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Celebración de la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús

El Card. Sturla presidió en la iglesia del Seminario

En la Parroquia del Sagrado Corazón – de los padres jesuitas- la eucaristía estuvo presidida por el Card. Daniel Sturla.Esta fiesta se conmemora el viernes después de la Octava de Corpus Christi.La celebración comenzó a la hora 19 con la presencia de sacerdotes, diáconos y fieles; respetando los aforos establecidos.

La primera lectura del profeta Oseas (11,1.3-4.8c-9) muestra el amor de Dios por el pueblo de Israel y de Egipto. La antífona del Salmo reza “El Señor revela a la naciones su salvación” y en la segunda lectura a los cristianos de Éfeso, Pablo hace referencia al insondable amor de Cristo y nos invita a conocer la sabiduría de Dios a través de la Iglesia.

Ardiente hoguera de amor

El arzobispo comenzó su homilía haciendo referencia al Santuario dedicado al Sagrado Corazón de Jesús del barrio Cerrito de la Victoria. Él vivió en la calle Millán y Coronel Raíz, cuando maestro de novicios de los salesianos, y desde su dormitorio veía el templo. “Cada noche, la última oración del día era hacia el santuario. Me parecía que era el corazón de Jesús que latía fuerte por la ciudad de Montevideo y por el Uruguay. Allí se encuentra una estatua que data de 1928”,relató.

El templo de la calle Soriano fue construido antes que el Santuario del Cerrito. La familia Jackson hizo un voto para que la Compañía de Jesús no fuese expulsada del país en 1885; eran momentos de anticlericalismo en Uruguay.

El Card. Daniel Sturla recordó la historia de santa María Margarita Alacoque, monja francesa, quien recibió las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús. Las Hermanas de la Visitación y los Jesuitas propagaron la devoción al Corazón de Jesús. Dos siglos años más tarde, de esta revelación privada, la Compañía de Jesús la aceptó oficialmente.

“Hoy estamos invitados a entrar en el Corazón de Jesús, asomarnos a Él; hoguera ardiente de amor. A sentir el calor y el consuelo que necesitamos en estos tiempos recios que nos toca vivir. Su corazón está abierto por nosotros y ante nosotros, en Él se nos abre el corazón mismo de Dios”, enfatizó el arzobispo.

Con referencia a la primera lectura el Card. Daniel Sturla comentó: “Vemos la predilección de Dios por su pueblo pero recibe una respuesta dolorosa; Dios no los abandona, no los deja de lado. Es un amor que no se rinde ante la ingratitud y el rechazo. Su amor sigue apostando por su pueblo. El corazón de Dios se estremece de compasión, este es un elemento clave de esta devoción”, comenta el Cardenal.

130 años del templo

Sobre el final de la celebración, el párroco, el padre jesuita Mariano Durand, agradeció a todos los presentes y anunció que el templo cumple 130 años en las próximas semanas. “Somos una presencia agradecida por los medios que el Señor ha puesto para hacernos presentes, y el compromiso que tenemos cada uno de nosotros de renovar la cercanía y el deseo de seguirlo. Que Él siga haciendo nuestro corazón semejante al suyo, comprometidos con quienes más lo necesitan, acercándonos a los que sufren con un corazón abierto”.

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