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El Rosario fue un gran sí a la vida, sí a la familia y sí a María

Se celebró el 8° Gran Rosario de Bendiciones para las Familias con cerca de 20.000 personas
300 servidores custodiaron la entrada de la Virgen al predio. F. Gutiérrez

La convocatoria estaba prevista para las 18:30 horas del sábado 26, cuando los sacerdotes comenzarían a confesar; sin embargo, desde las 16:00 se vio la llegada de fieles a la zona de la Aduana de Oribe, junto a la rambla del Puertito del Buceo para el rezo del Gran Rosario de Bendiciones para las Familias. Los recibían 300 servidores, identificados con pañuelos celestes, que les indicaban la zona donde se podían instalar y les entregaban un “kit”, gratuito, que contenía una candela con su vela, un Rosario y un folleto en el que se explicaba cómo rezar el Rosario y cómo tener una buena Reconciliación. 

En total se estima que asistieron cerca de 20.000 personas, de Montevideo, del interior del país y del exterior; lo que hace que esta iniciativa de devoción mariana crezca cada vez más. La tradición del Rosario de Bendiciones para las Familias se inició en el año 2012, cuando un grupo de vecinos se reunió por primera vez el último sábado de enero. Eran integrantes de las parroquias San Pedro Apóstol, Medalla Milagrosa y San Alejandro y San Pedro Claver.

“Hace 8 años cuando lo empezamos esperamos 300 personas y vinieron 1.500", recuerda Esther Meikle, una de las organizadoras del Rosario. "Nos quedamos muy sorprendidos y así fue como lo seguimos haciendo y se continúa sumando gente. ¿A qué se debe esto? Lo tenemos clarísimo... es una gracia increíble, un regalo de Dios que decidió darnos ese día en ese lugar. Es increíble la paz que se derrama, los sucesos, las conversiones y gente que se ha sanado, familias que se han unido. Son todos regalos del cielo que se transmiten de corazón a corazón, y gracias a que está toda la Iglesia unida; estamos todos tras Jesús y María”, añade Meikle.

Para el Rosario de este año trabajaron 15 personas desde abril de 2018, 12 horas semanales. La etapa organizativa fuerte comenzó en noviembre, hace tres meses. El movimiento en la Aduana de Oribe comenzó el viernes con la puesta a punto del lugar, armado y vestido del escenario. Las luces, la decoración, los reclinatorios, las flores y el Cristo fueron colocadas el mismo sábado en horas de la mañana. 

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A Jesús por María

La bienvenida estuvo a cargo del P. Fabián Barrera quien recordó que “todos los que estamos aquí hemos errado en la vida, y la Virgen lejos de rechazarnos hoy nos recibe porque somos sus hijos. Acérquense a ella con confianza, María los quiere llevar a Jesús, presente en la eucaristía. María es reflejo de Dios, ella viene a recordarnos cuánto Dios nos ama. Esa es su misión aquí en el mundo”. 

A continuación, se elevó al cielo el clásico Rosario formado con globos. “Le presentamos a la Virgen el Santo Rosario de globos que año tras año se eleva hacia el cielo como una plegaria. Esta plegaria se eleva al cielo pidiendo por nuestra patria, por nuestras familias, por aquellos que están lejos de Dios, aquellos que dicen no creer en Dios… hoy pedimos por ellos, por su conversión y también por la nuestra”, expresó el P. Barrera.  

Viva la vida, viva la familia y viva María

Luego del ingreso de la imagen de la Virgen María, que se trasladó desde la Medalla Milagrosa con custodia, y previo al comienzo del rezo del Santo Rosario, el Card. Daniel Sturla dirigió unas palabras a los presentes y demostró su alegría al ver a tantas personas reunidas en torno a la imagen de la Virgen.  

El Card. Daniel Sturla comenzó diciendo: “Lo que les quiero decir son tres ´vivas´ que me salen del corazón. El primero es ¡Viva la Vida!, porque nosotros cristianos somos portadores de la vida de Dios. El Señor nos ha regalado este don maravilloso, no solamente vivir sino, con el bautismo, tener la plenitud de la vida. Somos defensores de la vida, de toda vida humana desde su concepción hasta su muerte natural, amamos la vida y estamos en contra de todos aquellos que quieren destruirla”.  

