Haciéndole frente a la ola polar

Unas 25 iniciativas para ayudar a personas en situación de calle muestran una Iglesia de puertas abiertas

La Pastoral Social de la Arquidiócesis de Montevideo realizó un relevamiento de las distintas acciones de la Iglesia Católica de Montevideo que están acompañando a las personas en situación de calle. “De esta forma pudimos mapear las distintas actividades que tienen que ver con reparto de platos de comida, acompañamiento, comedores, refugios, ducha, higiene e iniciativas que trabajan con personas que consumen drogas”, explica Mercedes Trovato, coordinadora de la Pastoral Social junto a Mons. Pablo Jourdan.

De los datos surge que todas las semanas al menos 699 voluntarios (en su mayoría jóvenes) reparten al menos 3.525 platos de comida.

“Este año tuvimos un primer encuentro con referentes de estas 25 acciones, en donde cada uno pudo presentar y dar a conocer el trabajo que realiza, y así ser conscientes de que es un trabajo entre todos en el marco de la Iglesia. Además, presentamos los datos del censo que realizó el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), de manera de poder conocer el perfil del público atendido. Terminamos con un momento de ofertorio y oración todos juntos. En la segunda parte de este año tendremos un encuentro con todos los voluntarios que dan su tiempo y energías en estas 25 acciones”, añade.

F. GUTIÉRREZ

Datos del censo 2019

Según el “Relevamiento de personas en situación de calle 2019” del MIDES, en abril 2019, se contabilizaron un total de 2.038 personas en situación de calle de las cuales 1.043 se encontraban a la intemperie y 995 en refugios del MIDES. Este estudio, con características de censo, se llevó adelante en la madrugada del 9 de abril, entre las 0:00 y las 06:00 horas, con la participación de más de 250 voluntarios que recorrieron 919 kilómetros de Montevideo. En comparación con el último informe de estas características que había realizado el MIDES, en 2016, la población en situación de calle creció un 18,4%, que equivale a 304 personas más.

Dentro de los datos más relevantes se destaca que 9 de cada 10 personas en situación de calle son hombres, el promedio de edad es de 38 años, el 17% no son montevideanos (interior del país o extranjeros), el 62% de las personas se encuentran solas en calle, el 60% tiene contacto con personas que no vive en calle, el 17% lleva menos de un mes en calle y el 40% lleva menos de 6 meses en calle.

F. GUTIÉRREZ

Además, cerca de 4 de cada 10 personas declara o ha estado internado por problemas de salud mental. El porcentaje de personas con experiencia de privación de libertad aumentó frente al censo 2016 (2016: 47% – 2019: 69%). Los motivos por los que se encuentran en esta situación son por problemas de vínculos o convivencia en la familia (+50%) y por consumo o adicciones (30%). El 83% declara consumir alguna sustancia y 59% de éstos declara consumir más de una. El MIDES estima que el 59% de los consumidores son «problemáticos» (consumo diario). En cuanto a tratamiento, solo 4% lo recibe actualmente, y 40% lo tuvo en algún momento. Los trabajos que predominan son precarios y no formales como cuidacoches y venta ambulante.

Salir al encuentro

La Iglesia Católica de Montevideo trabaja desde hace años con esta población, acercándose a los más necesitados, para contribuir a generar una mejor calidad de vida. El número de voluntarios ha aumentado y las acciones sociales orientadas a personas en situación de calle que han sido contabilizadas, también.

Un ejemplo de estas iniciativas es La Noche del Encuentro, que sale desde la parroquia Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. «Es justamente eso, salir al encuentro de nuestros hermanos que hoy pasan la noche en la calle. En nuestra Casa, esta actividad se realiza desde el año 2014 y, si bien fue impulsada y motivada desde los comienzos por las hermanas de la comunidad, quienes sostuvieron y sostienen la actividad son los voluntarios laicos. Semanalmente, a través de cuatro recorridos buscamos el diálogo, el vínculo personal y ofrecer algo caliente para quienes hoy están pasando una situación compleja que los lleva a dormir en la calle. Lo hacemos en el barrio de Pocitos, y en cada recorrido generalmente permanecemos los mismos voluntarios con el objetivo de generar vínculos más hondos con quienes nos encontramos”, cuenta Camila Crespo, referente del grupo.

Varios de los grupos como Movimiento Luceros, Sembradores, Hogar de Cristo, Pan Cliente, Parroquia María Reina de la Paz, Parroquia San Ignacio de Loyola, el Voluntariado de la Universidad de Montevideo, entre otros, realizan entrega de platos de comida y abrigo por las calles, en diferentes recorridos. Pero, hay otros que reciben a la personas en comedores, como la Orden de Frailes Menores Capuchinos, la Parroquia San Pancracio y la Parroquia Medalla Milagrosa y San Agustín, que además de alimentos brindan ropa, duchas y colaboran en la inserción laboral de las personas.

“La mayoría de quienes nos visitan son cuidacoches de la zona, respetuosos y buscando la charla. A medida que pasan los sábados los vamos conociendo un poquito más y se va generando un vínculo”, explica Carla Vega, referente del grupo del Colegio y Liceo Nuestra Señora Del Huerto, del barrio Centro.

La Parroquia San Pancracio ofrece un servicio de comedor para adultos mayores de 50 años, entrega de canastas con frecuencia bimensual, propuestas socioeducativas y talleres, y espacios de integración. También hay grupos que reciben personas en refugios y hogares ambulatorios, como lo son la Parroquia Guadalupe y el Refugio Mateo XXV.

Motivos sobran

“Cada martes es un regalo enorme para nosotros: cargar los termos, llenar los tuppers de bizcochos y así tener excusas para acercarnos a conversar. Cada charla, cada momento compartido con ellos es el motor que nos enciende para que, a pesar del mal clima o las distintas circunstancias de la vida, deseemos sinceramente que llegue otro martes para volver a salir al encuentro”, confiesa Camila de la parroquia Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. “La Iglesia no puede ser ajena a la realidad de nuestros hermanos en situación de calle… la esencia de la Iglesia Católica es estar al servicio del hermano, en especial de quien más necesita escuchar la palabra de Dios”, agrega Carla.

F. GUTIÉRREZ

“Nuestro vínculo con ellos es cercano, desde nuestro lado intentamos mostrarnos disponibles, y depende de ellos y sus deseos de entablar un diálogo más profundo. Hay quienes sólo aceptan el café y quienes nos ven de lejos y ya se acercan a saludarnos para comenzar a charlar. Como es una misión que lleva un largo recorrido, es bonito ver que algunas personas han generado amistades muy lindas y cercanas, incluso, cuando alguno de nosotros no puede concurrir, preguntan por ellos. Creo que Jesús nos quiere ahí y hasta me atrevo a decir que sale con nosotros en cada recorrida”, agrega Camila.

F. GUTIÉRREZ