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"Estar atentos, rezar juntos y tener el apuro por anunciar a Cristo Jesús"

Palabras del Cardenal Daniel Sturla en el Gran Rosario del sábado 27
El Card. Daniel Sturla transmitió tres ideas sobre la familia /F. Gutiérrez

El Cardenal Daniel Sturla habló durante unos diez minutos antes del comienzo del Gran Rosario de Bendiciones para las Familias, que se celebró el pasado sábado 27 de enero en la rambla del Buceo. Una hora antes del comienzo cayó un chaparrón intenso que duró media hora, y eso hizo dudar a muchos. Sin embargo, la lluvia cesó y el Rosario se realizó como estaba previsto.

Al comienzo de su intervención, el Cardenal se refirió a esta inclemencia del tiempo y valoró la presencia de todos. “¡Ni qué decir las 'todoterreno', que no aflojan ni abajo del agua! Precisamente por eso damos gracias a Dios y hacemos este Rosariode Bendiciones para las Familias”, comentó.

A continuación, contó que recibió la visita de algunas parejas de novios que se casarán en breves. “Es de las cosas lindas que a los curas nos pasa, poder acompañar este momento tan hermoso de la vida. Y cada vez me gusta más cuando me invitan a celebrar Bodas de Plata, de Oro y de Diamante de casados. Lindísimo”, agregó. Continuó con un recuerdo de hace un tiempo, cuando le llevó la comunión a un señor que se recuperaba de una enfermedad. “Estaba con su señora, tenían como 60 años de casados -divinos los dos viejitos- y cuando le iba a dar la comunión, él se arrodilló. Yo le dije 'no, por favor, que si viene el médico me mata', y él me contestó que seguiría de rodillas. La señora se puso de rodillas también. Allí los dos comulgaron y se quedaron haciendo la acción de gracias. Él agradecía por su esposa, y ella, por su esposo. Qué linda que es la familia y la familia cristiana”, remató su anécdota, y hubo aplausos desde el público.

Miles de personas se reunieron en la rambla del Buceo /F. Gutiérrez

“Pero la Iglesia Católica no es solo para las familias que se han mantenido unidas, que se llevan bárbaro, donde está todo precioso; la Iglesia es para todos. Porque nunca es 'club de perfectos', siempre es casa de puertas abiertas para todos. Eso no quiere decir que no querramos un ideal de familia. Ese ideal está dado por el papá, la mamá, los chicos. Ojalá también abuelos, primos y tíos, una familia numerosa. Porque allí, en la familia numerosa, las tristezas se dividen entre todos y son menos, pero las alegrías se multiplican. Esto es lo lindo de las familias según el plan de Dios”.

Entonces, el Arzobispo de Montevideo indicó que transmitiría tres ideas. La primera, estar “atentos”. En el Evangelio Jesús llama muchas veces a estar “vigilantes”. Entonces explicó por qué había que adoptar esa actitud: “Porque en este Uruguay querido hay atentados a la familia. Uno es esa ley de despenalización del aborto, que ya de por sí nos duele en el alma. Antes se hablaba de la 'tolerancia a que se haga antes de los tres meses', ahora algunos hablan del 'derecho a'. Esto es una forma de tergiversar. Hay que estar atentos. Hay que estar atentos a la ideología de género que se quiere imponer y que nosotros decimos, con el Papa Francisco, que es colonización ideológica”. Se escucharon algunos aplausos y el Cardenal indicó a qué refiere esta corriente. En sus palabras, “la ideología de género nos dice que no tiene nada que ver el ser varón y el ser mujer con el sexo, sino que cada uno va construyendo lo que quiere ser y puede ir cambiando. Como esto es una especie de locura, no hay dos géneros sino que para algunos hay 14 y hasta 31 para otros. Es una locura que va contra el Dios creador. Por eso la Iglesia Católica de Montevideo sacó en seguida una propuesta de educación sexual según los criterios naturales y cristianos, los del Evangelio, los de la creación”. Esa propuesta es Aprender a amar, que se ofrece a través de la capacitación a distancia de la Iglesia. Ahí finalizó su comentario sobre el tema y en seguida se refirió a otro asunto: “Recen juntos, en familia”, recomendó.

Rezar juntos y anunciar

"Ir a Misa juntos está bien, pero qué lindo que se den la manito y recen un Padrenuestro juntos, el Avemaría, el Santo Rosario juntos. Y que eso no quede solo cuando son noviecitos, sino cuando se casen y tengan familia, y cuando vayan educando a sus hijos y transmitiéndoles el gozo de la fe. Familia que reza unida, se mantiene unida. Recemos juntos en familia”, solicitó. Citó el Evangelio, cuando enuncia que “cuando dos se ponen de acuerdo para pedir algo en Mi nombre, el Padre se los da”, “miren si esos dos son los novios, los esposos, los padres con los hijos. Es una maravilla. Recemos juntos”.

"Tercero -prosiguió-, aquí mismo el pasado 8 de octubre hicimos la Consagración de la Iglesia de Montevideo a la Santísima Virgen. Una instancia preciosa. Habíamos tenido como lema de ese encuentro mariano la frase del Evangelio de Lucas sobre la Virgen, cuando dice que cuando recibió el anuncio y estaba con Jesús en su pancita, lo primero que hizo fue 'salió apurada, con prisa', a visitar a su prima, a llevarle a Jesús. El Papa unos días antes nos dio un mensaje precioso donde nos hablaba de la 'Virgen apurada'. El apuro es malo para muchas cosas -si vamos a manejar, no nos apuremos-, pero cuando hay una urgencia hay que actuar de prisa. Y el Uruguay necesita urgentemente de Cristo. Uruguay necesita de Jesús", clamó, y los aplausos lo obligaron a hacer una pausa. "Y por eso tenemos el apuro de María para llevara  todas partes el anuncio gozoso de Cristo Jesús", cerró.

María genera veneración en miles de personas /F. Gutiérrez

"No queremos ser cristianos católicos acomplejados, no tenemos por qué estarlo. Somos católicos contentos de serlo. Sabemos que el anuncio de Cristo transforma el corazón, da vida nueva, es un caudal de gracia que el Señor quiere derramar sobre nosotros en esta tarde, pero también en este año, en este Uruguay. Tenemos que tener cierta prisa, cierto apuro y urgencia para anunciar a Cristo Jesús. No quedarnos dormidos".

Después de eso, resumió los tres conceptos e hizo un llamado final, dirigiéndose a la Virgen María. "Reitero esas tres palabras: estar atentos, rezar juntos y tener el apuro por anunciar a Cristo Jesús. El mejor homenaje que te podemos hacer, María Madre de Dios y Madre nuestra, es imitarte. Como vos llevaste en tu vientre a Cristo Jesús, nosotros también lo queremos llevar y dar a luz en este Uruguay querido. Para que haya muchos hijos de Dios que vuelvan a la práctica de la fe cristiana, que vuelvan a acercarse a la Iglesia -que es de puertas abiertas- y experimenten la dulzura de tu bendición. Gracias Virgen Santa", concluyó.

Commentario(1)

  1. Cristina Freire says

    Excelentes palabras del Cardenal Daniel Sturla que deben asumir todas las personas y mantener en sus corazones.

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