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Aclamar a Jesús como Rey

El Card. Daniel Sturla dio inicio a la Semana Santa con la celebración del Domingo de Ramos en la Catedral Metropolitana.

La mañana se presentó calurosa, algo atípico para esta época del año en Montevideo. Faltaban pocos minutos para las 11 horas, cuando unas 200 personas esperaban en la Plaza Zabala, ubicada en Ciudad Vieja, con sus ramos de olivo y laurel para iniciar la Procesión de Ramos, que conmemora la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. 

Volver a la normalidad

No fue una celebración más. Después de dos años difíciles por la pandemia, los católicos se volvieron a reunir en comunidad para vivir la semana más importante del año para la Iglesia. Igualmente, a pesar de que se levantó la emergencia sanitaria y tal como lo pidió la Conferencia Episcopal del Uruguay en un comunicado, se siguieron manteniendo algunos cuidados como el uso de alcohol en gel y de tapabocas, debido a la cantidad de asistentes que había. 

El Card. Daniel Sturla estuvo acompañado por los padres Juan González y Mauricio Cabral, párrocos de la Catedral y San Francisco, respectivamente, así como también de algunos seminaristas y acólitos. En primer lugar, el Arzobispo de Montevideo realizó el rito de la aspersión y bendijo los ramos de olivo y laurel que sostenían los fieles. Después, se dirigió a los presentes: "También nosotros hoy, como aquellos hebreos en Jerusalén, queremos recibir a Jesús que viene, aclamarlo porque sabemos que es nuestro Rey", dijo.  

"También nosotros en esta procesión queremos aclamar al Señor, queremos acompañarlo en su entrada a Jerusalén. Pero sabemos que después vendrá también su pasión y su cruz, y queremos también allí acompañarlo así como experimentamos que en nuestra pasión y en nuestra cruz el Señor está con nosotros. ¡Aclamemos al Señor!", exclamó.  

Una situación que no se veía hace dos años: la Catedral colmada de fieles. Fuente: Federico Gutiérrez

Caminar hacia el encuentro con el Señor

Luego comenzó la procesión, que tenía como punto de llegada la Catedral Metropolitana. Las calles vacías de Ciudad Vieja se poblaron rápidamente. Durante el trayecto, de unas 4 cuadras, se fueron sumando decenas de personas.

Al llegar a la Iglesia Matriz, los fieles que hicieron el recorrido se unieron a otros cientos de fieles que esperaban dentro del templo. La Catedral Metropolitana estaba repleta, con sus bancos colmados y mucha gente de pie, una imagen que hace dos años no se veía. 

La Eucaristía del Domingo de Ramos tiene como particularidad la lectura íntegra de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo. Este año correspondió proclamar la versión de san Lucas. El texto recuerda el momento de Jesús rezando en el huerto de Getsemaní y su posterior captura, juicio, crucifixión y muerte.

Los sentimientos de Jesús: la misericordia y el perdón

La prédica del Card. Sturla fue breve y concisa, pero cargada de esperanza y con un pedido especial a los fieles. El Arzobispo de Montevideo aclaró que el reino de Jesús "es bien distinto del reino de los poderosos de este mundo" y agregó que "Jesús Rey es príncipe de la paz, nunca de la guerra", haciendo referencia a la situación que se vive en Ucrania hace casi dos meses. 

El Card. Sturla recordó que a san Lucas se lo conoce como el "evangelista de la misericordia" porque en su versión del relato de la pasión subraya dos aspectos. Uno, que es cuando Jesús está en la cruz y dice: "Padre, perdónalos. No saben lo que hacen". Y el otro, cuando Jesús dialoga con uno de los malhechores que estaban crucificados a su lado. El Señor recoge el arrepentimiento del Buen Ladrón y le dice: "Hoy estarás conmigo en el paraíso. Finalmente, Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". 

Seguidamente, el Arzobispo de Montevideo señaló que "el Rey que aclamamos y que seguimos es el Señor del universo, el que ha creado todas las cosas y por quien todo fue hecho, es el Rey de la misericordia y del perdón". 

Después, invitó a los fieles a que en esta Semana Santa se acerquen a recibir el perdón de Dios en el sacramento de la reconciliación. Pero a su vez llamó a "que también sepamos perdonarnos unos a otros". 

"Todos tenemos a quien pedir perdón y todos tenemos a quien perdonar. En la vida se nos van juntando rencores, broncas y cosas que nos han disgustado", dijo el Card. Sturla. Y agregó: "Perdonemos. Es lo que ha hecho nuestro Rey hasta el final, incluso a aquellos que lo estaban matando". 

En su alocución, el Arzobispo de Montevideo se mostró esperanzado: "Este Uruguay, que amamos, podrá ser un Uruguay de hermanos, cuando aceptemos que otros piensan y sienten diferente. No los miremos como enemigos, somos hermanos, hijos de esta tierra. Y eso vale también para los hermanos que han venido de otras naciones y que hoy se encuentran en nuestra tierra. Ojalá se sientan bien recibidos por nosotros. Somos todos hermanos, hijos de Dios". 

Sobre el final de la homilía, el Card. Sturla propuso que "la misericordia y el perdón sean la nota para esta Semana Santa para todos".

¡Mirá un resumen con imágenes y la homilía del Card. Daniel Sturla!

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