La vida de Jacinto Vera en comic

Hasta hace algunos meses, para Nicolás y Alejandro Rodríguez Juele el nombre de Jacinto Vera (1813-1881) era solo la denominación de un barrio de Montevideo. Alejandro también sabía que hay una escultura en la Catedral Metropolitana y confundía su imagen con la de Mariano Soler (1846-1908), primer arzobispo de Montevideo.

Por su parte, el acercamiento de Nicolás a la figura de Vera fue a través de Ramón Cuadra Cantera, escultor y artista plástico, con quien trabaja en la Escuela de Artes y Artesanías Pedro Figari. Cuadra Cantera fue quien le propuso crear una historieta que presentara la vida del primer obispo de Montevideo. «Cuando él supo que yo era historietista, le gustó mucho mi originalidad y la temática que abordo en mis trabajos”, dice.

Nicolás invitó a su hermano a sumarse al proyecto. Juntos crearon Jacinto: la vida del primer obispo oriental (Editorial Arquidiocesana LEA, 2023). Este comic fue el primer trabajo —formal— que los Rodríguez Juele realizaron de manera conjunta. «Cuando éramos adolescentes hicimos una historieta que tenía el mismo esquema: historia y guión creado por Alejandro, y un personaje creado por mí», relata Nicolás, quien conserva un ejemplar en su casa.

Nicolás Rodríguez Juele se encargó de ilustrar la historieta. Fuente: Romina Fernández

Más que una pasión

En su infancia, los hermanos no consumían cómics de superhéroes, sino más bien Astérix y Tintín. “Las ganas de hacer historietas surge de querer hacer algo parecido a lo que leíamos cuando éramos niños”, cuenta Alejandro. Por su parte, Nicolás habla sobre cómo las historietas han cambiado con el paso de los años y critica que los contenidos se difunden de manera digital: «Tengo sensaciones encontradas con la pantalla, no me termina de convencer».

Los hermanos se dedican a hacer historietas que reflejan la historia nacional y el patrimonio. “La narración puede tener mucho de aventura y suspenso; y tiene un argumento que guía a la historia hasta el final”, comparte Nicolás.

Para Jacinto: la vida del primer obispo oriental, Nicolás fue quien se encargó de las ilustraciones y Alejandro del guión. «Me costó bastante llegar al personaje y sobre todo reproducir la cara. No sé si estoy conforme completamente», confiesa Nicolás.

«La Iglesia católica uruguaya tiene una impronta diferente a la de otros países porque tiene a Vera de referente»

Alejandro Rodríguez Juele

“Cuando hay un personaje real, hay límites. No se puede inventar cualquier cosa”, dice Alejandro. El guionista plantea que para esta publicación se trató de que los diálogos fueran textuales: “Cuando se lleva la vida de una persona real a una obra literaria, lo transforma en un personaje”

Para elaborar el proyecto, los autores recurrieron a dos libros: Biografía de D. Jacinto Vera y Durán (1904), de Lorenzo Pons, y Con los zapatos al cielo (2023), de Gonzalo Abadie. «Los libros marcan distintas visiones. Uno es más novelado y el otro más histórico. Los leí en orden cronológico. Después de leer, comenzamos a seleccionar los momentos más importantes en la vida de la persona. Se tuvo que pulir bastante. Uno se convierte en el intérprete del personaje», cuenta Alejandro.

Alejandro Rodríguez Juele fue el encargado de guionar y darle voz a los personajes de la historieta. Fuente: Romina Fernández

Verlo desde afuera

Los hermanos Rodríguez Juele participan de la Iglesia Valdense. «Tuvimos una formación cristiana y una formación en valores. Los valdenses tenemos una vocación ecuménica y no confrontamos con las otras denominaciones cristianas”, señala Alejandro.

¿Por qué dos personas no católicas aceptaron hacer un trabajo de este estilo? «Recibimos la propuesta porque nos pareció interesante, dado que Vera vivió en una época donde Uruguay se estaba formando. Fue un desafío», responde Nicolás.

“La Iglesia católica uruguaya tiene una impronta diferente a la de otros países porque tiene a Vera de referente y no a otro tipo de sacerdote más cercano al poder”, plantea Alejandro.

“Jacinto Vera fue una persona que se hizo santo en vida a fuerza de trabajo. No es que recibió una iluminación y desde ese momento le empezó a salir todo bien. Muchas de las situaciones por las que pasó fueron conflictos y obstáculos. Siempre reaccionó de forma firme pero no confrontativa. Esa actitud hizo que la gente que lo rodeaba cambiase”, agrega el guionista.

Manos a la obra

En febrero el proyecto se concretó. El plazo fue corto. El libro se hizo demasiado rápido, en tiempo récord. «Vemos que algunas cosas se podrían haber hecho mejor, pero igual creemos que está logrado el objetivo», dice Alejandro. El verano fue el momento ideal para encarar el proyecto porque hubo tiempo para leer, documentar y dibujar. El trabajo fue supervisado y corregido por María José Pastorino, directora del Departamento de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Montevideo.

«Quedó como una historieta que tiene una visión casi laica del personaje (…) porque está apoyada en la historia y en la cronología»

Nicolás Rodríguez Juele

En las últimas páginas, que corresponden al tramo final de la vida del personaje, la imagen de Vera se asemeja a los retratos que existen. «De su niñez lo que quisimos representar fue su crecimiento y su trabajo en el campo. En la mitad del libro es donde aparecen más conflictos y más emociones. A veces, el personaje está feliz. En otros momentos está más enojado. En esa parte son más visibles sus posturas, lo que pensaba y lo que sentía», expresa Alejandro. Para ilustrar al resto de los personajes, Nicolás pidió una lista de personalidades de la Iglesia de esa época que finalmente no se pudo conseguir. Por lo tanto tuvo que “inventar” sus rostros.

“Quedó como una historieta que tiene una visión casi laica del personaje. Es laica porque está apoyada en la historia y en la cronología, y no tanto en la filosofía, las ideas y las reflexiones de Vera. Si tuviéramos que haber hecho una historieta en la que Vera hablaba o pensaba en primera persona, era imposible por los plazos”, aclara Nicolás.

Alejandro agarra un ejemplar y muestra una viñeta: “Aquí él entra a la casa de ejercicios de Montevideo y dice: ‘Los caminos de Dios son misteriosos’. La siguiente viñeta muestra que ya tomó la decisión de ser sacerdote y se lo cuenta a su familia. No contamos qué pasó por su mente esos días porque eso es incontable en una historieta”.

Con un ejemplar apoyado sobre la mesa del estudio, Nicolás y Alejandro se muestran satisfechos por el trabajo realizado. El estilo gráfico, la presentación y la reconstrucción de la época le resultan interesantes. Haber conocido a un personaje clave de la historia uruguaya y su Iglesia católica, parece que también.

Por: Fabián Caffa

Redacción Entre Todos