Desde el 1° de setiembre, los cristianos de todo el mundo están viviendo un tiempo especial de oración, reflexión y acción, para contemplar y proteger el medio ambiente.
Fue en 2015. El papa Francisco llevaba más de dos años de pontificado cuando presentó su segunda encíclica titulada Laudato sí, en referencia a una oración de San Francisco de Asís. En este documento, el Santo Padre hizo un llamado urgente a proteger “la casa común” e invitó a un “nuevo diálogo sobre el modo en cómo estamos construyendo el futuro del planeta”.
Desde ese entonces, la Iglesia empezó a trabajar en profundidad en el tema a través de actividades y acciones. Se propuso como camino la ecología integral frente a la grave crisis ambiental generada por la cultura del descarte.
La Iglesia uruguaya no está ajena a esta realidad, y son varios los movimientos y comunidades que trabajan en el cuidado del medio ambiente. En esta nota les proponemos conocer un poco más sobre esta realidad que involucra a todos.
¿Qué es el Tiempo de la Creación?
“El Tiempo de la Creación, que se celebra cada año, es un tiempo de gracia para redescubrir que el cuidado de la creación es un compromiso bautismal y parte de nuestra fe, no algo accesorio”, responde Roxana Esqueff, coordinadora del Movimiento Laudato sí Uruguay.
Este tiempo es celebrado anualmente por miles de cristianos en todo el mundo. Comienza el 1° de setiembre, con la Jornada Mundial de Oración por la Creación, y finaliza el 4 de octubre con la festividad de San Francisco de Asís. Fueron los ortodoxos quienes impulsaron esta iniciativa en 1989, y año tras año se fueron sumando más cristianos hasta que en 2015 se sumaron los católicos. “El Tiempo de la Creación es una celebración que permite que todas las personas reconozcamos la obra del acto creador de Dios”, dice Esqueff.
Para este año, el lema elegido es: “Escucha la voz de la creación”, con la imagen de la zarza ardiente. Para Esqueff, esta simbología nos invita a “nos acerquemos, detengamos nuestra marcha, contemplemos y nos dejemos sorprender para encontrarnos con Dios, con nosotros mismos, con los otros y la naturaleza”.
Trabajo en equipo
Este año, la pastoral social de la Arquidiócesis de Montevideo, junto con Cáritas, CEDIDOSC —Centro de Estudio y Difusión de la Doctrina Social Cristiana—, la pastoral ecológica de El Pinar y el Movimiento Laudato sí elaboraron un material que fue publicado en la última edición del CLAM —publicación bimensual dedicada a la liturgia—. Además, diseñaron un afiche que contiene “siete hábitos básicos y significativos para cuidar la casa común en los espacios cotidianos”. [Ver recuadro al final de la nota]
“Hay que tomar acciones concretas de cuidado que trasciendan las que ya tomamos individualmente, para asumirlas con otros, poniendo énfasis en la construcción desde el diálogo de un entramado ecuménico”, dice Esqueff. La Iglesia católica trabaja codo a codo con otras confesiones cristianas como los protestantes, los metodistas, los evangélicos y la confraternidad judeo-cristiana, y también con no creyentes y otras organizaciones de la sociedad civil.
Una de las actividades que organizó el Movimiento Laudato sí Uruguay fue un seminario virtual con Alberto Mangarelli, experto del Centro Regional de Aguas Subterráneas —CEREGAS—, quien expuso sobre la realidad de los acuíferos en Uruguay. Para el próximo 27 de setiembre se está preparando otro seminario virtual en el que participarán representantes de Argentina, Chile y Paraguay. El encuentro se denominará “Tiempo de la creación: ¿qué dice la teología?” y podrá seguirse por la página de Facebook del Movimiento Laudato Si Uruguay.
«El Tiempo de la Creación es una celebración que permite que todas las personas reconozcamos la obra del acto creador de Dios».
Roxana Esqueff
Hacia una ecología integral
Agustina Langwagen es la directora ejecutiva de Cáritas Uruguaya, organización instituida por la Conferencia Episcopal del Uruguay que tiene como objetivo coordinar, apoyar y fortalecer todas las iniciativas solidarias de la Iglesia católica en el país.
Una de sus áreas de trabajo es el medio ambiente, desde donde promueven acciones de promoción por una pastoral ecológica y creación de huertas comunitarias. “La ecología integral tiene mucho de sabernos interrelacionados y de sabernos parte con otros”, dice Langwagen, y destaca que este año el Tiempo de la Creación se enmarca en una campaña de Cáritas Internacional llamada “Juntos” por la ecología integral.
Cáritas también participa de los Nodos Ambientales Participativos (NAP), una plataforma de la sociedad civil, en la que comparten con otros grupos, organizaciones e iglesias, la preocupación por el medio ambiente.
Para el cierre del Tiempo de la Creación, Cáritas y la Universidad Católica del Uruguay están preparando una actividad sobre la protección y exploración de hidrocarburos en Uruguay. Esta será en el marco de la Semana UCU, en la que participarán estudiantes y docentes de la institución.
Huertas y reciclaje
Clara Villalba es ingeniera agrónoma y, a través de la pastoral social, trabaja esta temática en el territorio de la Iglesia. En diálogo con Entre Todos destaca que en varias parroquias, tanto en la capital como en el interior, se han creado huertas y puntos de reciclaje. En Montevideo ya existen huertas en la parroquia de los Sagrados Corazones de Possolo, en la Capilla de la Luz y en la Fazenda de la Esperanza “Monte Carmelo”.
Villalba trabaja en contextos complejos, junto con jóvenes que tienen consumo problemático de pasta base y cocaína, y que viven en la Cuenca de Casavalle y barrios aledaños. Por este motivo, considera que este Tiempo de la Creación está unido al aniversario número treinta del fallecimiento del Padre Cacho. “Fue un incansable luchador de los más vulnerables, siempre pensó en los clasificadores”, expresa. Por eso, actualmente se está trabajando con clasificadores y algunos vecinos para impulsar circuitos limpios y clasificar residuos.
Para Villalba es necesario “volver a las raíces de las sensibilidades” como la tenía san Francisco con la naturaleza. “A veces nos dejamos llevar por la rapidez y la productividad en la sociedad contemporánea. Incluso en lo espiritual, metemos un componente de productividad demasiado fuerte que nos aleja de nosotros mismos, del Creador y de los demás”, critica.
Todos los fieles están llamados a reflexionar y rezar sobre la importancia de la conversión ecológica, y reconocer que la creación es un reflejo de la belleza de Dios. Para ello es necesario asumir un verdadero compromiso, que empieza por simples acciones que protejan a la casa común.
Siete hábitos para cuidar la casa común
- Cuidar unos a otros y compartir las responsabilidad para que nadie se recargue, pues el cuidado de los vínculos humanos es parte primordial del cuidado de la creación.
- Reducir al mínimo la generación de residuos y clasificar lo que se genera.
- Elegir cuidadosamente a los proveedores, contemplando criterios de comercio justo.
- Preferir el uso de vajilla no descartable para las actividades y reuniones.
- Preferir luces led y cuidar el consumo de energía eléctrica.
- Tomar conciencia de la importancia del cuidado del agua.
- Imprimir solamente lo necesario y aprovechar al máximo el papel.