La Natividad de María llenó el mundo de alegría

El instituto Secular Hijas de la Natividad de María es un estilo de vida consagrada, de aprobación pontificia, que nace en Galicia, España, y fue fundado por el venerable Baltasar Pardal, sacerdote diocesano de la Arquidiócesis de Santiago de Compostela.

¿Qué nos caracteriza?

Los ejes de nuestra vida son Jesucristo, la eucaristía y María. Jesucristo es el centro de nuestra vida y apostolado. Todo lo realizamos por él, con él y en él. La eucaristía es fuente y fortaleza de nuestra vida. María es nuestra modelo, estamos llamadas a ser su imagen viviente. “A Jesús por María, y por María y la eucaristía salvar el mundo”.

Nuestra espiritualidad

Vivimos el caminito de la “infancia espiritual”, que nace del mismo Evangelio: “si no se hacen como niños no entrarán en el Reino de los Cielos” (Mt 18,3). Aprendemos de María y del trato íntimo con Jesús a ser “niñas en Espíritu”, viviendo la confianza, la sencillez, la humildad, la alegría, el abandono, el amor ilimitado, la pequeñez, el espíritu de sacrificio y la pobreza.

¿Cuál es nuestro campo de apostolado?

El mundo es el lugar privilegiado de nuestra misión o apostolado, tratamos de estar presentes en todas las estructuras sociales.

¿Cómo vivimos?

Tenemos dos estilos de vida. El primero, como miembros en total disponibilidad al Instituto: eso implica vivir en hogares y donde el Instituto así lo vea necesario. El otro, es el de miembros dispersos, lo que implica entre otras cosas vivir con tu familia, o solo; en ambos casos con el fruto de nuestro trabajo.

Formación

Tenemos un tiempo de formación, en el que discernimos si el Señor nos llama. Las etapas de este tiempo son: el aspirantado y seminario; luego, los votos temporales que se renuevan dos veces —de un trienio cada uno—; y después de nueve años se hacen los votos perpetuos.

¿Qué hacemos las Hijas de la Natividad de María?

Como auténticas consagradas somos levadura en el mundo, desde la educación de la infancia y la juventud. Esto implica la formación religiosa en catequesis, infancia y adolescencia misionera, grupos de oración, pastoral juvenil y vocacional. También en la promoción humana de la mujer y en el servicio a los más pobres en centros de atención a niños, centros de salud, centros de acogida al inmigrante, casas de retiros y seminario mayor.

¿Cómo seguimos a Jesucristo?

En primer lugar, en castidad consagrada: viviéndola en medio de las realidades temporales, queriendo ser en el mundo testigos de salvación. Nuestra castidad dice al mundo que podemos amar con desinterés, que podemos dedicarnos a todos sin atarnos a ninguno.

También en pobreza evangélica: para poder amar mejor a Dios y a los hermanos, aceptando vivir pobre de hecho y de espíritu, en sobriedad y trabajo, en donación a los hermanos, especialmente a los más pobres. Nuestra pobreza dice al mundo que podemos vivir entre los bienes temporales y usar los medios de progreso sin hacernos esclavos de ellos.

Además, en obediencia al Padre: ofreciendo la voluntad como don de amor a Dios; imitando en el mundo a la Virgen conforme a nuestra vocación secular consagrada. Nuestra obediencia dice al mundo que se puede ser feliz, sin encerrarse en una cómoda elección personal, permaneciendo plenamente disponibles a la voluntad de Dios como aparece en la vida cotidiana y en los signos de los tiempos.

Hijas de la Natividad uruguayas

Llevamos 58 años en Uruguay y esta tierra nos ha regalo sus frutos ellas son: Teresita Castaño + (Rivera) miembro disperso; Beatriz Brites + (Montevideo): los últimos años fue miembro disperso dedicada con alma vida y corazón a los jóvenes, a la promoción de la mujer. Olga Aquino (Treinta y Tres), miembro disperso, y Susana Pazos, miembro en total disponibilidad al Instituto, que durante muchos años se desempeñó como maestra de educación inicial en el Colegio Obra Banneux y hoy vive en Buenos Aires en la casa de formación. Anteriormente estuvo viviendo en la Provincia del Chaco, incansable misionera.

Alegrías por nuestro fundador

Tenemos la gran alegría de que el presunto milagro que llevará a nuestro Fundador —don Baltasar Pardal— a ser declarado beato, se ha dado en Uruguay, lugar de la primera fundación fuera de España del Instituto. Este hecho se dio en la persona de una exalumna del Colegio Obra Banneux, que sufrió una trombosis venosa cerebral, en el año 2021, y se curó en muy poco tiempo y sin consecuencias para su vida ordinaria. Además, acaba de recibirse de docente. Su mamá trabajaba en la misma institución y actualmente es docente jubilada.

Para comunicarse: Tel.: 22154503

Mail: obra_banneux@yahoo.com