En el lugar se destaca una imagen de la Virgen de los Treinta y Tres y se homenajea a la santa Francisca Rubatto y al beato Jacinto Vera.
En la tarde del sábado 16 de diciembre, en la parroquia San Juan Bautista (Monseñor Domingo Tamburini 1210), se bendijo el altar de la patria. Este lugar, situado a la derecha del altar principal en el templo, se trata de un espacio para dedicar oraciones y reflexiones al Uruguay.
La inauguración se realizó el pasado 6 de diciembre, y diez días después tuvo lugar la bendición a cargo del Card. Daniel Sturla, arzobispo de Montevideo.
El Card. Sturla durante la bendición, acompañado por el P. Iván Núñez y el Diác. Ignacio Donadío. Fuente: Romina Fernández
El altar está presidido por una imagen de la Virgen de los Treinta y Tres, que fue donada por Mons. Gianfranco Gallone, nuncio apostólico en Uruguay. Además, a cada costado, hay una imagen de la santa Francisca Rubatto (1844-1904) y el beato Jacinto Vera (1813-1881).
Ambos retratos son obra de María Clara Collet. Para el óleo de Rubatto, la artista utilizó tierra que pertenece al lugar donde la santa se radicó los últimos siete años de su vida, barrio Belvedere, específicamente del suelo frente a la imagen de San José de la Providencia, donde ella rezaba diariamente. En tanto, para el retrato del flamante beato uruguayo, Collet utilizó tierra de la ciudad de Pan de Azúcar, donde falleció Vera. En la bendición, se colocó una reliquia de cada uno de ellos a los pies de las respectivas imágenes.
El Card. Sturla colocando la reliquias de la santa Rubatto a los pies de su retrato. Fuente: Romina Fernández
La idea de construir un altar de la patria fue iniciativa del P. Fariello. «El lugar estaba vacío, el altar estaba despojado. Se me ocurrió darle un espacio digno a la Virgen de los Treinta y Tres”, dijo el sacerdote.
La obra estuvo a cargo de la empresa Modilor, dirigida por Francisco Collet. Además, colaboraron la carpintería Dato, la artista plástica Elena Rivero, electricistas y los fieles de la comunidad que hicieron su aporte económico.
«Queremos que sea un lugar donde hagamos celebraciones mensuales que rocen, al menos, con las consignas de la ciudadanía, pero también para rezar por los enfermos, los que han partido, y sobre todo por la paz. Queremos, además, que los niños y jóvenes que participan de la catequesis puedan rezar en el altar», agregó el P. Fariello.
La Virgen de los Treinta y Tres junto con las banderas de Uruguay y el Vaticano. Fuente: Romina Fernández
Tras la bendición, se celebró la misa que correspondía al tercer domingo de Adviento. En la homilía, el Card. Sturla expresó: «Qué bueno y qué lindo es tener este rincón. Embellece un poco más este templo, que es hermoso. Es un lugar especial para rezar de un modo especial por el Uruguay, el suelo en el que vivimos. Además, por medio de la Virgen, nos sentimos unidos a todas las patronas de América Latina como la Virgen de Luján, de Caacupé y Aparecida”.
“Rezar por la patria y amarla es una tradición antigua y cristiana, y es parte del cuarto mandamiento, junto con honrar al padre y a la madre. La patria es el lugar donde nacemos, vivimos, soñamos y creamos nuestro camino», añadió el arzobispo de Montevideo.
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Hermoso altar, digno!