Conocer a Marcos Agüero (24) es dar testimonio de su agradecimiento a Dios. Su ocupado día a día se divide entre la facultad (estudia producción musical en la Universidad ORT) y su actividad artística, que va de la mano con su fe. Cuando no está dentro de un salón de clases o preparando algún contenido artístico, se lo puede ver participando de alguna celebración parroquial.

Esta realidad —que actualmente atraviesa muchos cambios, pero cuyo camino comenzó con su primera guitarra, cuando tenía 10 años— está marcada por su proceso de fe, inculcado a partir de sus padres. Precisamente, para Agüero, parte de su agradecimiento a Dios surge a partir de su madre, Adriana Abraham, quien es la directora de Ceprodih. “Tener esa cercanía con familias vulnerables, con mujeres embarazadas en situación de calle y de personas que viven en contextos terribles, hace que te des cuenta de que todo lo que tengo es para agradecer. Hay gente que no tiene ni la cuarta parte”, reflexiona.

Sin dudas, la palabra que más repite durante su conversación con Entre Todos es “agradecer”.

¿Qué recuerdos tenés de tus inicios en la fe?

Gracias a Dios fue desde chiquito, porque nací en una familia católica practicante. Mis padres son dos personas de mucha fe, y siempre me inculcaron el ser agradecido, el poder pedirle cosas o, por ejemplo, rezar antes de dormir. Desde pequeño siempre tuve a Jesús a mi lado.

Cuando fui creciendo empecé a ir a misa, cada vez más, por cuenta propia y no porque mis padres me pidieran que fuera. En esos tiempos era yo quien buscaba esa cercanía con Dios, lo que me llevó a confirmarme. También tengo muchos amigos que son de la parroquia de Belén, en Malvín Norte, entonces nos criamos juntos y desarrollamos la fe en comunidad. Aunque ya crecimos, todavía seguimos como grupo, muchos ya con 24 o 25 años (risas). Gracias a Dios pude ser testigo de muchas obras de Él en mi vida y eso hace que demos un mejor testimonio de cómo te cambia la vida conocerlo.

Muchas de tus canciones son religiosas. ¿Cómo es tu vínculo con la fe y la música?

Justo hoy vengo de la parroquia Santa Rita, que fui a sentarme media hora frente al Sagrario para dar gracias. Creo que mi vínculo a nivel personal va por ahí. Es un agradecimiento diario, aunque sea un ratito, y eso lo plasmo en la música.

“Hay que ser instrumento de Dios para estar presente y ayudar a la gente”

Marcos Agüero

Pretendo vivir de la música, es lo que me gusta, así que el vínculo es constante. Por ejemplo, tengo muchos curas amigos que cuando precisan acompañamiento musical en alguna celebración, me avisan y voy. Yo canto donde me inviten (risas).

También hoy me escribió un sacerdote amigo, el P. Nicolás Soto, y pensaba en el placer de ir generando amigos y conocidos dentro de la Iglesia, y el honor de participar de las celebraciones. Me voy moviendo, no estoy en sí en ninguna comunidad parroquial. En ese sentido, tengo cosas de nómade: donde me llaman, estoy. Esto me permite conocer diferentes realidades, y es lo lindo de cuando hay alguna actividad abierta y que convoque gente, como la Jornada Nacional de la Juventud o las procesiones de Corpus Christi. Llega un momento en el que hacés tantos vínculos que ves caras conocidas por todos lados. Es hermoso.

Hablando de fe y música, recientemente concursaste y ganaste el certamen Catholic Gaudium. ¿Cómo fue esa experiencia?

Para comenzar, llegué por medio de publicaciones de ICM. En concreto, vi que compartieron información del concurso por Instagram. Después también algún conocido me pasó el link con la información por WhatsApp y pensé 'bueno, no pierdo nada con intentarlo'. Tenía que enviar videos ya hechos, además de algunas instancias en vivo por Zoom. Ellos te daban una lista de canciones y vos tenías que escoger un tema a partir de esa selección. Obviamente elegí las que fueran más con mi estilo.

Recuerdo que veía que iban pasando los videos y que los concursantes terminaban saliendo, mientras yo seguía quedando cada vez más, hasta que al final llegué. ¡Era tremendo ver el nivel y la cantidad de jóvenes cantantes católicos que estaban participando! Parte del premio es poder generar vínculos, conocer otras realidades y hacer amigos de otras partes del mundo, porque había personas de toda Hispanoamérica y con muchísimo talento. Me encontré con flor de concurso y con muchísima juventud que ama a Dios. Sus videos iban acompañados de un testimonio personal para hablar sobre su fe, por lo que yo veía todo el amor que ellos sentían. Eso te moviliza, pero a la vez te lleva a pensar que no vas a ganar. Sinceramente entré para chusmear y nunca me imaginé que llegaría tan lejos.

Marcos Agüero fue uno de los artistas presentes en la primera edición de Alma Fest, festival de música organizado por Iglesia Joven de Montevideo en conjunto con la Arquidiócesis. Fuente: R. Fernández

En el último pasito del concurso quedé con algunos jóvenes que eran una maravilla lo que cantaban: uno por ejemplo era seminarista y canta rebién. La última canción fue con la participación de mi amiga Nicole Cedeño, que toca el violín como los dioses. Hicimos Inmaculada y bendita, que es una canción hermosísima a la Virgen.

Más allá de estos logros, ¿cuáles son tus proyectos a futuro?

Uno muy importante, es que el 6 de mayo vamos a estar en el estadio Centenario, que para mí será una verdadera locura. Estoy megaagradecido, porque como alguien que pretende vivir de la música por el resto de su vida, tener la posibilidad de tocar en el estadio y por una causa tan noble e histórica, como lo es la beatificación de Jacinto Vera, es una locura. ¡Es tremendo honor! Allí estaremos con mi banda, que gracias a Dios la pudimos formar. Esa era una de mis metas y nunca lo había podido lograr. Lo necesitaba, porque quería compartir con músicos con las mismas prioridades que yo, que también sean personas de fe y que estemos todos en una misma sintonía. Te ayuda hasta para intercambiar en conjunto qué cosas hacer y cuáles no, porque todos creen en Dios y comparten los mismos valores. Eso era fundamental. Aprovecho para adelantar que el 6 de mayo vamos a abrir el acto, y una de las canciones que vamos a tocar será justamente Inmaculada y bendita.

Después, el 3 de junio voy a estar en el Antel Arena, con un toque previo al show de Emiliano y el Zurdo, y luego de eso voy a preparar todo para mi primera JMJ. Le pondré mucho corazón a eso, porque quienes fueron me dicen que es una experiencia única. También tendré cositas más pequeñas, algunos toques para hacer, pero todos hermosos igual. Estoy ansioso por lo que se viene.