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¿Cuál es el verdadero significado de la Navidad?

Durante estos días se exhibió un particular pesebre dentro de la Universidad Católica. Hoy sus productos serán donados.
La particular propuesta responde a un programa de la Licenciatura en Artes Visuales. Fuente: L. Lia

“Espere aquí”. “Espere aquí”. “Usted será el próximo”. La señalización del piso nos guía hacia una góndola de supermercado exuberante. En sus estantes, se ven productos costosos y llamativos. Incluso hay fuegos artificiales y otras cosas que, claramente, no resultan indispensables para el festejo de la Navidad. El entorno está adornado con afiches de descuentos.

Esta escena, lógica para el contexto de un comercio, pero nada habitual dentro de una universidad, tiene una particularidad: es, en realidad, parte de un pesebre navideño. El recurso artístico forma parte de un particular recurso que se implementa durante Navidad dentro de la Universidad Católica, pero que demandó varios meses de trabajo y cuya finalidad es generar la reflexión de sus estudiantes.

Se trata de una propuesta interactiva, pero también solidaria: los estudiantes podían donar alimentos para la Navidad, que se entregarán hoy en dos zonas en los que la Universidad Católica colabora mediante el centro Berit, en Marconi y en el Cerro.

El desafío de interpelar al otro

“En los últimos años venimos logrando que sea una propuesta muy provocadora”, advierte Leandro Gómez, director de la Licenciatura en Artes Visuales.

En la Universidad Católica, cada vez que llega la Navidad, hay distintos tipos de pesebre. La amplitud de su sede le permite poder abordar la llegada de Jesucristo de diferentes maneras. “A pedido del rector, hace varios años —no sé si ya pasaron seis o siete ediciones—, la Licenciatura en Artes Visuales se ocupa de generar un proyecto de pesebre contemporáneo, con estudiantes de distintas carreras. El abordaje entra en el formato del arte contemporáneo, el proyecto consiste en realizar una representación del pesebre, pero a nivel artístico y con una mirada particular”, recuerda Gómez, quién es uno de los dos docentes a cargo, al igual que Federico Arnaud (escultor y artista).

El pesebre de este año demandó varios meses de trabajo. Fuente: L. Gómez

“El trabajo se desarrolla en el segundo semestre, comienza en agosto y finaliza en noviembre, con el armado del pesebre. Es una experiencia bastante inédita por lo que conlleva la actividad. Este es mi tercer pesebre, y estoy muy feliz con los resultados que tenemos”, afirma el director de la licenciatura.

El proceso inició con un acompañamiento desde el área pastoral del centro educativo, para explicar y aclarar algunas nociones sobre la Navidad: “No todos los alumnos cuentan con formación religiosa, tuvieron catequesis o conocen su significado. Es interesante, porque empezamos por un abordaje de lo que ellos viven y conocen a entender en profundidad lo que implica para los católicos. Primero está esa inmersión en el tema. Después, toca comprender todos los códigos del arte contemporáneo, cómo es que funciona, y por último en creatividad. Es un desafío poder hacer ese salto creativo para reinterpretar el mensaje de la Navidad adaptado a la coyuntura de hoy. Es el mensaje de siempre, pero abordando alguna temática que a ellos les interese”.

Durante el curso, los alumnos se distribuyeron en grupos y trabajaron distintas propuestas de pesebres. Cada equipo presentó su propuesta y se eligió una para abordar entre todos. Hace dos años, por ejemplo, el pesebre fue un Zoom. Había una pantalla grande que proyectaba la plataforma virtual. En una de sus ventanas estaba la Virgen María con san José y el niño Jesús. En otras tres pantallas, aparecían los Reyes Magos. Una ventana adicional era para los pastores, y en la siguiente imagen —cámara mediante— se veía reflejado el mismo estudiante.

La propuesta del año pasado fue radicalmente distinta. Los alumnos, conmovidos por la guerra, recrearon el pesebre dentro de las ruinas de una casa. Se tomó una foto de referencia de la guerra, y se construyó una maqueta hecha por los mismos alumnos.

¿El consumismo superó la fe?

“La propuesta seleccionada para trabajar fue el consumismo. Navidad es una época en la que el consumo está por encima de lo habitual y la pregunta disparadora fue: En este mundo, que parece todo tiene precio, ¿es posible comprar la salvación? Claramente no, pero la idea era que el pesebre reflejara el consumismo exacerbado que tenemos. En realidad, originalmente, es símbolo de humildad y sencillez. Jesús aparece en un medio precario y en medio de la pobreza”.

"En los últimos años venimos logrando que sea una propuesta muy provocadora"

Leandro Gómez

Según el cuerpo docente a cargo, la propuesta sirve para recordarle a la comunidad universitaria la verdadera esencia de la Navidad: “Queremos dar un mensaje de paz, amor y esperanza, que Cristo nos entrega cada año”.

“Al rector le gustó mucho como quedó materializada la propuesta. No es solo la góndola, sino que se complementa con el mostrador que se armó. En la pantalla del cajero hay un espejo donde uno mismo se ve reflejado junto con esa góndola consumista, con un mensaje ploteado del papa Francisco y un 'pos' de compra. Sobre el mostrador, están las figuras de José, María y Jesús adentro de un carrito de supermercados en miniatura. El entorno está adornado con afiches, al igual que el piso”, desarrolla Gómez.

La propuesta se enmarca en un tema propuesto por los estudiantes y acompañados por la universidad. Fuente: L. Gómez

De acuerdo con el director de la Licenciatura en Artes Visuales, la propuesta fue novedosa y efectiva: “Se podía haber repetido la propuesta del año pasado, pero por suerte se logró reinterpretar el tema desde una visión distinta”.

 

Por: Leandro Lia

Redacción ICM

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