Los diáconos permanentes tuvieron su primera jornada anual

Evaluaron el camino recorrido y crecieron como Cuerpo Diaconal

Los pasados 17 y 18 de marzo tuvo lugar el primer encuentro anual del Cuerpo Diaconal de Montevideo. Tal como se suele hacer en estos momentos, se revisó la misión de estos ministros en la Iglesia y la pastoral diocesana.

Los diáconos permanentes son hombres ordenados que ayudan y a sirven a los obispos y a los sacerdotes. Están casados y pueden celebrar el Bautismo, bendecir matrimonios, asistir a los enfermos con el viático, celebrar la liturgia de la Palabra, predicar y evangelizar. Hacen esto compatible con su vida familiar y laboral.

Quienes siguen este camino en Montevideo están guiados por Mons. Luis Eduardo González, Obispo Auxiliar y rector del Seminario Cristo Rey. Allí tuvo lugar el pasado encuentro, que comenzó con una exposición del Vicario Pastoral Daniel Kerber sobre el caminar de la Iglesia de Montevideo en los pasados cinco años, desde la designación del Card. Daniel Sturla como Arzobispo. Se revieron los diversos proyectos con los que se dinamizó la vida eclesial, y al final intervino el Arzobispo, quien dio una mirada al futuro, centrada en la próxima misión Casa de Todos.

Luego hubo un momento formativo sobre el tema del discernimiento y sus aproximaciones psicológicas y espirituales. La reflexión fue guiada por el sacerdote jesuita Rafael Strina -que a su vez es especialista en logoterapia- y por Mons. González.

Los diáconos de Montevideo tuvieron su primera reunión anual.

Hubo momentos de adoración eucarística y profunda oración, así como otros de confraternización y diversión. Entre otras cosas, la noche del sábado un seminarista de San José hizo un show de magia que encantó a todos.

El domingo los presentes profundizaron en lo visto el día anterior, así como en los desafíos de la Iglesia en estos tiempos. No faltó, por supuesto, la Misa dominical.

Fueron dos días de encuentro en los que se fortalecieron los vínculos del Cuerpo Diaconal de la Arquidiócesis y se profundizó en el compromiso que cada diácono permanente vive en los diversos ámbitos en que realiza su misión.