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El Club Católico: un lugar cargado de historia y presente, que mira al futuro

El edificio ubicado en la calle Cerrito es la sede del DECOS
Fachada Club Católico / Fuente: Arquidiócesis de Montevideo

Este miércoles 14 de setiembre es el día elegido para el lanzamiento del DECOS (Departamento de Comunicación de la Arquidiócesis de Montevideo). Y sus instalaciones, oficinas, estudios y redacción se ubican en uno de los lugares más emblemáticos de nuestra Iglesia: el Club Católico. Un edificio de mediados del siglo XIX, donado por la familia Jackson a la Iglesia de Montevideo. Para hablarnos de su historia, su presente y su proyección a futuro, nos recibió el profesor Mario Cayota. Compartimos con ustedes parte de este encuentro.

Surgimiento y auge

El profesor Cayota explicó a ICM que “El Club Católico nace poco antes de la dictadura del Coronel (Lorenzo) Latorre,y cuando hace su irrupción en el país el Racionalismo y el Deísmo. Pero tiene sus antecedentes en la Sociedad Filosófica-Religioso-Literaria fundada en 1874, con el apoyo de Monseñor Jacinto Vera”. El objetivo de esta sociedad era «estudiar y tratar todas aquellas cuestiones que por su importancia propendan al desarrollo moral e intelectual del individuo». Estaba formada por jóvenes católicos bajo la orientación del presbítero Mariano Soler, que se había hecho el doctorado en Derecho Canónico en la Universidad Gregoriana.

Profesor Mario Cayota / Fuente: Camilo Genta - Arquidiócesis de MontevideoEn este contexto, el 6 de junio de 1875 se resolvió la reforma de la Sociedad y el 20 de junio se fundó el Club Católico de Montevideo. En la sesión fundacional, se aprobaron los estatutos del Club y Monseñor Jacinto Vera nombra directores a los presbíteros Mariano Soler y Ricardo Isasa. “Nace en una coyuntura muy particular del país. En 1868 se funda el Club Universitario, que más tarde desembocará en el Ateneo en 1877, que tenía una orientación marcadamente racionalista, deísta y anti católica”, explicó Cayota. El Club Católico se configura como una alternativa a este impulso que intentaba callara la Iglesia en el ámbito social e intelectual.

Para el profesor Mario Cayota el Club “fue un centro fermental” y “era un lugar de reunión de los católicos , donde además se realizaban encuentros sociales muy acreditados.” El Club Católico “tenía una gran gravitación, no nos podemos olvidar dónde estaba ubicado en aquel momento, era el centro de la ciudad”. Remarcó que “de esas reuniones salía todo lo que estaba asociado a la Iglesia, el Liceo de Estudios universitarios, la Unión Católica, el primer Congreso Católico y hasta periódico El Bien Público, que funcionó allí en su primera época”. Es importante marcar que la Curia (el lugar físico) no existió como tal hasta la segunda década del siglo XX. De hecho tanto Monseñor Jacinto Vera, como Monseñor Mariano Soler, habitaban en sus respectivas viviendas particulares. Por tanto el Club era el lugar de los consejos y tomas de decisiones de la Iglesia.

Una época difícil

Para el profesor Marío Cayota son muchos los factores que hacen que el Club Católico no tenga la relevancia de antaño. Por un lado un Estado que comienza a dejar a la Iglesia de lado, que hasta se apropia de fechas, de fiestas y lugares católicos. También menciona que “ las obras católicas se empiezan a multiplicar” y ya no todo se centraliza en el Club Católico. La propia Curia cuenta con una sede desde las primeras décadas del siglo XX. Y además “no hay que soslayar que el centro de la ciudad se traslada, y la Ciudad Vieja decae a tal punto que se hizo intransitable en ciertos periodos del siglo pasado”, pero que en tal caso “fue un proceso lento y triste.”

Y ahora...

El profesor Cayota dijo sentirse muy alegre por este resurgir del Club Católico, pero también mencionó que “No basta resurgirlo por decreto, hay que ponerle vida adentro”. Por eso ejemplificó que “con la llegada de la radio, la construcción de la Capilla, abrirlo a iniciativas como el Atrio de los Gentiles y esta inauguración del DECOS” se le da un sentido nuevo al lugar y resignifica su pasado .

Los socios

Sin dudas como mencionaba Mario Cayota, el Club Católico “Es un lugar cargado de historia”. Y cuenta entre sus antiguos socios e impulsores a grandes personalidades de nuestra Iglesia y nuestra sociedad. Entre sus impulsores figuran Monseñor Jacinto Vera, Monseñor Mariano Soler y Monseñor Ricardo Isasa. También se cuenta entre sus primeros socios, a personajes de la talla de Francisco Bauzá, Juan Zorrilla de San Martín, o como recuerda el profesor Cayota, para asombro de muchos, el propio José Batlle y Ordóñez antes de su viaje al continente europeo.

Por Camilo Genta

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