Unos 1.350 niños, niñas, adolescentes y jóvenes participan de modo directo en los programas de esta Casa
Predomina un clima de alegría e integración. Movimiento Tacurú es un lugar donde coinciden personas muy diversas, dada la cantidad de proyectos que ofrecen los salesianos. La herencia de Don Bosco se materializa en la actitud de los educadores: hablan de ser “casa” (como lugar de encuentro fraterno, de cuidar al otro), también del “patio” (espacio de encuentro y compartir con alegría), “escuela” (allí donde se desarrollan y sacan a la luz lo mejor que cada uno tiene) y “parroquia” (donde aparece la dimensión de la fe, dándole sentido a lo que allí se hace).
En Tacurú los jóvenes encuentran la oportunidad de hacer deporte, de que los educadores los acompañen y apoyen en los estudios o para que puedan reinsertarse nuevamente en la educación formal. El P. Néstor Castell Henderson, director del Movimiento Tacurú, destaca: “Es importante porque en Tacurú hay familias que viven situaciones muy difíciles y que encuentran la posibilidad de estar acompañadas para superar esos desafíos, también para los jóvenes que viven su primera experiencia laboral, o para aquellos que estuvieron privados de libertad”.
Movimiento Tacurú ofrece ocho programas /TACURU
Participan de forma directa unos 1.350 niños, niñas, adolescentes y jóvenes (desde edad escolar hasta los 29 años), pero en muchos proyectos se integra también a la familia. El P. Castell Henderson comenta que ven los resultados continuamente, pero más que una meta a la que se llega es un camino que se transita día a día. “A veces lo más rico está en una charla que se da con un joven de manera espontánea, o en una simple sonrisa de un niño al saludarte, y no tanto en los números. Don Bosco es nuestra referencia, y nos desafía a salir todos los días al encuentro con los jóvenes, en particular con aquellos que están en contextos más vulnerables”, señala el director.
Compañía bien recibida
“A partir de lo que escucho de educadores que hace tiempo están en el Movimiento, y de lo percibido por mí en este tiempo, puedo decir que hay una gran apertura a la fe. La recepción y respeto a la propuesta de fe es interesante y sin lugar a dudas de gran apertura de estos jóvenes que encuentra en la propuesta religiosa una oportunidad para resignificar las experiencias humanas, muchas veces adversas, que les toca vivir”, afirma el P. Castell Henderson. Allí asisten jóvenes que han vivido experiencias de fe dentro de la Iglesia católica (en algunos casos ya recibieron el Bautismo) así como algunos con vivencias dentro de propuesta cristianas no católicas, o de otras experiencias religiosas.
En Movimiento Tacurú se ofrecen ocho programas:
1. Proyectos Educativos de Acompañamiento Laboral: fomentan la inclusión laboral y el crecimiento personal de los participantes. Incluyen a jóvenes del barrio, educadores, talleristas, profesionales, instituciones de diversas áreas públicas y privadas, voluntarios y vecinos.
2. Escuela de deportes: actividades en las que participan más de 300 niños, niñas, adolescentes y jóvenes de lunes a lunes. Hay fútbol infantil para niños y niñas, fútbol adolescente masculino y femenino, tenis mixto, básquetbol mixto, handball femenino, tenis de mesa mixto y boxeo mixto.
3. Escuela de Oficios Don Bosco: formación integral a más de 200 adolescentes. Cada curso tiene una duración total de tres años, existiendo la posibilidad de realizar un cuarto año articulado con UTU, que le permite a las y los estudiantes acreditar sus trayectos educativos y alcanzar los objetivos establecidos para la formación profesional básica.
4. Vya`Kove: acompaña a niños y niñas que están cursando la primaria. Talleres de acompañamiento y desarrollo escolar, percusión, cine, plástica, macramé, danza, Tai Chi Chuan, informática, deporte, cerámica o cocina se suman espacios educativos como recreación, hábitos y cuidado personal, resolución de conflictos, desarrollo de habilidades de comunicación y meditación.
5. Casa Joven: espacio de encuentro donde los adolescentes, de entre 12 y 17 años, de los barrios Lavalleja, Peñarol y Cuenca Casavalle, comparten clases de percusión, teatro, cine, cerámica, plástica, baile, coro, cocina-panadería, construcción en madera, reciclaje, áreas verdes, huerta, grupo solidario, fútbol masculino y femenino y un espacio de convivencia grupal.
6. Formación Profesional Básica: es una propuesta educativa de UTU destinada a adolescentes de 15 años en adelante con clases de gastronomía, robótica y construcción.
7. I’Becchi–ETAF: propuesta para grupos familiares en situación de vulneración de derechos y carencias críticas, en particular con presencia de niños, niñas y adolescentes menores de 18 años. Los mismos son seleccionados centralmente por un índice que integra la situación de pobreza extrema y la situación de vulnerabilidad socio-familiar. Las familias son identificadas por equipos de campo de la Dirección Nacional de Evaluación y Monitoreo (DINEM) y a través de un diagnóstico que realizan los servicios sociales en el territorio (ASSE, ANEP, INAU, MIDES, entre otros).
8. Huellas: los miércoles se visita a unas 40 personas en situación de calle y se les brinda un plato de comida caliente para sobrellevar el frío de la noche.
Proyectos Educativos Laborales /TACURU