El Arzobispo hizo un balance de los encuentros de Iglesia en diálogo
La iniciativa, llamada Iglesia en diálogo, surgió por parte de un equipo de laicos católicos que comenzó a trabajar para el Diálogo social convocado por la Presidencia en 2016. Decidieron continuar con el espacio de encuentro que habían generado y, de cara a las elecciones, les pareció oportuno ofrecer a los políticos las experiencias y aprendizajes adquiridos.
“Presentamos el fruto de esas reflexiones y les dijimos que la Iglesia tiene experiencia de trabajo teórico y de campo. Ofrecemos esto a los candidatos, para que sepan que pueden contar con nosotros para tratar de contruibuir, con otros actores de la sociedad, en aquello que más nos preocupa, que es la fragmentación social”, explicó el Cardenal al término de los seis encuentros.
En cada una de las sesiones los representantes de la Iglesia fueron exponiendo realidades y sugerencias de sus áreas de especialización: educación, trabajo, familia, sociedad y medio ambiente.
“Ofrecimos nuestro conocimiento, nuestra práctica de estar en tantas canchas diversas. Son causas que tal vez no se conocen tanto pero que implican a mucha gente que está a disposición para seguir en ese trabajo y para colaborar con lo que sabemos”, continuó el Cardenal, en rueda de prensa.
Consultado sobre el clima en que se desarrollaron las sesiones, el Arzobispo indicó que quedaron muy conformes, pues “fueron reuniones súper fructíferas, en un diálogo muy franco, muy abierto y amabilísimo”. También tuvo palabras elogiosas para con la democracia uruguaya, destacando que “los políticos pueden dialogar y, más allá de las diferencias, hay un interés por el país, por la persona humana, y eso se hace en un clima de repeto y diálogo”.
“Ha habido gran receptividad de todos los candidatos hacia lo que presentamos”, aseguró. Y ante una pregunta de un periodista, estimó que los políticos uruguayos son “buenos, sensibles, de buen corazón”. Y remató: “Es un ejemplo la clase política uruguaya, más allá de toda la diferencia que pueda haber”.
Experiencia positiva
A su modo, todos los políticos que asistieron a las reuniones destacaron lo positivo de estas instancias. El frenteamplista Daniel Martínez consideró que fue «más que positiva» y que se retiraba “con el corazón feliz y creciendo”. Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional, estimó que “fue una reunión muy linda, muy inspiradora”, y aseguró que, de llegar al gobierno, ambos equipos se volverían a encontrar.
Ernesto Talvi, del Partido Colorado, dijo que fue “una reunión extraordinaria” donde pudieron compartir ideas sobre la sociedad, en tanto que el candidato por el Partido Independiente, Pablo Mieres, estimó que había sido un encuentro «muy fecundo» y que había habido “sintonía” en algunos temas, como por ejemplo “la preocupación fundamental por la fragmentación social”.
Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto, lo declaró como “altamente positivo”, al tiempo que Edgardo Novick (Partido de la Gente) declaró que su equipo y el de la Iglesia coincidieron “enormemente” en varios temas evaluados.