Carlos Medina forma parte del equipo coordinador del Ministerio de Música de la Iglesia Católica de Montevideo y cuenta su experiencia de trabajo en el ámbito de la música religiosa
Publicado en el Quincenario Entre Todos, n° 470
El Ministerio de Música es un programa evangelizador de la Arquidiócesis de Montevideo y Carlos Medina es uno de los profesionales que está al frente del mismo, junto a un equipo de colaboradores directos. “Todo aquel que ejerce este servicio es parte del ministerio, y una de las tareas es organizar y coordinar esfuerzos de los diferentes grupos, para que todos nos sintamos parte del equipo y podamos trabajar en el mismo objetivo, que es animar con música y canto las misas”, cuenta. En la siguiente entrevista, Medina habla sobre el trabajo que se está haciendo desde el Ministerio de Música en la Arquidiócesis y proyecta sus desafíos a futuro.
¿Cuándo nace tu vínculo con la música?
Desde que tengo memoria. En casa todos eran músicos: mi madre toca el piano, mi abuela también y mi padre la guitarra… a tal punto que cuando era chiquito yo creía que todo el mundo sabía tocar el piano. Empecé a tocar con mi mamá, y luego tuve varias profesoras. Con las maestras estudiaba música clásica, pero luego yo me sentaba en el piano a tocar mis cosas.
De algún modo llegué a Dios por mi mamá y por la música. Ella me llevaba a la Parroquia María Auxilia dora y yo me quedaba jugando en las escaleras con el P. Magnabosco, que tenía una paciencia infinita, y entraba corriendo cuando escuchaba el sonido del órgano, que me extasiaba. Luego, la providencia quiso que terminara tocando ese órgano unos cuantos años más adelante.
Ahora estás a cargo del Ministerio de Música de la Iglesia Católica de Montevideo ¿a qué se dedica este ministerio?
El Ministerio de Música es un programa evangelizador que tiene por objetivo apoyar a todos los grupos de música de las distintas parroquias y capillas de Montevideo para que puedan acompañar la celebración de las misas adecuadamente, con instrumentos y amplificación acorde.
Nuestro sueño es que en cada parroquia podamos tener música en las celebraciones, porque realmente es una ayuda importante para entrar en clima y rezar. Tenemos un equipo de colaboradores, todos voluntarios, y hacemos diversas tareas, como por ejemplo asistir a ensayos de coros, enseñar cantos nuevos, dar apoyo con los instrumentos y/o con el canto, coordinar las grabaciones de los cantos para las misas que se emiten por Canal 4 los domingos a la mañana, entre otras actividades. También, nos hacemos cargo de animar algunas de las celebraciones más importantes del año.
¿Quiénes integran el equipo del ministerio?
Tenemos un equipo de colaboradores que apoyan en la tarea de ensayar con los diferentes grupos. Entre ellos contamos con un asesor litúrgico (P. Bernardo Techera), un asesor en diseño gráfico y redes sociales (Alejandro Franca), un asesor técnico en instrumentos y equipos de sonido (Danielo Giménez), una docente de canto (Eva Sanabria), un coordinador de actividades con los grupos (Pelayo Díaz), un técnico en amplificación (Ernesto Mussetti) y un asesor estratégico en comunicación (Diego Riet).
Además de este equipo, están todos los músicos. Contábamos también con un guitarrista, compositor y arreglador estupendo, un ser humano extraordinario —Marcelo Caetano—, quien nos dejó recientemente y ahora nos acompaña e inspira desde el Cielo. Su presencia se extraña muchísimo, realmente.
¿Qué lugar crees que ocupa la música en la celebración de la Misa?
Creo que tiene un rol muy importante: ayuda a rezar, a entrar en contacto con lo mejor de nosotros mismos, a ponernos en clima de oración, a celebrar y a adorar. “Quien canta, reza dos veces”, decía San Agustín, y creo que eso lo dice todo.
La música nos acompaña desde que el hombre es hombre, y se asocia a casi todas las actividades humanas. Además, crea vínculos entre los músicos, con el párroco y con la comunidad.
¿Cuál es la relación entre la música católica y la oración, la música que ayuda a rezar?
Es una relación que viene desde el principio mismo de la Iglesia… los salmos son cantos de alabanza. Uno expresa lo sublime con el canto, declara sus sentimientos más nobles. Aldous Huxley decía que, “después del silencio, la música es lo que más se acerca a expresar lo inexpresable”. Cantar es propio de quien ama, como decía San Agustín. La palabra entonada dice más que la palabra hablada. Con la música celebramos, alentamos, alabamos y rezamos.
¿Cuáles son los proyectos en los que ha estado trabajando últimamente el Ministerio?
Hace poco tiempo fuimos parte del jurado del concurso que seleccionó la canción para el V Congreso Eucarístico Nacional. Hicimos un nuevo arreglo que grabamos recientemente y quizá hagamos algún otro, para convocar a los diferentes públicos a asistir al congreso.
También, coordinamos la salida de los equipos de “misioneros musicales” en noviembre y diciembre de 2019. El objetivo fue cantar durante los cuatro fines de semana de Adviento en algunas parroquias que no contaban con animación musical en ese tiempo tan importante del año. Participaron jóvenes de Parroquia San José de la Montaña, Colegio Juan XXIII, Parroquia Stella Maris, Sociedad San Juan, Ima, del grupo Adma, Parroquia San Juan Bautista, y Colegio Seminario, entre otros. Además de cantar, quisimos invitar a todos los miembros de esas comunidades que visitábamos a que quisieran integrarse para formar coros con los cuales poder ensayar y aprender cantos nuevos para que pudieran, de a poco, ser ellos los que quedaran animando las misas en esos lugares en el 2020.
En 2019, con el Ministerio de Música, asistimos a diferentes misas en Santa María de la Ayuda, Sagrados Corazones (Possolo), María Auxiliadora (Talleres Don Bosco), Mater Admirabilis, Nuestra Señora del Carmen (Cordón), Jesús Obrero y Tapes. A su vez, seguimos grabando diferentes sets de cantos para las misas que se emiten por tv, y estamos terminando la selección de cantos que conformarán el próximo cancionero arquidiocesano.
A continuación, el enlace a la lista de youtube de «Música religiosa y de Misa» en el canal ICMtv. Las canciones son interpretadas por el Coro convocado por el Ministerio de Música de la Arquidiócesis de Montevideo. La dirección está a cargo de Carlos Medina Linares y cuenta con la participación de varios cantantes de diversos coros que están cumpliendo el servicio de acompañamiento musical en diferentes parroquias de toda la Arquidiócesis.
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