“¡Ánimo compañeros que la vida puede más!”, dijo citando una frase que está fuera del convento de las Teresianas, en Montevideo. “Esta frase es de una mártir de la guerra civil española, una maestra. Veo el cielo abierto sobre este Uruguay, y al Señor y a la Virgen derramando sus bendiciones para que la vida triunfe sobre el aborto, sobre la violencia doméstica, sobre la violencia contra los niños y contra las mujeres, sobre la delincuencia y sobre el suicidio. ¡Ánimo compañeros que la vida puede más! Esta es una frase cristiana, católica. Que no nos la roben, es una frase que expresa el amor a la vida de una mártir (Beata Victoria Díez)”, añadió el Card. Sturla. 

El segundo ´viva´ fue por las familias, “el artículo 40 de la Constitución de la República Oriental del Uruguay dice ´La familia es la base de nuestra sociedad. El Estado velará por su estabilidad moral y material, para la mejor formación de los hijos dentro de la sociedad´. Esto es lo que reclamamos, ¡no demos más vueltas! Todos sabemos que no hay familias perfectas, no las son las nuestras tampoco, tenemos dificultades, divorcios, cantidad de problemas en las familias. Pero eso no nos hace olvidar que hay un ideal cristiano de familia: papá, mamá y los hijos. Y ese ideal lo defendemos, aún recibiendo en la Iglesia a todas las personas sea cual sea su condición. La familia grande, que es la Iglesia, es siempre casa de puertas abiertas y nunca club de perfectos. ¡Viva la Familia!”, animó. 

“El tercer ´viva´, queridísimos, no puede ser otro que ¡Viva María! Es nuestra Madre, es modelo de mujer. Nosotros queremos a María y la veneramos y quisiéramos que estuviera acá presente para siempre su imagen, su estatua. Cada vez que paso por la rambla acá, en la Aduana de Oribe, rezo tres Avemarías y sé que esta plaza es de María. ¡Algún día la tendremos! Pero ya la tenemos en el corazón, ya sabemos que ella está aquí. María nos tiene que impulsar a la misión que en Montevideo hacemos este año: Programa misionero Jacinto Vera que se traducirá en la Misión Casa de Todos. En el tiempo pascual de este año, desde el domingo de Pascua y por tres semanas, vamos a misionar todo Montevideo para llevar el anuncio de Cristo. Queremos a anunciarles a Cristo a todos nuestros compatriotas, pero sobre todo queremos que aquellos hermanos nuestros que se han alejado de la práctica de la fe vuelvan a casa. María, te queremos pedir por ellos ¡que vuelvan a casa!”, señaló entre los aplausos de los presentes. 

El Santo Rosario

El comienzo del rezo del Santo Rosario acompañó la caída del sol y las candelas con velas de los fieles se encendieron iluminando el lugar como estrellas en el cielo. El Card. Sturla puso como intenciones las que cada uno guardaba en sus corazones, a los casi 600 jóvenes uruguayos que estaban participando en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) junto al Papa Francisco en Panamá y expresó su sentimiento de unión a toda América Latina, y de un modo especial a Venezuela.  

El primer misterio lo dirigió el P. Fabián Barrera, el segundo el P. Luis Ferrés y el tercero la Hna. Carina Lancibidad. En el cuatro misterio el silencio se apoderó del lugar, ya que cada uno lo rezó de forma individual en medio del sonido del mar y algún auto que pasaba por la rambla esa tardecita. El quinto misterio estuvo dirigido por una familia, adultos y niños.  

Al finalizar los misterios, se cantaron las letanías, acompañadas por un coro de jóvenes, y se rezó el Purísima. Luego, el Card. Daniel Sturla, subió al escenario junto a los dos Obispos Auxiliares de Montevideo Mons. Luis Eduardo González y Mons. Pablo Jourdan, y Mons. Jaime Fuentes (Obispo de Minas). Entre los cuatro dieron su bendición a los presentes y agradecieron que estuvieran allí diciéndole sí a María. Además, se adelantó que el próximo Gran Rosario de Bendiciones para las Familias será el sábado 25 de enero de 2020.

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Comentarios(2)

  1. Inés Mello says

    Es bendición, el lugar se llena de energía Angélica voy hace 2 años porque amo a Madre María 💚🙏!!

  2. Alicia says

    Hermoso en todo sentido. Mucha Emoción y Paz. La Virgen María, Reina y Madre de Misericordia estuvo presente. Gracias por tanta devoción.

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