Entrevista a la Dra. Lorena Bolzon, titular de Redifam.
El 11 de junio, el cardenal Daniel Sturla, en una carta enviada a los párrocos de las comunidades de Montevideo, invitó a las comunidades a participar en la Formación de Agentes de Pastoral Familiar 2025, organizada por la Red de Institutos Universitarios Latinoamericanos de Familia (REDIFAM). Este curso -enmarcado en la implementación de las recomendaciones pastorales 2024- 2030- es, según el arzobispo de Montevideo ,: “una excelente oportunidad para formarnos adecuadamente en vistas a potenciar el trabajo pastoral, la evangelización y la misión de acompañar a las personas en su contexto de vida familiar”.
Conversamos con Lorena Bolzon, titular de REDIFAM, para hablar de la realidad de la familia en nuestra región y la importancia de estas instancias de formación.
¿Qué es Redifam?
Es una red integrada por veintitrés institutos universitarios latinoamericanos de familia, de distintas latitudes: México, Puerto Rico, Perú, Chile, Ecuador y Argentina. Fue fundada en el año 2009 y es un espacio de apoyo mutuo para la formación de profesionales en temas de familia —tanto a nivel académico, docente e investigación—. Desde hace unos años, también somos parte de la Red Internacional de Institutos Universitarios de Familia (Rediuf), y juntos hemos firmado el Family Global Compact —promovido desde Roma por el papa Francisco—, que busca fortalecer la familia y que la academia trabaje junto a la pastoral. Entonces, en el marco de este pacto global, es que surge este programa que en particular es impulsado por cinco universidades argentinas.
¿Cómo te parece que han evolucionado , en los últimos años, los recursos académicos y pastorales en el tema familia?
A la familia se la veía como algo dado, como algo que no hacía mucha falta prestarle atención; estaba ahí, se desarrollaba naturalmente. Lo cierto es que cada vez los vínculos familiares, intergeneracionales, relacionales , que se dan en torno a la familia y la mirada de la familia, desde la proyección social y las políticas públicas, nos han mostrado que se requieren estudios particulares sobre la dinámica familiar.
No es suficiente analizar otras disciplinas —que obviamente son complementarias y confluyen a la realidad familiar— sino que también es necesario tener a la familia como un objeto de estudio en sí misma.
¿Cuáles son para ti hoy, en el contexto de Iberoamérica, los desafíos más grandes que atraviesa la familia?
El primero que tenemos es demográfico. Hoy la familia prácticamente está desapareciendo: tenemos cada vez menos niños. En el caso de Uruguay, es el país en la región con menor tasa de natalidad. Argentina no está muy lejos, así que estamos un poco en la misma línea.
A esto hay que sumarle que la formación de una familia no está en el proyecto vital de los chicos. Creo que esto se debe a grandes corrientes, que hemos tenido en los últimos años, donde la familia no es valorada, donde la maternidad y la paternidad tienen mala fama —es pensado como una carga y no un desarrollo pleno de la persona —. Esto confluye a que los jóvenes hoy no lo vean como algo apetecible, ni valorable, y en general los ejemplos que uno ve en los medios son de familias que tienen muchas disfuncionalidades, que tienen muchos inconvenientes, y claramente si uno piensa en esos modelos de familia, tiende a pensar que hay razones para que los jóvenes no se sientan atraídos a formar una familia. ¿Por qué voy a traer un hijo a este mundo con todos los problemas que hay, con los problemas familiares que hay? Y eso es cierto, pero no deja de ser menos cierto que muchas otras familias, que no se muestran en los medios y tienen muchas cosas valiosas, que son aquellas que dan ciudadanos fuertes y forman otras familias fuertes. Entonces, me parece que acá nos falta muchísimo trabajo en reflejar una realidad y en mostrar a la familia con todo el valor que ella tiene.
En el tema de políticas públicas, ¿la familia qué lugar ocupa?
Prácticamente nulo. En nuestra región no hay grandes políticas. Si tenés políticas , por ejemplo, destinadas a la infancia, hay muchísimas en casi todos los países de la región, políticas destinadas a la protección de la violencia contra la mujer, políticas destinadas al cuidado de los ancianos. Pero en todos los casos esas políticas miran al individuo como un sujeto aislado, como si ese sujeto no fuera hijo, madre, padre, abuelo, en un contexto familiar.
