Las primeras dos semanas de julio son de las más esperadas por los niños en Uruguay. Son dos semanas que cortan el año escolar y que muchas familias aprovechan para realizar actividades en conjunto, dentro y fuera del hogar. Es también un tiempo en el que se acostumbra ir al cine, al teatro, a los museos o a jugar en la plaza más cercana con los más chicos de la familia.

Es para estas vacaciones de julio que la Escuela de la Comedia, instancia que el Grupo Texas tiene para la formación de nuevos actores, estrenará la obra infantil “Peras al naranjo”. El espectáculo indaga en el tema de las inteligencias múltiples, a través de juegos, música y la participación de los espectadores.

Las funciones irán, en el Teatro del Club Católico, del miércoles 4 al sábado 7 de julio, en la primera semana de vacaciones; y del miércoles 11 al sábado 14 de julio, en la segunda semana. ICM dialogó con el director del Grupo Texas, Federico Pereyra, sobre distintos detalles de la obra.

¿Cómo surgió la idea de hacer una obra para niños?

La idea concreta es brindarle a nuestros actores en formación algo que para nosotros es fundamental: hacer buen teatro para niños. Los niños, creemos, son los futuros espectadores y con esa seriedad lo tomamos.

Nuestra primera obra para niños fue en el año 2003 y desde ese momento no hemos parado; con dos o hasta tres producciones infantiles en el año. Nosotros vemos al teatro como una instancia educativa fundamental, sobre todo para los padres que deciden que sus hijos pasen por esta experiencia.

¿Cuál es el argumento de "Peras al naranjo"?

A unos jóvenes, de 20 años aproximadamente, les llega un mensaje misterioso a través del grupo de Whatsapp que comparten. Este mensaje hace que se reúnan en el viejo teatro donde ellos ensayaban cuando eran niños y se reencuentren después de algunos años. Y allí encuentran una carta, también misteriosa, que les propone una consigna.

En la realización de esa consigna es que van poniendo al servicio de la misión sus talentos. Entonces cada uno va hurgando en su pasado, y en su presente, para poner al servicio de los demás lo que tiene para dar.

¿Cómo trata el espectáculo el tema de las inteligencias múltiples?

Justamente comenzamos con la idea de trabajar una frase de Albert Einstein que dice: “Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de escalar un árbol, vivirá su vida entera creyendo que es inútil”. A partir de ahí comenzamos la idea de la obra, lo que se llama la escaleta, y más adelante empezamos a leer sobre las inteligencias múltiples; en mi caso a retomarlo y en el de muchos de los actores a verlo por primera vez.

En la lectura del material empezamos a darle color a los personajes, que durante la obra fueran desarrollando las distintas inteligencias que se plantean, las 8 inteligencias de las que hablaba Howard Gadner. Y lo trabajamos como esos talentos que cada uno tiene para aportar, que es importante descubrirlos.

Muchas veces a través de la escuela, o de la familia, se nos pide que desarrollemos ciertos tipos de inteligencia... y tal vez nuestras inteligencias vayan por otro lado. Entonces descubrir estas inteligencias, experimentarlas, es lo que hace posible que uno se desarrolle con felicidad.

¿Con qué se van a encontrar los niños que vayan a ver la obra?

Los niños se van encontrar con una obra sumamente creativa, participativa, como es costumbre de Grupo Texas, con varias canciones, con algunos juegos para realizar con los actores (algunos físicos, otros de lógica, otros de atención), intentando que cada uno experimente las posibilidades que nos dan las distintas inteligencias.

Se van a encontrar con un precioso teatro, ambientado como la obra requiere, al que estos jóvenes vuelven para darle color y entonces se va armando esta obra para niños. Además de todo eso, tiene un precioso mensaje para después seguir conversando en casa o a la salida de la función.

También habrá unos juegos a la entrada, en los que cada uno va a poder elegir cual jugar y así poder experimentar cómo lo resuelve, observar que inteligencia pone en práctica en esa resolución. Entonces, desde la llegada al teatro la gente va a estar jugando, cuando entra a la sala va a poder seguir desarrollando ese juegos y ver la obra ya integrado al espacio.

Como padre, ¿por qué recomendarías la obra?

Yo soy papá de Mauricio, de 8 años, y Facundo, que tiene 5. Primero me gusta que vean esta obra por el encuentro con el teatro, me parece importantísimo porque es un trabajo bien artesanal. Creo que esa es una de las magias que tiene el teatro.

Y esta obra en sí, porque me parece que me va a dar una oportunidad de conversar con ellos sobre en qué se sienten más cómodos hoy en día, con sus respectivas edades. Poder conversar con ellos sobre qué ponen en juego cuando desarrollan esas actividades.

Además se van a divertir mucho, porque las canciones son muy lindas y el ambiente que generan los actores está buenísimo. Van a encontrarse con una obra de teatro que va a permitir, después, retomar esas ideas que quedan ahí, prendidas. Son cosas que si bien se pueden conversar en una clase o en el hogar, a través de una obra de teatro habilita a un recuerdo de esa enseñanza más agradable, más ameno.

¿Qué impresión te deja el teatro del Club Católico?

Es muy importante que se reabran salas. Este teatro, aunque tenga 200 localidades, es sumamente cercano. Las butacas están distribuidas de forma tal que todas están cercanas al escenario. Tiene, además, una acústica muy buena que permite hacer la obra cantando en vivo, con instrumentos que suenan sin amplificación externa. Todas esas cosas ayudan a que la obra sea aún más cercana y que sea realmente, como lo plantea el texto, una construcción de los actores en el momento.

Como católico, como parte de la Iglesia, creo que está buenísimo que se aporte una nueva sala a nuestro Montevideo. Ojalá que se continúen estrenando nuevas obras. Y para nosotros, como Grupo Texas, también tenerlo como opción a medida que vamos generando nuevos espectáculos.