilares de ACDE a más departamentos del Interior del país. Esperamos contribuir a que más líderes de empresas vivan la unidad y la coherencia entre la fe y la vida profesional, así como, entre los valores personales y la gestión empresarial.

Desde su mirada, ¿existe la mirada femenina en el trabajo empresarial o de gerenciamiento de empresa?

La mirada femenina, así como la masculina deben coexistir en el ámbito laboral en los distintos ámbitos de las organizaciones. Cada género aporta distintos aspectos, muy complementarios entre sí y necesarios.

Si bien existe la mirada femenina en las empresas, mirada que tanto aporta, aún no cuenta con la suficiente participación. Esta brecha se agudiza en los cargos gerenciales y aún más en las grandes empresas.

Para objetivar el tema basta ver el informe emitido por el Banco Mundial en mayo de 2020, titulado “Jugar un partido desigual, un diagnóstico de género en Uruguay”. Este realizó un diagnóstico de la situación actual en varios sectores en los que las mujeres enfrentan inequidades, resaltando la calidad del empleo, las oportunidades económicas, la brecha salarial, entre otros aspectos. Las mujeres no tienen las mismas oportunidades laborales que los hombres en Uruguay, a la vez que ganan un 31% menos que sus pares por el mismo trabajo. El estudio es contundente en su enunciado de que “promover la igualdad de género es una manera inteligente de promover la economía.” Esperamos lograr una mayor concientización de este aspecto en al ámbito público y privado.

En esa misma dirección, ¿se puede hablar de liderazgo femenino o es liderazgo a secas?

Un buen liderazgo puede ser bajo la gestión de un hombre o una mujer. En determinados momentos de la vida de una organización, puede ser que precise más la mirada y características de la mujer, y en otros, la del hombre. Esto nos lleva entonces a la necesidad de conformar equipos de trabajo, donde sus integrantes se complementan entre sí en diversos aspectos y con participación de género acorde.

A partir de su experiencia, ¿qué se busca en un líder a nivel de las empresas u organizaciones?

Que haga propia la misión de la empresa y que desde el lugar que le toque participar incida positivamente en pos del cumplimiento de la misma.

Las empresas para ser socialmente responsables deben ser sustentables en el mediano y largo plazo trabajando para el bien común. Se busca, y espera, que el líder actué con valores como la integridad y tenga una buena actitud al desarrollar sus capacidades, con humildad y responsabilidad, y aplique su talento para cumplir los objetivos de su trabajo en sintonía con los de la organización.

Las habilidades no técnicas, o denominadas blandas, son las que hacen la diferencia, la disciplina, perseverancia, paciencia, escucha y determinación. Estas competencias son esenciales para un líder de alto desempeño en una organizaron. Líder humano, empático y comprometido. En suma, se busca que el líder genere confianza para que el equipo despliegue al máximo sus capacidades.

¿Cómo es la dinámica de trabajo de ACDE?

ACDE tiene la misión de apoyar a los dirigentes de empresas, como agentes de transformación de esta y de su entorno, en la creación de un mundo más justo y más humano inspirado en los valores del pensamiento social cristiano. Esta misión se lleva a cabo de diversas formas. Por un lado, los grupos de reflexión empresarial, GREM, donde se comparten situaciones complejas, valores e inquietudes entre pares que enfrentan diversas problemáticas.

Por otro lado, están los grupos del programa GADE donde se promueve el desarrollo de los empresarios y emprendedores en el crecimiento, la profesionalización y el proceso de toma de decisiones. Están los foros y conferencias que organizamos para incidir en el entorno empresarial y el mundo del trabajo. Se promueve la responsabilidad social, ofrecemos instancias de capacitación y formación para la mejora de la gestión.

Para llevar a cabo su misión, ACDE cuenta con el voluntariado de los dirigentes que destinan su tiempo a apoyar a otros líderes. Con esto el lector puede tener una idea de la dinámica de trabajo conjunto que se genera, con un órgano de gobierno, el consejo directivo, equipos de trabajo y un pequeño staff de colaboradores que apoya toda esta tarea.

¿Qué apoyo le ofrece ACDE al empresario o a la persona que gerencia una empresa?

Le ofrece distintas formas de integrarse a la Asociación para recibir apoyo y capacitaciones, y para acompañar su caminar en esta noble vocación de ser empresario. Además de lo ya mencionado en la pregunta anterior, destaco la presencia del Asesor Doctrinal que nos acompaña en el discernimiento cristiano al desarrollar nuestro trabajo.

Cómo presidente de ACDE, ¿cuáles son los desafíos que encuentra en un futuro de cercano y mediano plazo para el “emprendedurismo” —pequeñas, medianas y grandes empresas— y para el mundo del trabajo en nuestro país?

Un gran desafío será la reconversión de varios puestos de trabajo y la generación de nuevas formas de trabajo. Van a surgir emprendedores con creatividad, innovación tecnológica y de procesos. Estos nuevos proyectos requerirán de trabajadores con nuevas habilidades.

Estamos viviendo un cambio cultural debido a la pandemia y es preciso que varios elementos de ese cambio se conviertan en hábitos permanentes de consumo y de trabajo. Nos encontramos en medio de una tormenta, una pandemia a nivel mundial, que vamos transitando con valentía y el desafío es que, al terminarla, miremos hacia adelante incorporando lo bueno que nos dejará la crisis. Hemos aprendido mucho y debemos capitalizarlo pues sin duda en muchos aspectos hemos sido más efectivos y eficientes.

El mundo del trabajo es un tema central para ACDE porque entendemos que permite el desarrollo de la persona humana y la dignifica. ACDE nace para responder al desafío de la “cuestión social” en la posguerra. Ahora uno de los mayores desafíos, en la cuarta revolución industrial, es adquirir las competencias necesarias para las nuevas oportunidades laborales, diferentes a las que estábamos habituados. Comprender las grandes tendencias de esta revolución y preparar a las actuales y futuras generaciones de niños y jóvenes, es el gran desafío para el mundo del trabajo.

Todos estos cambios van a requerir de un diálogo social centrado en la persona, como nos lo indica el papa Francisco en la encíclica Laudato si': “Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida humana”.