Entonces, a veces, las políticas que se implementan al dejar de ver el contexto familiar y relacional quedan cortas, o no sirven para atender cabalmente a la realidad que están viviendo las personas. No es solamente darle un subsidio, sino atender a una realidad vincular mucho más amplia. Entonces, por eso yo te decía, políticas que realmente entiendan lo que tiene que ver con la fortaleza familiar y, de ahí en más, la necesidad de cada miembro según sus particularidades, lo cual es lógico, prácticamente no existen. Son políticas más bien individualistas. Y por eso, a pesar de que se han incorporado desde hace muchos años en las legislaciones de nuestra región, no vemos frutos que sean realmente sanos para el desarrollo de la familia.
¿Cómo evalúas la pastoral familiar a nivel regional? ¿Está funcionando? ¿Cómo está funcionando?
Como en todo, creo que hay países que están un poco más fuertes y tienen una visión mucho más abarcativa de lo que tiene que ver con el acompañamiento de las familias. Pero en todos los casos creo que falta formación y que los agentes pastorales hacen lo que pueden, en buenos términos, atendiendo a las dificultades que hoy trae la familia, porque realmente son situaciones muchas veces muy complejas. Las familias esperan encontrar en la Iglesia no solo una ayuda con una mirada pastoral, sino que muchas veces va más allá. Y no se trata solo de una asistencia material, sino también de un acompañamiento espiritual y personal ante grandes dificultades. Me parece que ahí es donde los institutos están poniendo su atención, en términos generales, para acompañar en esa formación, para agentes de pastoral cada vez más sólidos, para poder dar respuesta a estas necesidades. Obviamente también es complejo porque, en general , los agentes de pastoral no reciben un sueldo, hacen esto de forma adicional a su trabajo y tienen que ver cómo sobrevivir, entonces el tiempo destinado a este tipo de formación también es escaso. Hay muchísima buena voluntad, pero no siempre puede ser acompañada por una atención en tiempo porque estamos todos limitados, estamos todos corriendo. Aparte, pensemos que nuestra región es bastante crítica en problemas económicos, en problemas sociales, y todos estamos más o menos en situaciones similares. Lo que buscamos, y creo que esto tiene mucho que ver con el planteo del papa Francisco, pero también de Roma, con el Family Global Compact, es superar esta desconexión entre la pastoral y la academia. Tiene mucho que ver, con darle solidez a ese trabajo que se hace desde la pequeña iglesia, en cada uno de los rincones de nuestras patrias: poder ayudar a las familias, desde el ámbito más pequeño del hogar, y desde allí poder impulsar un cambio también en las comunidades y un cambio social más grande.
En este contexto también viene mucho a cuento esta formación de la que están impulsando…
Este es un curso organizado por cinco institutos universitarios de familia de la República Argentina. Todos estos institutos se han aliado y de alguna manera han propuesto para la pastoral una formación con un enfoque integral, que lo que busca es la comprensión de lo que tiene que ver con el amor humano y la misión de la familia, atravesando por las nuevas dinámicas sociales que impactan en la vida familiar, pero también ofreciendo herramientas concretas para la evangelización, para la planificación pastoral, para el acompañamiento a las familias que están en distintas situaciones y que lo que buscan es promover el fortalecimiento de los vínculos.
Este curso es online porque queremos llegar a cada rincón y permitirles a todos los que están alejados geográficamente puedan cursarlo. Tiene una carga horaria bastante reducida —30 horas— que se dictan a través de una plataforma virtual donde el participante tiene material de estudio y ciertas actividades de participación y para compartir con otros agentes que estén cursando el programa. Además, un encuentro sincrónico, cada 15 días, con los profesores. Esos encuentros también van a quedar grabados y en la plataforma, por si alguien no puede participar en estos encuentros, que son los días martes a las 6 de la tarde. La idea en esos espacios es justamente poder interactuar a través del material que ya fue distribuido entre los distintos participantes y tienen pequeñas actividades de aprendizaje, para también tener una bajada práctica al día a día de las acciones que están desarrollándose en cada lugar.
Por más información sobre el curso e inscripción puede entrar a este enlace
3 Comments
Hola, buen día. Podrían pasar el programa
Gracias
Hola Dolores, el programa es el siguiente: https://icm.org.uy/wp-content/uploads/2025/06/1614-Brochure.pdf Si se quieren inscribir pueden enviar un mail con sus datos a familias@icm.org.uy. Inicia el próximo martes 5 de agosto. Saludos
Una gran iniciativa ! todos los que puedan aprovechen participar de Redfam!