El papa Francisco propone una economía con el ser humano como centro.
Corría el miércoles 1°. de mayo de 2019 cuando el papa Francisco invitaba a jóvenes economistas, empresarios y hombres y mujeres de negocios de todo mundo, a reunirse en Asís, para el evento denominado la “Economía de Francisco”. El encuentro buscaba ser un espacio para repensar y cambiar la economía actual, y dar un alma a la del mañana.
La cita estaba prevista del 26 al 28 de marzo de 2020, pero ya sabemos; llegó la pandemia de Covid19. El evento se pospuso tres años, hasta que en setiembre de 2022 se pudo realizar de manera presencial en Asís, o a través de una computadora, y allí cientos de jóvenes economistas y empresarios pudieron llevar a los grupos de trabajo todo lo reflexionado durante tanto tiempo.
En este artículo daremos apenas un vistazo a un movimiento vasto y complejo como el de la “Economía de Francisco”, que sigue siendo parte de la reflexión y trabajo de miles de personas alrededor del mundo. También tendremos el testimonio de una uruguaya que estuvo en la instancia presencial de Asís.
La invitación
“Les escribo para invitarlos a una iniciativa que he deseado tanto: un evento que me permita encontrar a quienes hoy se están formando y están empezando a estudiar y practicar una economía diferente, la que hace vivir y no mata, que incluye y no excluye, que humaniza y no deshumaniza, que cuida la creación y no la depreda. Un evento que nos ayude a estar juntos y conocernos, que nos lleve a hacer un ‘pacto’ para cambiar la economía actual y dar un alma a la economía del mañana”, con estas palabras comenzaba el mensaje del santo padre, que llamaba a un encuentro con un objetivo bien claro: cambiar el foco de la economía actual y ponerlo sobre las personas.
También aseguraba que “hoy más que nunca, todo está íntimamente conectado y que la protección del medio ambiente no puede separarse de la justicia para los pobres y de la solución de los problemas estructurales de la economía mundial.”. Por otro lado, dejaba claro el motivo por el que la ciudad de Il poverello sería el lugar de reflexión: “¿Y qué ciudad es más adecuada para esto que Asís, que desde hace siglos es símbolo y mensaje de un humanismo de fraternidad? Si San Juan Pablo II la eligió como ícono de una cultura de paz, a mí también me parece un lugar inspirador de una nueva economía. Aquí, de hecho, Francisco se despojó de toda mundanalidad para elegir a Dios como la estrella polar de su vida, haciéndose pobre con los pobres, hermano universal”.
Sobre esta base se realizó entre el 22 y 24 setiembre del año pasado el primer encuentro de la “Economía de Francisco”, en el que mil jóvenes economistas, emprendedores y agentes del cambio social, que provenientes de ciento veinte nacionalidad, tenían el objetivo de promover un pacto común, un proceso de cambio global y comprometerse a continuar juntos la construcción de una nueva economía.
«Una economía que se deja inspirar por la dimensión profética se expresa hoy en una visión nueva del medio ambiente y de la tierra» – Papa Francisco
Ser factor de cambio
El trabajo se realizó en doce “aldeas”, que representaron las sesiones de trabajo de los participantes sobre temas clave de la economía. Estos grupos trataron los temas de agricultura y justicia; vida y estilos de vida; vocación y beneficio; trabajo y cuidado; gestión y don; finanza y humanidad; políticas para la felicidad; negocios y paz; la economía y la mujer; energía y pobreza; empresas en transición y el C02 de la desigualdad.
Justamente, en el grupo de agricultura y justicia participó una uruguaya, la Dra. María Victoria Pereira Flores, que además de abogada es experta en derecho ambiental y profesora de Política y Derecho Ambiental en la Universidad Católica. Además, lleva adelante la revista digital SEA (Sustentabilidad en Acciones) para concientizar sobre los temas de conservación y sostenibilidad. Para comenzar, María Victoria explicó a Entre Todos que concurrió al encuentro en Asís en calidad de senior, desde su perspectiva de agente de cambio y comunicadora, ya que los participantes eran jóvenes menores de treinta y cinco años, y en su mayoría economistas.
Al preguntársele sobre su motivación a participar en el evento, sostuvo que lo que realmente le atrajo fue el enfoque de la encíclica Laudato si’ que, entre otras cosas, pone el foco en una economía más humana y por tanto es la madre de la “Economía de Francisco”.
“En la encíclica el papa propone un cambio, un despertar de conciencia en la humanidad”, aseguró.
Uno de los puntos que destacó del encuentro fue la posibilidad de reunir economistas y empresarios, así como agentes sociales jóvenes, y agentes eclesiales que tienen otra mirada sobre la economía.
“Hoy en día se sabe, y está bastante asumido por la sociedad, que si no se va hacia la sustentabilidad no se sostiene el sistema económico. Lo que busca Francisco es poner el centro en el hombre. Y esta dimensión debe ser tenida en cuenta no sólo hacia las generaciones futuras, sino también para las desigualdades que se ven en este momento”, reflexionó.
Sobre cómo se trabaja este movimiento de la “Economía de Francisco» en nuestro país, la abogada y docente dijo: “Uruguay está quedando un poco por fuera de toda esta movida que se desarrolla a nivel internacional”. Y añadió: “la Iglesia debería acoger más este movimiento, que requiere una reflexión interna y externa; porque propone llevar la coherencia evangélica a la economía. Es una economía que lleva en el centro al ser humano”.
Uno de los cuestionamientos que se han hecho hacia la “Economía de Francisco” es la de tener una tendencia ideológica. “Me parece que asociarlo a una ideología política o económica determinada es equivocado; porque lo que esta economía que propone el papa busca es sacar de la zona de confort”, subrayó Pereira. Y agregó: “esta propuesta implica en muchos casos bajar los niveles de consumo, hacerlo sustentable; es algo simple de decirlo, pero difícil de llevarlo a la práctica. Creo que nos toca a todos y a nuestra coherencia”.
Para la experta, si bien hay algunos cambios en la economía que van por este camino, estos van a una velocidad menor a la necesaria. “Creo que ayudaría mucho que estas propuestas que hace la ‘Economía de Francisco’ llegasen a las universidades y a las comunidades”.
Una visión nueva
En la clausura del encuentro del pasado año, el papa Francisco insistía a los allí presentes que “una nueva economía, inspirada en Francisco de Asís, hoy puede y debe ser una economía amiga de la tierra, una economía de paz. Se trata de transformar una economía que mata en una economía de la vida, en todas sus dimensiones”.
Y agregaba: “una economía que se deja inspirar por la dimensión profética se expresa hoy en una visión nueva del medioambiente y de la tierra. Tenemos que ir hacia esta armonía con el medioambiente, con la tierra. Son muchas las personas, las empresas y las instituciones que están trabajando en una conversión ecológica. Es necesario ir adelante por este camino, y hacer más. Este ‘más’ ustedes lo están haciendo y lo están pidiendo a todos. No basta con hacer el maquillaje, es necesario cuestionar el modelo de desarrollo”.
Tal vez el camino que quiere marcar el obispo de Roma sea precisamente ese, el de cuestionar, el de salir de la zona de confort, y hacerlo cuanto antes.
Por: Camilo Genta
Redacción Entre Todos