Daniel González fue ordenado diácono permanente; está casado y tiene tres hijos.
El domingo 4 de setiembre, en la parroquia Santísima Trinidad y de la Sagrada Familia, se celebró la ordenación diaconal permanente de Daniel González, integrante de dicha comunidad. La misa fue presidida por el Card. Daniel Sturla, acompañado por el obispo auxiliar, Mons. Luis Eduardo González y algunos sacerdotes, diáconos y seminaristas.
En el Concilio Vaticano II se restableció el diaconado permanente, el cual se diferencia del transitorio —que se le confiere a los seminaristas antes de la ordenación sacerdotal— porque puede ser conferido a hombres casados.
«Lo que hoy vivimos en comunidad, y Daniel y su familia, es una experiencia de amor a Dios y a la Iglesia. Es un amor que se hace servicio de evangelización”, expresó el Card. Sturla en la homilía.
“Si Dios es el centro, descubrimos la vida del amor en la entrega al otro. Será la entrega en la propia familia, en el matrimonio, con los hijos, en la comunidad cristiana”, agregó.
En diálogo con el portal de la Iglesia Católica de Montevideo, el flamante diácono permanente expresó: «La alegría es profunda, y también el compromiso. Ser diácono es ser servidor. Así como esta estola atraviesa mi pecho, quiero que también me atraviese la realidad de todos mis hermanos, sino no estaría siendo un diácono como quiero ser”.
Por su parte, Gabriela Díaz, esposa de González, dijo: «Es un placer y una alegría acompañarlo. Hemos discernido juntos en el camino. Estoy feliz por él, por la familia, por la comunidad. Agradecemos que nos hayan acompañado personas tan queridas por nosotros. Desde jóvenes estamos en el camino de la Iglesia Él sintió ese llamado y yo lo he apoyado siempre”.

La imposición de manos, momento cumbre de la celebración. Fuente: Romina Fernández
Perfil de Daniel González
Su inicio en la fe fue en la parroquia Cristo de Toledo. En su adolescencia, participó de grupos de jóvenes y servicio en la comunidad, hasta que recibió la invitación para irse hacia la parroquia Don Bosco, donde estuvo por 14 años y comenzó a ser catequista del colegio.
Está casado con Gabriela hace casi 26 años y tiene tres hijos, Santiago, Franco y Marcos. Con su familia integra la parroquia de la Santísima Trinidad, ubicada en Camino Maldonado. Sobre su llamado diaconal, el primero en invitarlo fue Mons. Nicolás Cotugno, mientras que lo reafirmó el P. Santiago González.
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Muchas felicidades en el Ministerio!!!!