En el Salón Azul de la Intendencia de Montevideo hay una réplica de la que el gran Miguel Ángel llamó la Puerta del Paraíso. El próximo lunes 9 de octubre, a las 19 horas, en el ámbito de la 45.ª Feria Internacional del Libro, esa puerta será testigo de la presentación de Don Jacinto Vera – El misionero santo, brindando el marco a la altura del personaje histórico cuya vida relata la novela. Es una oportunidad única para disfrutar la experiencia de compartir la historia épica e inspiradora de Jacinto Vera.
Será en ese ambiente no confesional, democrático de la Feria del Libro, que refleja las distintas corrientes de pensamiento uruguayas, y refleja también mucho cómo fue la vida de nuestro primer obispo, un sacerdote totalmente integrado a la sociedad de la cual formaba parte, y un protagonista indiscutido de la época histórica que le tocó vivir. En este ambiente donde puede parecer que los católicos no existimos, tal vez muchas veces porque nos abstenemos de marcar presencia, el equipo de Editorial Planeta nos regala la sorpresa de presentar su historia.
Y va a ser una fiesta a la cual están todos invitados. Una vez, el escritor Tomás de Mattos, analizando la primera versión de este libro, dijo que Jacinto Vera era un patrimonio nacional, un bien público, que el pueblo uruguayo merecía que le devolvieran. La invitación es a sumarse a esta tarea: a devolver al pueblo uruguayo, a la cultura nacional, a Jacinto Vera.
Estoy convencida de que las grandes cosas, las cosas que duran, las cosas que quiere Dios, si no siempre, muchas veces salen de darlo todo, salen del corazón, salen del compromiso personal, integral, con una causa. Esta es una presentación de eso y para eso. Vamos a compartir la alegría de Jacinto Vera con el padre Marcelo Marciano, alguien que me consta que la comparte. Y con Daniel Bianchi, un periodista destacado de Radio Oriental que aporta una mirada interesante sobre la historia de Jacinto desde lo periodístico. Y con nosotros todos ustedes, en esta fiesta de la que les invitamos a ser parte.
Esta nueva edición ampliada de Don Jacinto Vera – El misionero santo busca ser esa amalgama que en alguna medida puede simbolizarse en la levadura. Juntar a través del tamiz de la escritora y del acontecimiento concreto, el mundo académico uruguayo laico, a veces antieclesiástico, con el mundo eclesiástico de Jacinto Vera, en un proceso enriquecedor.
Si bien se dice que los números no son importantes, nos gustaría el próximo 9 de octubre ver el Salón Azul colmado de público. Les pedimos que hagan el esfuerzo de ir. Jacinto se lo merece.
Por: Laura Álvarez Goyoaga