Por los matrimonios. Por los novios. Por las consagradas. Por los sacerdotes. Por el agua. Por la lluvia.

Los fieles que partieron de la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro hacia la Parroquia Nuestra Señora del Líbano, rezaron por estas y otras intenciones mientras que cargaban la custodia junto al Santísimo Sacramento.

Las propuestas para poder vivir en comunidad la Solemnidad de Corpus Christi fueron diversas. Las actividades por la beatificación de Mons. Jacinto Vera derivaron en que su celebración fuese parroquial. De esta manera, no solo hubo procesiones, sino diversas celebraciones e, incluso, adoraciones de veinticuatro horas.

ICM comparte el siguiente fotorreportaje, a partir del registro fotográfico a cargo de Romina Fernández.

Las actividades en la parroquia Nuestra Señora del Líbano fueron unas de las más tempranas de la arquidiócesis. La comunidad madrugó con un espacio de oración en la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro. Sobre las diez de la mañana, los vecinos reunidos sobre la avenida Sayago y Elías Regules partieron en procesión hacia su templo.

El frío no alejó al medio centenar de fieles que acompañaron la procesión por Camino Ariel, con cantos e intenciones personales. Al llegar a la parroquia, tuvieron unos momentos de adoración y comenzaron con la celebración de la Santa Misa.

A las once de la mañana, en la Iglesia Matriz, Catedral Metropolitana, se realizó la misa por Corpus Christi. La celebración presidida por el P. Juan González contó con la presencia de la Archicofradía del Santísimo Sacramento.

Pasado el mediodía, los fieles realizaron la adoración al Santísimo y luego partieron en procesión. En este caso, transitaron dentro del templo, se detuvieron próximos a la sepultura del beato Jacinto Vera y continuaron su trayecto hasta el atrio del templo.

También en el transcurso de la mañana, los vecinos de la parroquia Nuestra Señora del Sagrado Corazón, en la zona de Punta Carretas, compartieron sus actividades por Corpus Christi. La jornada comenzó a las once, con adoración al Santísimo Sacramento.

Sobre las once y media, el P. Mario Santangelo expuso la custodia con el Santísimo Sacramento sobre las puertas del templo, en un espacio previamente acondicionado por el P. Daniel Kerber.

Los fieles presentes se aglomeraron sobre José Ellauri para continuar adorando la presencia real de Cristo en la eucaristía. Luego de este momento de encuentro y gratitud, comenzaron con la Santa Misa.

En el transcurso de la tarde también hubo distintas opciones para continuar celebrando la Solemnidad de Corpus Christi. Una de ellas fue en la parroquia Nuestra Señora del Carmen La Mayor, en la zona del Cordón. En este caso, los vecinos tuvieron su momento de adoración y posteriormente, sobre las cuatro y veinte horas, partieron en procesión.

Los fieles caminaron sobre la avenida 18 de Julio hacia Carlos Roxlo, doblaron por Colonia y caminaron por allí hasta Vázquez, para volver a retornar hacia la principal avenida de nuestra capital. La procesión fue organizada en conjunto con la comunidad de la parroquia San Miguel Garicoits, conocida como Los Vascos.

Una propuesta diferente fue la elaborada por la Sociedad San Juan en la parroquia Nuestra Señora del Huerto y San José, donde se realizó una adoración de veinticuatro horas.

Esta jornada de alabanza contó con algunas oraciones específicas, y además se dispuso de una urna para poner distintas intenciones personales.

Entre las cuatro y las cinco de la tarde, la adoración estuvo acompañada por un coro de niños de la comunidad. Varios de ellos pertenecían al Colegio Alemán y a los grupos de catequesis de Los Robles y Las Rosas.

Por: Leandro Lia

Redacción ICM