¡Caminemos con Jesús!
La solemnidad de Corpus Christi nos recuerda la gracia de recibir la Eucaristía y los frutos que la comunión nos entrega. Por un lado, acrecienta nuestra unión con Cristo, pero también genera muchas otras gracias: fortalece la unidad de nuestra Iglesia, alimenta nuestra vida espiritual, renueva nuestra vida de gracia...